Ruth se enfrenta a una nueva oportunidad en el trabajo, mientras Esperanza se debate sobre confiar en Doña Olga. Además, Doña Marta ofrece un consejo invaluable. Por otro lado, Jefferson enfrenta las consecuencias de llegar tarde al trabajo.
Es el momento de empezar.
De nuevo juntos.
Volver a nacer.
Toma mi mano. No.
Ruth, mira.
Ya mandaron las fotos de los productos
de la Asociación
de Artesanas de Chimaltenango.
¿Qué te parecen?
Pues tendríamos que hablar con ellas
para ver que materiales
usan La variedad de productos que tienen.
Y ver si necesitan alguna asesoría
para que podamos trabajar con ellas.
Podría ser.
Yo tengo su número para llamarles
y ver cuando podrían venir.
Si, me parece.
Tienen muchas cosas. Bolsos, chaquetas.
También hacen aretes, collares, pulseras
y todo elaborado con semillas y granos.
¿Qué te parece? Excelente.
Son cosas que acá en el pueblo
podrían interesar.
¿Y quién quita hasta
para empezar el área de exportación?
¡Qué emoción!
Voy a llamar antes del almuerzo.
Y que no se te olvide que vamos a comer
juntos.
No, no lo he olvidado.
Oigan, les voy a contar algo que sé.
Pero a ustedes aún no les han avisado.
Y que es Jenny.
Te gusta tenerlo a uno con la curiosidad.
¿Será que les cuento sí o no?
Ya decirlo de una vez.
El gerente acaba de informarme
que hay un viaje por Atitlán y todavía
no han dicho quién va.
En serio. Van a abrir. ¿Otra sede allá?
Pues eso.
No sé si abren otra sede
tendrían que enviar personal para allá.
Eso no lo sabemos todavía.
Sería una gran oportunidad.
Si sale el viaje.
Ojalá que podamos ir nosotras.
¡Qué alegría!
Ya, Es que me van a mandar a mí.
¿Y por qué no?
Tú estás
aprendiendo todo lo de la comercialización
y la calidad del producto.
Es una buena experiencia.
Eso es cierto, Ruth.
Sería muy bueno para tu carrera.
Además,
conocerías nuevos lugares y esas cosas.
Sí, me gustaría.
Pero hay personas que tienen más capacidad
que yo.
¿Qué decís, Ruth?
Sabes que tú
eres una de las mejores que hay acá.
¿Verdad que sí, Jenny?
Rogelio tiene razón En tu área.
Esa es la mejor.
Pues sí, sale.
¡Ay, qué alegría! Ay, sí.
Pero bueno, al final
ustedes ya nos avisaron.
Si van a almorzar con nosotros.
No, Jenny.
Vamos a comer aquí, en la cooperativa.
Gracias. Y por. ¿Qué?
Es que Rogelio trajo mucha comida.
Ya no tengo tanta hambre, así
que tal vez alcance hasta para los cuatro.
Si quieren quedarse a comer con nosotros,
no hay problema.
¿En serio? Traje mucha comida.
Mejor otro día. Rogelio.
No me gusta ser mal tercio.
Ay, Jenny. Ya te oí.
Jóvenes, Qué bueno que están juntos.
Necesito hablar con los tres.
Usted dirá, don Ernesto.
Tengo que hablar con todos.
Pero primero quería contarle a ustedes.
He estado revisando algunas propuestas
que me había mandado
y aún hay una que me
parece que tiene mucho potencial.
Gracias. ¿Quiere que vaya a buscar la
papelería?
No te preocupes por ahora.
Hemos estado revisando con Rogelio y Laura
cuáles serían los costos
para ir a hablar con la asociación.
Conocer el proceso de producción
y ver si están interesados.
Laura va a viajar
para ver la parte financiera y tú Rut
con la producción y comercialización.
Yo, don Ernesto.
Si tú has trabajado en esto
desde hace ya varios meses
y eres quien ha estado
en contacto con la asociación.
Yo estuve revisando los costos ahora
que Laura está en la agencia central.
Pero ella ha estado al pendiente de todo.
Jenny usted va a cubrir a Ruth esos días.
Como usted diga, Don Ernesto.
Van a ser días muy intensos.
Necesitamos saber si la producción va bien
y que la asociación
acepte las condiciones.
Así que hay mucho trabajo previo
que hacer.
Sí, Don Ernesto.
¿Está todo claro, Ruth? Sí.
Yo revisaré qué es lo que hay que hacer.
Bien, entonces cuando regrese,
Laura se coordina con ella.
De acuerdo.
Sí. Rogelio. Después vas a mi oficina.
Hay una información
que necesitamos revisar.
Voy en un rato. Don Ernesto.
Jenny, por favor, lléveme de una vez.
Los documentos que tengo que
ocultar.
Tú ya sabías de esto, Rogelio.
Sí, pero no era nada seguro hasta hoy.
¿Y si no lo hago
bien? Lo vas a hacer bien.
Por eso debes ir con Laura.
Ella va a ver si hay posibilidades
de abrir una agencia allá.
Ya entiendo. ¿Y tú?
Yo voy a viajar un día después de ustedes.
Pero voy a la Agencia
sur a ayudar con unas semanas.
¿Unas semanas?
Si, en un mes llega la auditoría
y todos los papeles deben estar en orden.
O sea que te vas por bastante tiempo.
Sí, Ruth, pero solo unas semanas.
Aún no sé si una o dos.
Pero Bueno, ya es hora del almuerzo.
Vamos a comer. No sé si tengo hambre.
Rogelio, en serio.
Aún no sabes cuanto tiempo te irás.
Doña Marta.
Cómo le.
¿Va? ¿Qué tal, doña Esperanza? Como está.
Aquí corriendo.
Igual que usted. ¿Y para dónde va?
Voy a la colonia esta de San Julián
a atender a la hija de doña Mirna.
La señora que nos vende quesos.
Ah, ya sé quién.
Entonces vamos a caminar juntas un rato.
Yo voy aquí nomás a los residenciales.
Aquí cerca.
Menos mal. Sí, así platicamos un poquito.
¿Y que está embarazada
la hija de doña Mirna?
Sí, pero la mayor ya tiene cinco meses.
A la que.
Bueno, doña Mirna, de estar contenta.
Imagínese
su primer nieto y de su primera hija.
25 años tiene la.
Muchacha eso. Está bueno. Sí.
Y ahorita a ver cómo está, porque anoche
hubo efecto de Luna y me mandó a llamar.
Es que dicen. ¿Que dan dolores, verdad,
doña Marta?
Pues algunas sí les pasa, pero no a todas.
Yo, como ya no me acuerdo, le soy sincera.
Dígamelo a mí, que solo mi Rogelio tengo.
Y tan bonito que está.
Es un muchacho bien formal.
Ahí lo veo. Cuando va para la cooperativa.
Ay, sí, 24 años tiene ya mi patojo.
Y vaya que no se le ha casado.
Es que él siempre me dijo Mamá,
yo quiero trabajar
y ahorrar antes de formar una familia.
¡Qué bueno!
Y que se tome su tiempo para pensarlo.
Eso le he dicho siempre. Señora.
Buenos días.
Buenos días, don Paco.
Que le vaya bien.
Gracias. Y cuénteme.
¿Cómo están los patojos?
Bien. Ahorita, estudiando.
Y eso está bueno.
A Lucía
la vi en el campo después del partido.
¡Cállese! ¿Todavía están peleando conmigo?
¿Porque ella no llegaron a ver
nada del bendito partido?
Sí, ya se había terminado
cuando vi que iban llegando.
Es que primero me acompañaron al mercado.
Me a la que noté algo triste fue a Lucía.
Tiene algún problema.
¿Patoja? Como que ando algo enamorada.
Pero a todos nos pasa esa edad.
Esperanza acuérdese usted.
Ya ni tiempo tengo para acordarme de eso.
Pero es bueno para que pueda platicar
con Lucía.
¿Ay, no, doña Marta, cómo va a creer?
A mí me da vergüenza hablar de esas cosas,
menos con ojos.
¿Y si usted no lo hace, dónde
cree que van a aprender, doña Esperanza?
Ay, no sé.
En mis tiempos, mi mamá solo una vez
me dijo Si abre las patas, ahí miras.
¿Qué haces, quién te recoge?
Porque yo no te voy a mantener.
Y yo ni sabía de qué me estaba hablando.
Sí, pero como usted dice,
en aquella época, ahora es diferente.
Los patojos saben mucho,
pero es cuando más orientación necesitan.
Ay, pues yo lo que le digo a Lucía
es que ella sabrá
lo que le conviene hacer
toda vez que siga estudiando.
Pero debería tratar de acercarse
más a ella para que le cuente qué le pasa.
Cómo se siente.
¿Hoy doña Marta? No sé.
Yo siento que cada vez los entiendo menos
y ellos ya ni quieren estar conmigo.
No sé cómo hablar con ellos.
Pero inténtelo y cuando tenga dudas
vaya a platicar conmigo.
De repente, entre las dos
se nos ocurre algo.
Gracias, doña Marta.
Y mire, aprovechando
le quiero preguntar algo.
¿Qué será?
Fíjese que doña Olga me ha estado
invitando a las reuniones de su grupo.
¿Y usted quiere ir?
Bueno, primero no tengo tiempo y además
yo miro que les pide
un montón de cosas
a las señoras que van y yo no tengo.
Si no puede, entonces no vaya.
Pero viera cómo me insiste usted.
Y si tal vez por no ir
es que tengo tantos problemas.
No creo que eso sea así.
Pero me imagino que ella lo hace
porque quiere hacerle un bien a usted.
Ay, no sé, tengo mis dudas, pero
al mismo tiempo me siento comprometida.
Pues vaya y quítese la duda.
Y si no le agrada, no vuelva a ir.
Mire, Esperanza,
ponerse al servicio de los demás
por delante de los propios intereses
es un acto de humildad y buena voluntad.
Al final, por los frutos
que cada persona da, se le conoce.
Ay, no sé, doña Marta.
A veces las palabras
están llenas de buenas intenciones,
pero solo son eso, palabras.
Entonces lo mejor es buscar dentro de uno
mismo.
Allí se puede encontrar la verdad.
¿Qué onda, Jefferson?
¿Qué te pasó?
Vos aquí, Oscar.
Que me torcí el tobillo, hombre.
¿Y dónde metiste la pata? Pues
no friegues, Manu.
Jugando fut.
Me dieron un gran toque. A la voz.
¿Y cómo hiciste para venirte?
Porque no te trajiste la moto.
¿Y cómo tuve que pagar un colectivo
desde allá? Vos.
Y para colmo
se quedó en un retén aquí, en la entrada.
Tuve que tomar un taxi para venir.
Y aún así llegaste tarde, Manu.
Y la licenciada Isela andaba
bien contenta preguntando por vos.
Me lo imaginé.
Y hace ratos.
Oh, la reunión ya va a terminar.
Ya tiene ratos que cerraron la puerta.
Y si tocas,
tal vez todavía te dejan entrar.
Bien.
Ya sabes como es la licenciada Allende.
Puntual. Media vez. Dice una hora.
Al menos tienes que estar diez minutos
antes.
Cabal, vos.
Pero la hubieras llamado.
¿No mirás que por las caderas
no tengo saldo ni para un mensajito?
¿Le hubieras mandado un WhatsApp? Pasó.
No tengo saldo ni redes hasta ahorita
que estoy entrando a la oficina.
Me estoy conectando al wifi.
Tan cómodo que sos Manuel vos.
No es eso. ¿Casaca?
¿Y no te acabas de comprar la moto?
Pues vos algún transe tenés.
Dejate de. Pajeros. Vos.
Vos tal vez, pero yo no.
Ay, sí. Ay, sí. No te hagas el santo.
Pensá en tu esposa y tu chanchita, hombre.
Anda de otro lado. Mejor.
¿Yo estoy pensando Qué
le voy a decir a la licenciada?
Y hablando de chavitas,
ahí viene Marianita de Recursos humanos.
Hola, Jefferson.
¿Qué te pasó?
Hola, Mariana.
Pues nada, solo me lesioné el tobillo.
Ah, la gran.
Pero así no te hubieras venido.
¿No te suspendió, Alex? Es que fue ayer.
Me atendieron en una clínica privada
allá en San Juan.
Vaya que tienes pisto.
No, hombre, es que fue de emergencia.
Hola, Mariana. ¿Y yo qué estoy pintado?
Disculpa,
Oscar, es que estaba viendo a Jefferson.
¿Cómo estás?
Pues no tan bien como tú, pero ahí vamos.
¿Sí? Pues ya me acordé.
¿Por qué no te saludo?
Uy, tan delicada.
No bromees así, Oscar.
Además, ya sabes que la licenciada Itzel.
Es muy estricta.
Y si te oye.
Solo estoy bromeando.
Vas allá tú.
Bueno, Jefferson, que sigas mejor.
Nos vemos al rato.
Gracias, Mariana.
Nos vemos después.
Nos vemos después, Marianita.
Pareces muchachito, Oscar. Ahí nos vemos.
Como no soy Canche.
Anda a trabajar.
Mejor los dejo
porque tengo mucho que hacer.
Ay, Marianita, Tan buena.
Y así le quieres caer bien.
No seas chucho, hombre.
Como no soy Jefferson. Chavas.
Ella es amable con todos.
¿Ah, me vas a decir que no echas color?
Que le. ¿Gustas?
No. Y ella tiene novio.
Y yo soy casado.
No confundas las cosas, mano.
No te hagas mano.
Si yo fuera vos, ya me la hubiera quedado.
Cállate vos.
Eso de verdad
es meterse a clavos por puro gusto.
¿Qué?
¿Y lo del pie donde lo dejas?
Ah, pero eso es por el fútbol.
Es otra cosa.
Y créeme que ahorita estoy bien arreglado.
Como para que no.
Pero la licenciada. Y sí,
él es buena onda.
No creo que pase mayor cosa. Ojalá vos.
Ya salieron Vos.
Bueno, que Dios te acompañe.
Yo mejor me voy. ¿Qué hago vos?
Será que voy a su oficina o espero. Fijo.
Te va a llamar.
¿Sos brujo, Mano?
¿Aló, Marianita?
Sí, ya voy para su oficina.
Pilas vos, Que todo te salga bien.
Va, ahí te cuento.
Vivo. Pues.
Adelante.
Permiso.
¿Y la licencia?
Ya viene.
Sentate y suerte.
Gracias, Mariana.
Buenos días.
Eh, Buenos días, licenciada.
Bueno, Jefferson.
¿Qué pasó?
Disculpe, licenciada,
pero tuve un contratiempo.
Usted sabe lo importante que era esta
reunión.
Se lo dije hace más de una semana.
Sí, licenciada, pero.
Pues le informo, Jefferson,
que esta falta va a su expediente
y se le van a descontar las horas
que vino tarde.
Pero si usted me deja explicarle.
Lo que pasa es que.
Mire, Jefferson, esto debería preocuparle
porque va más allá de un descuento.
Lo que está poniendo en riesgo
al venir tarde
y faltar de esta manera
a sus responsabilidades es su ascenso.
Toma mi mano.
Entérate más sobre. Toma mi mano.
El audio novela y los recursos disponibles
en Triple W punto.
Toma mi mano punto F o síguenos en
Instagram y TikTok como toma mi mano VSA.
No te pierdas nuevos episodios
cada miércoles.
Escúchalas en Spotify, YouTube
y Apple Podcast.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.