Gabriel le promete a Güicha protección de las extorsiones, pero también le pide que regresen, generando más confusión en su relación. Andrea le cuenta a Ixchel la complicada situación que vive con Jefferson. Por otro lado, Ruth regresa a casa y descubre lo que el tío Antonio le está haciendo a Silvia. Si desea encontrar recursos en la zona de Los Angeles puede visitar: tomamimano.us/recursos
Es el momento de empezar.
De nuevo juntos.
Volver a nacer.
Toma mi mano.
Pero decime.
¿Estás bien?
¿No te lastimaron? No, Gabriel,
Estoy bien.
Solo fue el susto
que llevamos con doña Chica.
Y esa doñita. ¿A donde está?
Está ahí atrás, descansando.
Le dio su calmante.
Estaba muy nerviosa.
Casi los alcanzamos,
pero solo logramos dar unos tiros
para asustar al maje del Casper.
Maldito.
Este es mi territorio.
Pero se van a arrepentir.
Yo no quería contarte nada, Gabriel.
Ni al Alex, porque sabía
que se iba a armar un gran relajo.
Tranquila, agüita.
Esto se va a arreglar con una visita
a San Jacinto.
Esos majes no saben con quién se metieron.
¿Vos ya no les diste las varas
que te estaban pidiendo? No.
Porque la cuota que nos pidieron
es demasiado alta.
O si se pasaron esos majes andan cortando
rosas en el jardín de los plomazos.
Ese Casper no trabaja solo.
La primera vez vino con el CrossFit.
Simón es el mero coach del CrossFit
y ya estuvo en el bote un par de veces.
Por eso creo que no lo habíamos visto.
Con eso hay que ajustar cuentas.
Mi diablo.
Cabal.
Judas el Casper
es el primero que se va a ir Zuko.
Y que les caemos de una vez.
Nel, tranquilo mano,
hay que cranear un cacho la casaca.
Vamos ahorita mismo, diablo.
Nah, el CrossFit está esperando
que le caigamos hoy en la noche.
Deben de estar preparados para recibirnos.
Tenés razón. Nos pueden hacer unas olas.
Simón, compadre,
lo que nos conviene es dejar que se
enfríe un cacho la onda y caerles
cuando no nos esperen.
Y si. Vienen otra vez a la farmacia. Del.
Lo que querían era dejarme claro
el mensaje.
¿Será que ya no vienen a fregar? ¿Gabriel?
No creo.
Pero por si las moscas, te voy a poner
a dos chavos para que cuiden la farmacia.
Hoy no será peor.
Solo van a estar afuera vigilando.
Voy a sacar de una vez
con los chavos. Órale.
Mucha buena onda, Judas.
Qué bueno que no te pasó nada, preciosa.
Lo que me preocupa es que
esto se va a poner cada vez más feo.
No te arriesgues,
Gabriel. Y tampoco al. Alex.
Tranquila, los que se van a arrepentir
de haber venido a chingar son esos majes.
Pero vos y el Alex también
pueden salir lastimados.
¿Vos todavía me querés, verdad?
Ya no quiero que les pase nada. Gabriel.
Vos sabés que todavía me llegas un chingo
y quiero cuidarte.
Gracias, Gabriel, pero.
Yo quiero que estés conmigo. Gabriel.
Vos cada vez te metés a cosas más turbias
y no es la vida que quiero.
No pasa nada, mi amor.
Yo te quiero a mi lado.
No sé. ¿Vas a regresar conmigo, preciosa?
Lo voy a pensar. Gabriel.
Pues no lo pienses mucho
o la oferta de este muñeco se te va a ir.
Me voy antes que venga la jura.
Pero estamos pendientes.
¿Dónde habré puesto las llaves?
Aquí están.
¿Estás bien, Luisa?
Y el Gabriel saliendo. ¿Le pasó algo?
Estoy bien.
Solo es de basura del Casper que quebró
todo el mostrador.
Qué desgracia. ¿Y vos, Alex?
Yo te dije que no le contaras nada
a Gabriel.
Acordate que si no lo hacía
y te pasaba algo, a mí
me hubiera llevado a la chingada
con mi hermano.
Tal vez sí, así como es aquel.
Pero ya pasó.
¿Y qué?
¿Qué te dijo el Gabriel?
Que me va a cuidar,
Que todavía le importo.
Sigue con el rollo de que volvamos.
Y le dije que lo voy a pensar en serio.
Sí, pero lo más seguro es que no.
Alex, No voy a volver con tu hermano.
Bueno, ese es tu rollo.
Pero ahora sí.
No le digas nada,
por favor. Ale. ¿Cómo crees?
Esa es tu decisión, Bicha.
Tienes que buscar
lo que es mejor para vos.
Lo mismo te digo yo a vos.
Es mejor que te alejes de Gabriel.
Esto se va a volver
una guerra de pandillas.
A mí no me meten esos rollos.
¿Pero de que se va a vengar?
De lo que te hicieron.
Se va a vengar.
De todos modos, tené cuidado.
Pues yo estoy más tranquilo ahora.
Siento que todo está
mejorando con Gabriel.
¿Mejorando? Sí.
Con decirte que
hasta me dejó volver a estudiar.
Al fin llegaron estos.
Por lo menos llegaron. Quédate aquí.
Voy a traer a doña Chica porque de plano
van a querer que dé su declaración.
Ah, y hay una cosa, Alex.
No te confíes.
Vos sabes que el Gabriel siempre tiene
algo escondido en las cosas
que hacen.
Toma mi mano.
Mami.
Hasta la casa de mis abuelitos.
Sí, mi amor.
¿Pero por qué hablas así?
Para que no me escuches.
No tengas pena, Emma.
Por eso estamos pasando
del otro lado de la calle.
Ahí está viviendo mi papi ahora.
Creo que sí, mi amor.
Y ahora quiero. Ver. Mami.
Hoy no podemos, Emma.
Sólo vine a dejarle unas cosas a Israel
y nos regresamos a la casa.
¿Y por qué?
Porque ahorita tu papá está trabajando.
Cuando estemos en la casa,
le mandas un mensaje. Sí.
Está bien. Mira, ya llegamos.
Ya quiero jugar en el parque.
Mami. No, mi amor.
No nos vamos a quedar mucho tiempo.
Hola, mami.
Hola, Pablo. ¿Como estás?
Bien, gracias. Andrea. ¿Y usted?
Bien. Aquí.
Buscando a tu mamá.
Hola, Pablo. Hola, Emma. Pasen.
Adelante. Siéntense.
Ahorita la llamo.
Andrea.
Y esa sorpresa. Buenas tardes, Michel.
Solo le vengo a dejar el producto que me
pidió.
Es cierto.
Se me había olvidado.
¿Quieren tomar algo, Andrea?
No se preocupe, Michel.
Mira, Pablito,
Vinieron tus zapatos de fútbol.
Qué bueno, porque los que yo tengo
ya se están rompiendo
a tiempo. Entonces.
Eh, Ahí viene lo demás que me pidió.
Muchas gracias, Andrea.
Pero lo hubiera mandado.
¿Conlleva eso?
No, es que quise venir a dejárselo.
Mi papi ya no vive con nosotras.
Ay, Emma, No digas cosas.
¿Por qué no vamos a la cocina, Andrea?
Así nos tomamos un cafecito en lo que
los patojos miran un rato la tele.
No quiero molestarla y.
Ser No es ninguna molestia.
Pablito, quédate un rato con Emma
aquí en la sala, por favor.
Vaya, mamá.
No vayas a estar molestando, mi amor.
No, mami.
Véngase, Andrea.
¿Quiere café?
Sí, gracias.
Usted siempre molestándose con nosotros.
Ya sabe que yo los aprecio mucho.
Gracias, Itzel.
La verdad, es muy difícil
lo que estamos viviendo con Jefferson.
¿Pero en serio?
Jefferson no está con ustedes.
El sábado en la noche le dije que
se regresara con su papá el sábado.
El día de la fiesta de don Raúl.
Por ir a la fiesta fue que nos molestamos.
¿Y qué pasó?
Cuando llegamos, don Raúl empezó
a hacer un gran alboroto
porque yo llegué con Jefferson
y como no me soporta que señor.
Yo misma confirmé lo que dicen de él.
A mí también me echó de su casa.
No le creo.
Qué pena con usted, Michel.
No. Qué pena con doña Concha.
Ella estaba muy preocupada con todo.
Yo no quería ir.
Ya conozco a mi suegro.
Pero fui por Jefferson
y su mamá, Doña Concha.
Quería ver a Emma.
Y por eso fuimos a la fiesta.
¿Y Jefferson que hizo?
Nos defendió a su mamá y a mí.
Pero cuando le dije que nos fuéramos de
allí, decidió quedarse con su papá.
¿Y por qué habrá hecho eso? No sé.
El asunto es que nosotras nos fuimos
y él se quedó.
Así que cuando llegó a la casa,
le dije que se llevara sus cosas
y se quedara con su papá.
No quiero que piense
que estoy defendiendo a Jefferson,
pero tal vez lo hizo
para que no pasara nada grave.
Algo así.
Me dijo que se quedó
para cuidar a su mamá.
Pero ha sido la misma historia.
Estos cinco años.
El siempre justifica su papá.
A veces hay apegos muy fuertes
entre padres e hijos y cuesta hacer
esa separación.
Pues la verdad
no sé que le pasa a Jefferson.
Siempre ha sido tan alegre
ver lo bueno de todo.
Nos reíamos mucho y creíamos que
mientras estuviéramos juntos
podríamos hacer cualquier cosa.
Pero ahora ha cambiado tanto.
Ay, Andrea.
Deben buscar la manera
de arreglar las cosas.
Recuerde que esta Emma también.
Si en las noches habla con él.
Lo extraña mucho.
No pueden estar así siempre.
Pues el asunto es que
si Jefferson no cambia,
yo no puedo regresar con él.
Toma mi mano.
Hola, Ruth.
¿Cómo vas?
¿Terminaste el reporte sobre el rating
de la campaña de planificación familiar?
Sí, acabo de terminarlo.
Por eso me quedé tarde. Yo también.
Tenía que dejar listo una presentación
para la misma reunión de mañana.
¿Qué te falta?
Nada. Ya dejé listas las copias.
Qué pilas.
Ya vas. A.
Y la licenciada Hillel dejó dicho
que quiere que la acompañes
a esa reunión
para que aprendas a presentar proyectos.
¿Y yo?
Si lo vas a hacer bien.
Bueno, eso espero. Vámonos.
Pues que ya se hizo tarde.
Te voy a dar
jalón. ¿Ya tienes moto otra vez?
No, hombre.
Te voy a dar jalón.
En dos.
En dos. Patadas.
Ay, Jefferson, Ese chiste es más viejo.
Qué elegancia la de Francia.
Es que hoy es un día muy especial.
¿Y a dónde vas?
Con unas amigas a celebrar un cumpleaños.
Ah, pues que lo disfrutes.
Eso ni lo dudes, hermanito.
Seguro que sí.
Voy a venir tarde, así
que no me esperen despiertos.
No te alojes mucho si.
Vos tampoco, hermanito.
No hagas muchas travesuras.
Ven jugar. Ahí.
¿Y esos amores con ese animal?
Solo me estoy ganando su confianza.
Ay, pobre Silvia.
Pero yo voy a sentir mucho alivio
cuando desaparezca esa gata.
Ah, pero yo no la desaparecería.
¿Por qué?
Son siete años de mala suerte.
Puros cuentos.
Mejor prevenir mi Moises.
Lo que sí
te digo es que te cuides de ese animal.
No voy a hacer que te vuelva a arañar
toda la cara.
Vas a estar lleno de cicatrices.
Si lo vuelve a intentar,
le daré una buena lección.
¿A quién le va a dar una lección, tío?
Hola, sobrina.
¿Pues a quién más?
A ti. ¿A mí?
Sí, eso le decía a tu mamá.
Pues vean ustedes qué hacen. Yo ya me voy.
Sí. You later.
Ya vi, tío.
Cómo me quiere.
Sí, es muy dulce.
Igual que tú.
Sabes que mientras tú le das de comer
a la gata, yo preparo la mesa.
Por eso
digo que usted es el mejor tío que tengo.
Preparé tu comida favorita.
Mmmm. Qué rico huele.
Qué linda te ves.
¿Te pusiste los tacones?
Es para acostumbrarme, como usted me dijo.
Solo que me cuesta caminar.
Ya aprenderás.
Siempre hay una primera vez para todo.
Después, hasta con los ojos cerrados
podrás caminar.
Ruth, me encanta cuando sonríes.
Soy Silvia, tío.
Qué chistoso es usted.
Perdón.
Me equivoqué.
¿Y cómo te va con Pablo?
Muy bien.
Somos buenos amigos.
Y hoy me regaló un chocolate.
Y Silvia, que se me
hace que Pablo ya te está enamorando.
¿Y a ti te gusta?
Cómo que.
Ya le dije que no. Eso sí.
Él es muy amable.
No te creo. Hasta te pusiste rojita.
Es que hoy se quedó platicando conmigo
a la salida del instituto hasta que le
dije que ya tenía que venirme a la casa.
O sea que va en serio.
Ay, tío. ¿Cómo es?
No te asustes.
Solo hay una cosa que debe preocuparte.
Que si tú ya sabes besar.
No. ¿Cómo crees?
Nunca he besado a nadie.
Pues eso puede ser un problema.
¿Por qué? Imagínate.
Pablo se puede sentir decepcionado.
Ay, Dios.
¿Y qué hago? Fácil.
Como todo.
Solo tiene que haber
alguien que te enseñe a besar.
No es nada del otro mundo.
Yo puedo enseñarte.
¿Usted? Sí.
Es como un juego. ¿Cómo es Betty?
Sólo cierra los ojos
e imagina que soy Pablo,
que te enseña a besar.
Pero, tío.
No digas nada.
Sólo siente mis labios.
¿Qué está haciendo?
Suelte a mi hermana.
Y vos, Silvia, enciérrate en tu 4.º.
Sólo estábamos jugando.
No te enojes. A tu 4.º. Dije.
No salgas de ahí.
Ay, Rody.
Hasta aquí llegó mi paciencia, Ruth.
Te lo advertí. No le tengo. Miedo. No.
Pues ahora te voy a enseñar quién soy yo.
Toma mi mano.
Silvia no pudo decir no
cuando su tío Antonio le pidió un beso.
El abuso sexual incluye conductas usadas
por los abusadores
para controlar a sus víctimas.
Si tú o alguien que conoces ha pasado por
esto, recuerda, no es tu culpa.
Y no estás sola.
Digita triple W, punto.
Toma mi mano. Punto vs diagonal.
Recursos para encontrar ayuda
o para cuidar de tu bienestar.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.