Toma Mi Mano USA

Episodio 102: Sombrero rechazado

Episode Summary

Ruth intenta ocultar la herida que le hizo el tío Antonio, pero no sabe cómo enfrentarlo. Carlos planea drogar a Lucía durante la excursión para aprovecharse de ella. ¿Lo logrará? Jefferson le miente a sus padres sobre su situación con Andrea. Esto podría complicar aún más las cosas. Si desea encontrar recursos en la zona de Los Angeles puede visitar: tomamimano.us/recursos

Episode Transcription

Es el momento de empezar de nuevo juntos.

Volver a nacer.

Toma mi mano.

¿Qué está pasando aquí?

No pasa nada, Theresa.

¡Mamá! ¡Miren!

Miren lo que me hizo.

Saber qué hiciste.

Seguramente vos provocaste a tu tío. Mamá.

Ese señor me pegó.

Ella fue la que me faltó al respeto.

Es más, estos arañazos

no me los hizo la gata.

Fue Ruth. ¿Cómo te atreviste?

¿Por qué no me lo dijiste antes? Tono.

Si no quería que te enojaras, Theresa.

Y menos que regañara a Ruth. ¿Oíste eso?

¿Y todavía te atreves a acusarlo?

Sos una mosca muerta.

Pero, mamá.

Usted no vio lo que él

estaba haciendo con Silvia.

Y qué. ¿Era? ¿Pues?

Ideas de ella.

Estaba besando a Silvia.

Fue un beso inocente.

¿Cómo que un beso inocente?

La estaba besando en la boca.

En la boca del tono.

¿Y eso?

Tú misma lo has dicho.

Ruth siempre ha inventado cosas de mí.

No soporta la autoridad del hombre de la

casa.

¿Sabes qué, Theresa? Me voy de aquí.

Estoy harto de las acusaciones de Ruth.

Pero Tono.

Tú decides si creerle a ella o a mí.

Mamá, ya no lo deje entrar a esta casa.

Por favor. ¿Qué te pasa?

Él es mi único hermano.

Yo no puedo hacerle eso.

Y nosotras somos sus hijas.

¿Por qué permite que él nos haga esto?

Porque así es la vida, Ruth.

Las mujeres

debemos aceptar lo que nos toca.

¿Aceptar qué?

Golpes.

Abuso o aceptar el silencio.

Si eso te pasa

es porque vos te lo buscaste.

Desde los siete años, Mamá. Ay, Ruth.

A las mujeres no nos queda de otra

que aprender por la mala.

A golpes dice usted. Si es necesario.

¿Cómo puede decir eso, mamá?

Nadie merece lo que

mi tío me ha hecho a mí.

Y lo peor es que ahora se lo

quiere hacer a Silvia.

Son puras ideas tuyas. No, mamá.

Si no llego a tiempo a.

Saber ni qué le hubiera hecho. A Silvia.

Por eso me pegó.

Mira, Silvia no es ninguna chiquita.

Si se dejó besar,

a lo mejor fue porque ella quería.

Tiene 12 años, mamá.

Es una niña.

Lo que está.

A esa edad están más despiertas que vos.

Deja de preocuparte por ella.

Mejor preocúpate de cómo vas a ocultar

esos moretones porque ya se te ven.

¿Y qué importa? Sí importa.

Si vas a trabajar así.

Saber ni qué va a pensar la gente.

Y si no vas, te van a descontar el dinero.

Y eso no nos conviene.

Así que echate suficiente maquillaje.

No todo se resuelve con maquillaje, mamá.

Tarde o temprano, la verdad se va a saber.

Vos no vas a decir nada. ¿Me oís?

Dudo que querrás que todo el pueblo

se entere que sos una enferma

que se metió en la cama con su propio tío.

Aquí el único enfermo es ese señor.

Te guste o no, ese señor es mi hermano

y es dueño de esta casa como yo.

Así que cuida tus palabras, Ruth.

Y si no querés tener problemas conmigo,

es mejor que hagas lo que él te diga.

¿Qué?

Y lo mismo le va a decir a Silvia

que haga.

Lo que él diga. Ay, cállate.

Vos estás bien loca.

Mejor me voy a buscar a tu tío.

Pobre de vos.

Si él no quiere regresar.

Y de una vez te digo.

Si él pide que te disculpes,

ten por seguro que lo vas a hacer.

Ruth.

¿Qué pasó?

Tenés bien hinchada la cara.

No pasa nada, Silvia. No te asustes.

¿Te peleaste con el tío Tono? Algo así.

Yo oí que gritaban,

pero como me dijiste que no saliera.

¿Él te pegó? Sí. ¿Por qué?

Fue por mi culpa.

No, tú no tienes la culpa de nada.

Él no tenía que besarte.

Pero él dijo que solo me estaba enseñando.

No, Silvia, eso no es normal.

Él es un hombre adulto y tú eres una niña.

Pero él es mi tío y también es mi amigo.

Me dijo que no tiene nada de malo.

Pues sí, es algo malo.

Silvia,

ese señor se aprovechó de tu confianza.

Mira, hermanita.

Nadie puede besarte o tocarte.

Nadie. Silvia.

Y si lo hacen, me lo tenés que decir.

Pero solo era un juego.

Eso no es un juego.

Y el tío Antonio lo sabe.

Él te ha dicho cosas para confundirte.

Pero nadie debe tocar tu cuerpo

o tus partes íntimas.

Repetirlo, Silvia.

Nadie debe tocar mi cuerpo

o mis partes íntimas.

¿Pero

qué hago si él quiere besarme otra vez?

Lo que tienes que hacer es decir no.

Y debes gritar muy fuerte.

Salir corriendo.

Contárselo a alguien. ¿Alguien como quién?

Si mi mamá ni nos pone atención ni a vos

te cree, menos me va a creer a mí.

José.

Pero me tenés a mí y yo voy a cuidarte.

Es más, ahorita que estamos solas

vamos a mover tu cama a mi 4.º.

¿Y eso por qué?

Porque mi 4.º sí tiene chapa con llave.

Además, desde mañana vamos a ver

dónde te podés quedar después de clases.

No quiero que estés

ni un minuto más a solas con ese señor.

Toma mi mano.

Abuelita.

Ya me firmó el permiso. Permiso.

¿Qué permiso?

El de la excursión.

Ay, Dios mío. ¿Dónde lo dejé? Aquí está.

Déjame leerlo.

Estimados padres de familia o encargados

por este medio.

La dirección del establecimiento.

Excursión. Garreta, Lu, Leo.

Los estudiantes no podrán participar

sin la autorización firmada por ustedes.

Me la firma, abuelita.

Ay, pero son dos días. Lucía.

No se preocupe.

Van un montón de maestros

y nos van a cuidar.

No. La que se tiene que cuidar sos vos.

Usted sabe que si te.

Voy a firmar la nota, pero después

platicamos más despacio del asunto.

Que ahorita ya me tengo que ir.

Gracias abuelita.

Hala, qué dichoso tres.

¿Se van dos días de viaje?

Sí, y vamos a conocer el mar.

¿No me quieres llevar en la mochila?

¿Cómo se te ocurre?

Este es un viaje para grandes.

Ya te va a llegar a vos también.

Pero faltan dos años.

Ay, ten paciencia, angelito.

Qué fácil es decirlo.

El tiempo se pasa rápido.

Ya vas a ver.

Todo a su tiempo.

Ajá. Cabal, Hoy regreso.

Le voy a ir a contar a Verónica

que si me voy a la excursión.

Te vas conmigo a la excursión.

Ángel, no molestes más.

Mejor me quedo haciendo la tarea.

Que alegre

cómo me quisiera ir con ustedes.

Ay, a mí también

me gustaría que nos acompañara.

Por lo menos voy a tener tiempo para hacer

tareas mientras cuido mi Aurorita.

Pero cuando crezca,

nos vamos de viaje con ella.

Eso sí.

Y contame que vas a hacer con lo que te

está pidiendo Carlos.

La verdad

yo no estoy segura de querer hacerlo.

Entonces, si no querés, no lo hagas.

Mirá que te puedes meter a unos clavos.

Ay, la señora ya da consejos.

¿Acordate, Lucía, cuántas veces

vos misma nos dijiste que todas

tenemos metas y sueños que cumplir?

Que pensáramos bien lo que hacíamos.

¿Qué onda, Carlos?

Y eso que no estás con tu chava.

Lucía se fue con la Verónica.

A darse la plática de.

Plano para que le explique que hacer.

¿Es su primera vez?

No me digas que todavía no te la

has planchado.

No, vos la Lucía. Me confunde.

No sé si se hace la

difícil o si de verdad quiere tener sexo

hasta más adelante.

¿Por qué no te buscas otra chava

que no ande con tantos mates?

Porque chavas como Lucía

yo me las estreno.

Y valdrá la pena meterse a tanto. Lío.

Para mí sí lo vale.

Por eso quiero que me eches la mano. Digo.

Depende de qué se trate.

Vos me puedes conseguir algo

para ponerle a dormir,

pero que no sea peligroso.

Grueso a mano.

Pues te puedo conseguir unas pastillas.

No quisiera usarlas, pero si es necesario.

Ni modo.

Te voy a conseguir unas

que se pueden mezclar con todo y.

Que no todas son iguales.

No mano.

Hay que tener cuidado

con algunas de esas drogas,

porque si se mezclan con licor

hasta se puede morir la chava.

No vos.

Yo quiero pasarla

alegre, no tener ningún clavo.

Después.

¿Quieres aprovechar a lo grande el viaje?

Ah, pues sí.

Es la mejor oportunidad que tengo

para tenerla sólo para.

Mí a la mano.

Si estás desesperado, va.

Pero bien que valdrá la pena.

Entonces, si querés

nos chocamos en tu casa al rato está.

Bueno y así te las pago de una vez.

Aquí te traje las.

Pastillas a la que buena. Onda.

Mira. Pues guárdalas

bien y no te pases de la medida.

Te lo estoy advirtiendo, Carlos. Sí,

si entendí bien.

Aquí está el dinero.

Gracias, Diego.

¿Y qué hacía ese patojo aquí, Carlos?

¿Quién?

¿Cómo que quién? El pandillero ese.

Digo.

Sólo vino a preguntarme a qué hora

salimos para la excursión.

Mira a mi hijo.

No quiero que tengas mucha confianza.

Con esos tus. Compañeros.

Pero. Porque, mamá.

Yo solo te digo, ellos no son como vos.

En ese viaje,

mantenerte alejado de esos patojos.

No te preocupes, mamita.

Yo me voy a quedar bien cerquita de Lucía.

Ay, por Dios santo, Carlos.

¿Me querés matar de una cólera?

Déjame en paz, mamá.

Yo sé lo que hago.

Solo te digo

que si la patoja sale embarazada

vos no vas a responder por el muchachito

que esa traiga al mundo.

¿Me entendiste, Carlos?

Toma mi mano.

No, ya voy

yo solo.

Buenas, mamá. ¿Qué haces aquí, mijo? Aquí.

Pidiendo posada. ¿Cómo así?

¿Puedo entrar, mamá?

Así le cuento todo. Sí, Sí, mijo.

Pasa.

Tranquilos, muchachos.

¡Ay, cómo hacen de bulla estos perros!

Brujo. Cachito coinci. Vayan pa afuera.

¿Y mi papá no ha venido?

Todavía no, pero no tardará en venir.

¿Y qué traes en esas mochilas?

Son mis cosas, mamá.

¿Qué hay, mijo?

No molestes así.

No la estoy molestando.

Aquí traigo toda mi ropa.

¿Y por qué, Jefferson?

¿Te peleaste con Andrea?

Ella está muy enojada conmigo, mamá.

Por lo del sábado, me imagino. Sí.

Esa noche, cuando llegué a la casa.

Andrea había empacado mis cosas.

Ay, hijo.

Yo te dije que no te quedaras.

Es que no me imaginé

que me iba a echar de la casa por eso.

A mí me dio un mal presentimiento

cuando ella se fue con Emma.

Íbamos muy dolida.

Sí, mamá.

Pero nunca pensé que esto iba a pasar.

¿Y dónde te has quedado estos días? Este

en una pensión.

¿En una pensión?

¿Por qué no te viniste para la casa

Jefferson?

La verdad, no me atreví, Mamá.

No quise que ustedes,

mis papás, se enteraran.

Ay, mi hijo. Sabes que esta es tu casa.

Te hubieras venido aquí de una vez

sin saber

ni qué penas

has pasado en ese lugar. Cabal.

Por eso es que me vine

y porque me siento muy solo.

Jefferson, me da mucha tristeza

que no estés con Andrea y Emma.

Ellas son tu familia. Sí, mamá.

Pero por ahora solo puedo esperar

que se le pase el enojo a Andrea

para poder hablar con ella.

Sí, mi hijo.

Tenés que arreglar eso.

¿Y qué le vas a decir a tu papá?

Tampoco sé qué decirle. Mamá.

Yo digo que se va a poner contento

de que estés aquí en la casa.

Pero no va a ser para siempre, mamá.

Voy a estar aquí

mientras arreglo las cosas con Andrea.

Eso ni se lo mencioné.

Ay, Dios.

Ya vino tu papá. ¿A la granja?

¿Qué es eso, mijo?

Es el regalo para mi papá.

Con todo lo que pasó

el sábado, ya no se lo di.

Concepción.

¿Ya le diste comida a los chuchos?

Sí, sí, Raúl, Ya les di.

Jefferson.

Pues qué chingados haces. ¿Aquí, eh?

Buenas noches, papá.

Eran buenas hasta que vi tu cara.

¿Qué haces aquí? Te estoy preguntando.

Este. Pérate.

Y esas mochilas que.

No me digas que la Andrea está aquí.

No, Raúl Jefferson viene solo.

A vos te estoy preguntando, Concepción.

Ya, papá. Hombre.

Yo vengo. Solo. Y eso están antes.

Que Es que voy a quedarme unos días

aquí en la casa.

Capuchinas.

¿Vos qué crees que te voy a recibir?

Pues sí, Yo

quiero arreglar las cosas con usted.

¿Y cómo pensás componer las cosas?

Ya sabe,

trabajando y poniendo orden en la finca

otra vez.

Ah, eso no es suficiente, Jefferson.

Pues eso lo platicamos.

Y para que vea que

quiero hacer las paces con usted.

Aquí le traigo un regalo.

¿Crees que con un regalo

me vas a contentar?

Al menos ábralo, papá.

Abrirlo vos, Concha.

Es un sombrero muy bonito.

De los que le gustan. Mmm.

Un sombrero.

Mira lo que hago

con este sombrerito de Paca.

No, papá.

¿Qué está haciendo con este pinche

sombrero?

No vas a arreglar nada.

Hey, no seas ingrato.

No te metas con Charlie.

A mí no me vengas a fregar más

la vida, Jefferson.

Con eso que saliste

en esa babosada de planificación.

Terminaste de joder las cosas.

Dejaste de ser mi hijo. Pues.

Pues yo vine aquí porque dejé a Andrea.

No me vengas con pajas, Jefferson.

Es cierto, papá.

Yo la dejé.

Jefferson. No te creo, Jefferson.

Es verdad, papá.

La dejé porque quiero arreglar las cosas

con usted.

Con mi mamá.

Y también en la finca.

Toma mi mano.

Entérate más sobre.

Toma mi mano.

El audio novela

y los recursos disponibles en Triple W.

Punto. Toma mi mano Punto s o síguenos

en Instagram y TikTok

como toma mi mano U.S.A.

No te pierdas nuevos episodios

cada miércoles.

Escucha las.

En Spotify, YouTube y Apple Podcast.

Este proyecto fue desarrollado

por Population Media Center.