Andrea se enfurece al descubrir la mentira de Jefferson. Mientras tanto, un enfrentamiento entre pandillas está a punto de desatarse, poniendo a todos en alerta máxima. Carlos lleva a cabo su plan para drogar a Lucía, pero algo inesperado sucede.
Toma mi mano.
No encuentro la llave, mi amor.
Está en tu suéter. Mami.
En mi suéter.
Es cierto.
Vaya que te diste cuenta.
Emma.
¡Mami!
Kira es mi abuelita.
¿Dónde?
¿A De veras?
¡Abuelita! ¡Abuelita!
Hola, mi amor. ¿Cómo estás?
Bien. Doña Concha.
¿Qué anda haciendo aquí?
Hoy mi hija busca donas.
¿De veras?
De suerte, las vi
antes de que se metieran al callejón.
Mire. Pues.
Y nosotras tan tranquilas.
¿Qué es?
¿Entrar a mi casa, abuelita?
¿Me vas a dejar entrar?
Yo digo que sí.
Entremos pues. Pase, doña Concha.
Gracias, mija.
¿Y a que debemos su visita, doña Concha?
¡Ay, mi hija! Es que
quiero hablar contigo.
¿Y de qué será? De Jefferson.
¿En la mandó?
No, mija. Él ni sabe que vine a buscarte.
Lo que pasa es que
estoy muy preocupada por él.
Abuelita.
Mira mi libro para pintar.
Qué bonito, mi amor.
Así vas a ser una gran artista.
Vas a pintar muchas cosas.
Ay, mi amor.
Tenés que hacer tus tareas.
Vamos.
Ay, no, Mami,
Yo quiero jugar con mi abuelita.
Mira, Emma, lo que te traje.
Un chocolate.
Gracias, abuelita.
Anda a hacer tus tareas y después jugamos.
Sí, Está bien, abuelita.
Ahorita regreso, Doña Concha.
Aquí tiene su cafecito.
Mire como le gusta. Gracias, mija.
¿Y qué es lo que le preocupa de Jefferson?
Es que está muy mal. Andrea.
Se ve triste.
Pues está así por su gusto, Doña Concha.
No, mi hija.
Lo que pasa es que las extraña bastante.
Nosotras también lo extrañamos.
Pero él sabe bien que hasta que tome la
decisión correcta, vamos a regresar.
Pero mi hija en las. Quiere mucho.
Y le hacen falta. Lo sé, doña Concha.
El problema es que siempre quiere estar
bien con su papá antes que con nosotras.
Por eso le dije que se fuera con él.
Pero eso sólo le está haciendo daño.
¿Por qué?
Porque ahora le
agarró. Por tomar con Raúl.
¿De veras, doña Concha?
Sí, mija. Él no es así.
Con razón lleva días.
Y mandarle mensajes a M.
¿Pero qué le está pasando a Jefferson?
Ay, Andrea.
Por eso quiero que regresen.
No, al menos en este momento. Todavía no.
Pero él va a seguir tomando.
Mire, doña Concha.
Si yo acepto regresar con él
ahora todo va a ser igual o peor.
Jefferson va a seguir haciendo
lo que su papá le diga, mija.
Y si al menos hablas con él, Pues.
No lo sé.
Yo sé que le va a caer bien
hablar contigo.
Dale la oportunidad. A mi hijo.
Está bien.
Pero él tiene que venir aquí. Doña Concha.
Gracias, Andrea.
Aunque no significa
que vayamos a regresar.
Yo sé, mija.
Pero por lo menos van a mejorar las cosas.
Eso va a depender de Jefferson.
Y si llegas a la casa. Andrea.
Ay, doña Concha.
¿Cómo cree? Después de lo que ha pasado.
Yo no entro a esa casa.
Es más a ningún lado. Donde esté don Raúl.
Lo sé, mija.
Pero Raúl salió de viaje
y regresa la otra semana.
No, no me arriesgo.
Imagínese que de repente se aparezca ahí.
Ni pensarlo. Es bueno.
No va a ser así. Andrea.
Yo escuché a Raúl
cuando le encargó unas cosas a Jefferson.
¿Ah, sí?
Ya arregló las cosas con don Raúl.
Entonces.
Pues más o menos
con la mentira que le dijo.
Mentira.
Ay, se me salió.
¿Qué cosa? Olvídalo, mija. Doña Concha.
Si Jefferson anda mintiendo,
va a ser por gusto que hablemos.
Tienes razón, Andrea.
Pero no te vayas a enojar, por favor.
Pues depende de qué se trate.
Es que el día que llegó Jefferson
a la casa, Raúl se enojó bastante.
Y para que se calmara.
Jefferson dijo que fue él quien te dejó.
Jefferson dijo eso.
Pero lo hizo para que Raúl se calmara.
No puedo creerlo.
Discúlpeme, pero.
Qué cobarde fue Jefferson.
Entiéndelo, mija.
Tú sabes cómo es Raúl. No, doña Concha.
Si Jefferson no es capaz de enfrentar a su
papá.
¿Para qué?
Voy a hablar con él.
Toma mi mano.
Para.
Bueno, Don Cruz.
Todo quedó bien amarrado.
Gracias, Gerardo.
No me digas así, profe.
Pero si ese es tu nombre.
Sí, pero ya me acostumbré
a que me digan panqueque al patojo.
Vos y tus cosas.
¿Le cuento algo, don Cruz?
A ver qué pasó.
Fíjese que Alex regresó al instituto.
¿En serio?
No te creo.
Se lo juro, profe.
Desde la semana pasada empezó a llegar.
Esa sí es una buena noticia.
Lo que no quiere es regresar a jugar fut.
Poco a poco, mijo.
Cuando menos te lo imagines,
lo vamos a tener jugando otra vez
en el Renacimiento Juniors.
Ojalá, profe.
Bueno, lo dejo. Me tengo que ir.
Dale panqueque.
Ah, mira.
Aquí está tu pago de esta semana.
A la que buena onda, Don Cruz.
Me sirve mucho porque mañana
vamos a una excursión en el instituto.
Que lo pases bien entonces, Gerardo.
Panqueque Profe.
Buenas tardes, Don Cruz.
Disculpe que lo moleste.
¿Qué tal, mija?
Y eso que andas por aquí.
Tenía ratos de no verte.
Es que entre el trabajo y el estudio
no tengo mucho tiempo libre.
Qué bueno,
mija, que estés ocupando bien tu tiempo.
Y decime qué te trae por aquí.
Fíjese, don Cruz, que
necesito platicar con usted de algo.
Contame qué te pasa.
Yo creo que
no tarda en ocurrir un enfrentamiento
entre las pandillas de San Juan
y de San Jacinto.
¿Y por qué decís eso?
¿Usted supo lo que pasó en la farmacia
la semana pasada? Sí.
Me enteré de los balazos
frente a la farmacia que atendés.
¿Fue por la extorsión, verdad?
Cabal, Ahorita vengo de poner la denuncia
en el Ministerio Público.
Hiciste bien, mija.
¿Y qué tiene que ver eso
con lo del enfrentamiento?
Pues que Gabriel se enteró
que quienes estaban extorsionando
era la gente del CrossFit.
Creo que se están disputando
el territorio.
Don Cruz.
Lo que faltaba.
Eso sería
un gran riesgo para la gente del pueblo.
Sí, Don Cruz.
Podría haber una tragedia.
Usted ya sabe cómo es Gabriel.
Es una lástima que ese muchacho
se haya convertido en un criminal.
Y tú seguís siendo su novia.
Hace poco terminamos.
Es que con él no hay vida tranquila.
Pero cuando estaba contigo,
creo que se controlaba un poco más.
¿Le hacías bien? No fue suficiente.
Ahora Gabriel es más violento
y creo que no
va a permitir que el prosti se meta
en su territorio.
Cierto.
Se va a volver un gran lío en San Jacinto.
¿Verdad? ¡Ay, ay! Aquí Don Cruz.
Va a ser un cuento de no acabar.
Y en medio de todo este relajo está Alex.
¿Está segura de eso? Sí, Don Cruz.
Y el mismo Alex me contó
que está con Gabriel.
Y creo que Diego también
es parte de la pandilla.
No puede ser. Usted no sabía nada.
Hace rato lo sospechaba,
pero esperaba que no fuera verdad.
Yo espero que usted pueda hacer algo
para ayudar a los muchachos.
Yo estoy tratando de alejarme, así
que es muy poco en lo que podría ayudar.
Te entiendo.
Y gracias por preocuparte por los patojos.
En cuanto a lo otro,
creo que es mejor avisarle al comisario.
¿Pero y si la policía
encuentra al Alex en el enfrentamiento?
Por lo que sé, los patojos del instituto
se van de excursión un par de días.
Esperemos que Alex vaya con ellos.
Y por.
Bueno, muchachos.
Mañana vamos a San Jacinto
a caerle al Casper.
Y si tenemos suerte, nos echamos al cruce.
Y también
ya. Sabemos cómo se mueve. El Casper.
¿Y dónde lo vamos a encontrar?
Escuchen bien.
Lo vamos a agarrar cuando esté
solo con dos o tres de sus varos.
Nos vamos a mover en dos carros y.
Los demás se van en las motos
para vigilar que no venga la jura.
Vamos a darles una advertencia.
Pero si hacen alguna mulada,
se van chuscos ahí mismo.
La neta no me gustaría estar
en el pellejo de ese maje del Casper.
Pero la culpa la tiene el CrossFit
por mandarlo a escupir a tierra ajena.
Aquí están los cuetes, ya están cargados.
Vivo. Los quiero. Mucha manatí.
Yo te aviso cuando sea el momento. ¡Vivo
Diablo!
Todos estamos listos para caer a
San Jacinto a la hora que vos digas, mano.
Entonces, mi.
Diablo. También vamos por el CrossFit.
Si llegó su día. Que así sea, compadre.
Este es nuestro territorio.
Y aquí nadie se mete con el diablo.
Toma mi mano.
Dejarte con la canción por las malas.
Acelera.
El chofer Acelera.
El chofer que lo viene persiguiendo.
La mamá de su mujer No
es excursión. Va a estar. Bien. Chilena.
¿Y vos?
Es la primera vez que salgo tan lejos.
Lejos Y con tu querido Carlos.
Ya viste como te mira.
Déjalo que se la pase bien con sus cuates.
Pero a la noche.
Hoy a la noche. Todavía no sé.
No me digas que ya te asustaste.
Lo estoy pensando.
Chulita.
Hoy es cuando ya estás grandecita.
Nada que ver, Bárbara.
Si decidiste no tener una relación sexual,
primero hay que estar segura.
Y yo no lo estoy.
Pero él. Te está insistiendo.
En que le des la prueba de. Amor.
Pues a la única
que tengo que probarle algo es a mí misma.
Ajá. Si pensás así, lo
más seguro es que Carlos te deje.
En cambio, si fuera yo, ni dos veces.
Ya llegamos al puerto de Chau Perico.
Así que por favor recuerden que los que
no saben nadar se quedan en la orilla
y los que sí
saben también se quedan en la orilla.
Pero ya.
A la.
Que chulo el mar.
Vamos a meter aunque sea los pies.
Vamos, Alex,
ese tu hermano como que no estaba
tan contento que nos viniéramos.
¿Verdad, Simón?
Pero si no venimos, nos damos mucho color.
Así que usemos la excursión.
Y hablando de gozar, mírate al Carlos
siempre detrás de la Lucía.
No la deja en paz ni con sus cuates.
Ah, es que hoy si viene dispuesto
a acostarse con aquella.
¿Él te contó? No, solo me contó.
Me dijo que le consiguiera pastillas
para dormir por si se le pone al brinco.
Ese Carlos es una basura.
Y vos también que lo ayudas.
Si Lucía quiere estar con él,
pues ni modo.
Pero de otra manera no puede pasar.
Eso de dormir a una chava
para acostarse con ella es palabra mayor.
Pero ya sabes cómo es el Carlos.
Lo único que te pido
es que no me eches de cabeza.
Que cobarde es el Carlos vos
no es el panqueque.
Si vos. Salvavidas salvavidas.
Panqueque.
¿Estás bien?
Si vos.
El salvavidas me sacó tiempo. Malo.
¿Pero qué te pasó? No sé.
Vino una ola grande
y cuando sentí me jaló.
Si yo te vi que estabas en la orilla.
Ya ven, aunque sepan nadar,
el mar es peligroso.
Vamos, patojo, Hay que atenderte.
Jóvenes, por favor.
Nos dieron dos salones.
En el de la izquierda
van a dormir los varones
y en el de la derecha las señoritas.
Y los profesores.
Por eso ni te preocupes, Carlos,
que nosotros
vamos a estar pendientes de que no te.
Lucía.
Nos encontramos más tarde.
Nomás que se descuiden los profes.
Carlos No estoy segura.
¿Y si nos descubren?
No va a pasar.
Me van a ayudar
los cuates para distraerlos.
Yo te aviso.
Ya viste que si se pudo.
¿Será que no vienen por aquí? Está oscuro.
¿Y si los profes se acercan?
Me van a escribir un mensaje.
No sé, Carlos.
Mejor tómate un trago para que te relajes.
La Bárbara lo traía bien disimulado.
Yo no quiero tomar alcohol.
Entonces empecemos. Mi amorcito.
Espérate, Carlos. Lucía.
Me tienes desesperado.
Carlos.
Tengo miedo.
Mira, toma un poco de gaseosa.
Tiene un sabor raro.
Es que ya no está fría.
Pero tómatela toda.
Y yo me voy a tomar unos cuantos tragos
para que entremos
en ambiente.
Carlos, no quiero.
No importa.
Ya tomaste suficiente.
Dame un beso de los que me gustan.
Mi Lucy.
Yo te quiero.
Yo te quiero.
Mi Lucy. Carlos.
Carlos.
Yo no. Espérame.
Ya vengo.
Voy a regar las plantas.
Tengo mucho sueño.
Vamos, Lucía.
Te voy a sacar de aquí. Levántate.
Alex.
Ya voy.
Lucy. Bárbara.
No, no soy Bárbara.
Soy tu Lucy.
Lucy.
Yo soy tu Lucy.
Soy tu Lucy.
Quiero ser tuya, Carlos.
Lucy.
Eres mía.
Toma mi mano.
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