Toma Mi Mano USA

Episodio 108 – No se te ocurra salir

Episode Summary

Esperanza enfrenta a Lucía decepcionada por lo que sucedió con Carlos, pero todo toma un giro inesperado cuando descubre que Lucía no recuerda nada. Teresa, por su parte, le exige a Rogelio que se aleje de Ruth, mientras Gabriel, en su peor momento, amenaza a Alex para que no lo abandone.

Episode Transcription

Es el momento de empezar.

De nuevo juntos.

Volver a nacer.

Toma mi mano.

Hoy. ¿Será que doña Rosa y Verónica

oyeron?

Yo creo que sí, doña Esperanza.

Ellas son muy discretas.

No creo que cuenten nada.

¡Ay, doña Marta!

¿Será posible que Lucía se acostó

con Carlos en esa excursión?

No creo.

Lo que pasa es que doña Olga

no sabe manejar la situación.

¿Y por qué estará

tan segura que hasta me vino a reclamar?

Lo mejor es preguntarle a Lucía.

Tal vez doña Olga tenga razón.

Lucía

me mintió con lo de la prueba de embarazo.

Recuerde que lo hizo

para proteger a Verónica.

De todos modos, fue una mentira.

Para Lucía, fue una prueba de amistad.

No creo que ella se diera cuenta

de lo que iba a provocar con usted.

Pero ahora, con razón no me ha querido

decir cómo le fue en la excursión.

¿Por qué no platica con ella de una vez?

¿Se puede quedar conmigo?

Si usted cree que mi presencia

les puede ayudar.

Claro que sí.

Lucía.

Tu abuelita va a hablar contigo

y quiere que me quede.

¿Te parece bien? Sí, doña Marta.

Supongo que escuchaste lo que dijo

doña Olga.

Sí, abuelita.

Lucía. Decime.

¿Es cierto que te acostaste con Carlos?

Abuelita. No sé cómo explicarle.

Lucía, yo pensé que eras más lista cuando

pensaba que ella podía confiar en vos.

¿Venís y haces esto? No, abuelita.

Diga lo que diga doña Olga,

yo no provoqué a Carlos.

¿Cuántas veces te dije que terminaras

con ese muchacho que no te convenía?

Pero él dice que me quiere.

¿Ya viste que doña Olga

siempre habla mal de vos?

¿Cómo va a hacer que diga que sos

una buscona?

Pero Carlos no piensa eso de mí.

Ni que Carlos fuera

el último muchacho sobre la tierra.

Yo sé que no,

pero él no me juzga y dice que me quiere.

¿Y por eso te acostaste con Carlos?

No, yo no estaba segura.

No sé si tuve relaciones sexuales con él.

No me acuerdo.

¿Cómo que no te acordás?

Lucía, explícate mejor.

¿Por qué dices que no sabes

si tuviste relaciones con Carlos?

Es que no me acuerdo de nada.

¿Cómo va a ser eso?

No le miento, abuelita.

Si me recuerdo que estábamos juntos.

Pero me dio mucho sueño y me dormí.

Cuando desperté, ya era de día.

Qué buen pretexto

para no querer aceptar tu responsabilidad.

¿Te emborrachaste, Te drogaste o qué?

No, yo no tomé ni un solo trago de licor.

Nunca lo haría.

Entonces fumaste. ¿Algo?

¿Cómo crees, abuelita?

Lucía, explícanos cómo está

eso de que te quedaste dormida.

Yo quería estar despierta,

pero el sueño me venció.

No le creo a esta niña, doña Marta.

Seguro que tomó algo.

Lucía Yo creo que algo raro pasó.

No creo que te hayas quedado dormida

sólo porque sí.

Yo quería estar despierta,

pero el sueño me venció.

No le creo a esta niña, doña Marta.

Seguro que tomó algo.

Pero eso fue lo que pasó.

Doña Marta. A mí no me engañas, Lucía.

Ustedes de seguro se emborracharon.

O se drogaron.

Y por eso no te acordás de nada.

Abuelita, te lo juro, yo no haría eso.

Créame, por favor.

¿Qué es lo que recuerda, Lucía?

¿Tomaste algo?

Solo una gaseosa que me dio Carlos.

Aunque estuvieras cansada,

no era para quedarte dormida.

Lo que sí me acuerdo

es que tenía un sabor raro.

¿Por qué te la tomaste?

Carlos dijo que tenía ese sabor

porque ya estaba el tiempo.

Pero qué confiada Lucía.

Tal vez Carlos le echó algo

a tu gaseosa para dormirte.

No es cierto.

Y todavía lo defendés.

Es que no estoy segura.

¿Sientes alguna irritación o dolor?

No, doña Marta.

¿Sabe qué, doña Marta?

¿Por qué no la revisa de una vez?

¿Para asegurarnos?

Abuelita, no haga esto, por favor.

Tenga calma, doña Esperanza.

Yo no puedo hacer esa revisión

que usted me pide.

Pero usted sabe cómo hacerlo.

No es el caso, doña Esperanza.

Por favor, doña Marta, ayúdeme.

Ella es menor de edad.

Esto va más allá de lo que puedo hacer.

Pero ya vio que está confundida.

Por lo mismo, dele tiempo.

No es fácil para ella lo que está pasando.

¿Y si resulta embarazada?

¡Ay! ¿Qué vamos a hacer?

Esté o no esté embarazada.

Lo que hay que hacer es ir al hospital.

¿Pero para qué al hospital?

Porque es lo primero que hay que hacer

para que le hagan exámenes

y saber qué pasó.

Además, el hospital tiene la obligación

de notificar al Ministerio Público.

Al Ministerio Público.

Toma mi mano.

Servida, señora.

Gracias. ¡Ay!

¿Me lo apuntas?

Ay, doña Tere, Ya me debe bastante.

Ay, Dios.

¿Y cuánto después? Son 50. Quetzales.

Solo eso pasa automáticamente.

Los pago.

Hola, hermanita.

Hey, Tono, Préstame 50 quetzales

para pagarle al patojo.

Este es. Muy.

¿Y de dónde te trajo? De la capital.

No seas así. Préstamelo.

Okay. Aquí tienes.

Toma, patojo y luego no te quejes.

Que prefiera los taxis. Gracias, seño.

¿Y de dónde venís?

Boston. Ya sabes, es Business is business.

De veras que aún no me has dicho cuáles

son los negocios de los que tanto hablas.

Me estoy dedicando al Pawnee.

¿Y qué es eso?

Empeños. Préstamos.

Estoy dando dinero a cambio de prendas.

Ay, que buen negocio, Tono.

Pero eso no se parece a lo que hace Olga.

No, para nada.

Es otra clase de préstamos.

Será.

Y fíjate que no me está yendo mal

porque estoy cobrando menos intereses.

Y siempre supe que vos

eras un hombre de éxito con los negocios.

Ahora lo que necesito es un local.

Y es que como la gente ya no paga

los préstamos,

me estoy quedando con algunas cosas

y no tengo dónde ponerlas a la venta.

Ya no caben en mi 4.º.

Ah, vaya.

Por eso no me dejabas entrar.

Pero bueno, ya entendí lo que quieres.

Debe ser un buen local.

Mejor si es céntrico.

Yo creo que con eso sí nos puede ayudar

Raúl.

¿En serio? Sí.

A lo mejor él sabe de algún local

desocupado en el mercado.

Le voy a hablar, a ver qué me dice. Ok.

Pero también quiero pedirte otro favor.

Teresa. ¿Cuál?

Fíjate que

quiero abrir una cuenta para el negocio.

Pero si ya tenés una cuenta.

Tu nombre.

Es que no quiero echarme mucho color.

Y prefiero que abras la cuenta

a tu nombre.

¿A mi nombre?

Claro. Sí.

Yo confío mucho en ti.

Ay, con gusto. Tono.

Pero me urge.

Con lo peligroso que se ha puesto aquí.

No quiero cargar tanto efectivo.

Ay, por supuesto.

Pero a esta hora los bancos están llenos.

Con lo que me cae mal hacer cola.

Puedes ir a la cooperativa

con tu tiernito Rogelio.

Él seguro te va a atender rápido.

Dame el pisto, pues.

Pero que conste que sólo lo hago por vos.

Buenas.

Bienvenida a la Cooperativa San Juan.

Pase adelante.

Se encuentra Rogelio.

El licenciado López Chumil.

¿Dice usted?

Sí, ese. Dígale que lo busca.

Teresa Gómez, la mamá de Ruth. Permítame.

Voy a ver si el licenciado

la puede atender.

¡Ay! Hola, Rogelio.

Qué alegría verte.

Doña Teresa.

¿En qué la puedo ayudar?

Ay, Aquí, queriendo abrir una cuenta.

Ya es un poco tarde y no sé

si la compañera de atención al cliente

la puede atender.

Ay, Rogelio, es que me urge.

No se preocupe, doña Teresa, Solo porque

es usted, la atenderé personalmente.

Muchas gracias.

Siempre le he dicho a Ruth

que eres un buen muchacho.

Gracias, doña Teresa.

Por favor, llene estos formularios.

Claro. Con gusto.

Bien.

Casi estamos terminando, Doña Teresa.

Si me permiten unos minutos,

me traen los documentos y listo.

Aquí, Alegre. Gracias.

¿Y cuénteme qué tal está Ruth

en su nuevo trabajo?

Ay, vieras.

Ay, no le pagan lo suficiente.

No sé por qué Ruth no se quedó

aquí en la cooperativa.

Si tan buenas personas que son aquí.

Yo fui a una reunión en su oficina

y la vi de lejos.

Pero me di cuenta

que tenía la cara lastimada.

Ruth siempre ha sido una distraída.

Cuando era pequeña,

a cada rato se lastimaba.

¿Y ahora qué le pasó?

Creo que se cayó en la calle

por andar corriendo con zapatos altos.

¿En serio? ¿Se cayó?

Sí. Por.

Por nada. Es que se veía bastante mal.

Es más, fíjese.

Cuando la vi, creo que iba al médico

para verla.

Visto de lejos, sabes mucho.

Bueno,

usted sabe que aprecio mucho a su hija.

Y me interesa saber cómo está.

Pues no te preocupes tanto.

Ella está bien.

Y no me lo tomes a mal, pero

me alegra que tú ya no seas novio de Ruth.

¿Y eso por qué, doña Teresa?

Sólo te digo que te cuides.

No todo lo que brilla es oro, muchacho.

Y Ruth

no es tan inocente como todos creen.

La verdad, ella no se merece.

Nada.

Toma mi mano. Y.

¡No, no!

¡Cuidado! Ucha.

Es el Crusty. Ahí está.

Mucha chicha.

¡Daniel!

Daniel, despiértate.

Está temblando como si tuviera frío.

Pero es de la pura fiebre. ¡Ah, mira!

Se está despertando.

¡Madre! Compadre.

¿Cómo te sentiste?

¿Qué pasó?

¿Cuál es la chingadera? Pues.

Estabas hablando puras tonteras.

Nel, estoy bien.

Solo pásame el frasco de pastillas

que me dejó la hucha para la fiebre. Oh.

Acá están, mi diablo.

Dijo aquella que sí tenía calentura.

Es porque la herida estaba infectada,

compadre.

La está mejorando, muchacha.

Yo sé lo que les digo.

Lo que quiero es salir de aquí

para ir a buscar al Crossley.

Esa imagen no puede seguir vivo.

No pienses en eso ahorita, Gabriel.

Tienes que recuperarte.

Él al éxito.

Tiene razón.

Ese después de Las cobramos todas juntas.

Al margen. Usted no entiende en va.

Se duermen en Akasaka. Ah,

ese maje va a venir a hacernos una sola.

Si no, no le adelantamos.

La mala de San Jacinto está bien vigilada,

mi diablo.

Así que tranquilo. A

nadie quedó de venir a esta hora.

Muchas.

Ah, es el Diego.

Solo vino a dejarme unas chivas.

Ahorita vengo.

No lo dejes entrar, Simón.

No hay clavo.

¿Que onda, Alex?

Que cara de aguado tienes.

¿Cómo está el diablo?

Tiene un cacho de calentura.

Qué mala onda.

¿Por qué no lo llevan al hospital?

Pues porque. No quiere.

Vos bien zafado ese mi carnal.

Pero creo que lo

vamos a tener que llevar a la fuerza.

Simón, cualquier cosa me avisas.

No se nos vaya a palmar. Cállate, mula.

El mula. Sos vos.

Esa onda no es así nomás.

Bueno, tenés razón.

¿Te imaginas

si hubiéramos estado ahí esa tarde?

Vos Si, Corralón.

Yo digo que no vale la pena

estar en este rollo.

Está jodido.

Lo que sí es cierto es que si se muere

el Gabriel, ya nos fuimos todos.

Esto de las muertes entre pandillas

no tiene sentido.

Pues sí, Sí.

Mejor no salimos del business.

No sé vos.

Bueno, me tengo que ir.

Te dejo las tareas para mañana.

Hoy llegas temprano al instituto.

Vos, Diego.

¿En el instituto saben algo de todo esto?

Y saben lo de la balacera.

Pero no mayor cosa. Mejor que nadie sepa.

Si no la tira,

puede venir a buscar al Gabriel.

Sí. Caballo.

Ahí nos vemos, pues. Buena onda, Diego.

Alex, pásame una chela.

Tengo mucha sed, carnal.

Y si no te cae bien,

mejor toma un cacho de agua. Manu.

Una chela Quiero yo. ¡Apúrate, hombre!

¿Quién es?

¿Sos vos, Diablo?

¡Cómo duele esta herida!

¡Basura!

Gabriel,

tenemos que llevarte al hospital.

Vos no estás bien.

Si te vas a ir al hospital por la tira

o cualquier otra cosa.

Yo conozco un buen doctor.

Es compadre. Él te puede curar. El diablo.

Ya les dije que hierba mala

nunca muere, muchacho.

No se preocupen.

Voy a estar bien. Ojalá, Gabriel.

No vale la pena tanta sangre

por estar metido en estos negocios.

¿Qué estás diciendo?

Mira cómo estás.

Esto te pasa por estar en la pandilla,

Manu.

¿No estarás pensando

en salirte del negocio, verdad?

¿Eh? No sé, Gabriel.

Creo que sí.

Escúchame bien, patojo cabrón.

Si vos te salir de esta vaina, tu pequeña.

Y ahora Lucía se muere.

Que no se te olvide.

Toma mi mano.

Entérate más sobre.

Toma mi mano.

El audio, novela

y los recursos disponibles en Triple W.

Punto. Toma mi mano.

Punto F.

O síguenos en Instagram y TikTok

como toma mi mano U.S.A.

No te pierdas nuevos episodios

cada miércoles.

Escúchalas en Spotify, YouTube

y Apple Podcast.

Este proyecto fue desarrollado

por Population Media Center.