Toma Mi Mano USA

Episodio 109: Los regalos no solucionan

Episode Summary

Don Cruz intenta ayudar a Gabriel trayendo a un doctor, pero este se niega a ser atendido. Raúl intenta involucrar a Jefferson en un delito, poniéndolo en una encrucijada. Antonio llega con flores para Silvia, pero Ruth no está dispuesta a permitir que se acerque a ella y las destruye, desencadenando una fuerte confrontación con Antonio ¿Saldrá todo a la luz?

Episode Transcription

Es el momento de empezar.

De nuevo juntos.

Volver a nacer.

Toma mi mano.

Doña Betty.

Buenas noches.

Disculpe. Estado en cruz.

Ya está durmiendo.

Lo puede despertar.

Mejor buscarlo en el mercado.

Ahorita ya es muy tarde.

Por favor. Es urgente.

¿Quién está aquí?

Don Cruz.

Soy Alex.

Necesito hablar con usted.

Ay, Pero qué patojo.

Bueno. Ay, mira.

¿Qué haces? Cruz.

Alex.

¿Qué haces aquí a estas horas?

Pasa. Adelante.

Mejor hablemos aquí. Don Cruz. Contame.

¿En qué te puedo ayudar?

¿Se enteró de los problemas

que hubieron en San Jacinto, verdad? Ah.

¿De la balacera Me estás hablando? Sí.

Cabal. De eso.

Algo supe.

¿Y eso que tiene que ver con vos, Alex?

Es que Gabriel y otros chavos de San Juan

fueron parte de la balacera.

Lo imaginé.

Necesito que me ayude, profe Cruz.

No sé qué hacer. Tranquilo, Alex.

Decime en qué te ayudo.

Es que Gabriel está herido de bala.

Llegó desangrándose a la casa

el viernes y hasta hoy.

La herida no mejora.

Don Cruz está muy mal. Ayúdeme.

Tranquilo, mijo.

¿En dónde lo tienen? En la casa.

Acompáñeme, por favor.

¿Tiene mucha fiebre

y la herida? Está infectada.

Vamos de una vez.

Pasemos trayendo al doctor Hernández.

Él nos puede ayudar.

Gabriel no quiere que ningún doctor lo

mire.

Gabriel no está ahorita para dar órdenes.

Si no lo veo un doctor.

Tu hermano se puede morir.

Entonces apurémonos, por favor.

Betty. Regreso luego.

Pero.

Cruz.

Ay, Dios mío.

¿Qué conseguiste, Diablito?

Judas. Don Cruz viene conmigo.

Y también viene un doctor

para que revise a Gabriel.

Si se despierta el

diablo, no le va a gustar esta visita.

Alex. Pero ni modo. Vos sos su carnal.

De nada sirvió las pastillas

que está tomando.

Pasen, Pasen, por favor.

Solo les advierto que al jefe

no le va a gustar nada de esto.

Doctor, aquí está el paciente.

Haga lo que sea necesario.

Vamos a quitarle estas vendas con sangre.

¿Alex, Usted es su hermano?

Sí. Ayúdeme, por favor.

Sí, doctor.

¿Qué pasa aquí?

A mí no me toca nadie.

¿Quién es este viejo?

Cálmate, Gabriel.

Es un doctor que Don Cruz

consiguió para revisarte.

Cruz. Ah.

Yo no quiero que ningún doctor esté aquí.

Gabriel.

El Doctor solo te va a curar

la herida y después se va.

No le haga caso, doctor. Usted siga.

Judas.

Saca toda esta mara de acá con el cuete.

¿Que se creen estos basuras?

Sí, diablo.

¿Ya vieron todos?

Ahorita mismo se van por donde entraron.

Judas, hermano.

No le hagas caso a Gabriel.

¿O quieres que se muera? No, ese.

Ya vas tener razón, Alex.

Mejor que lo revise el doctor.

Tenías que llamarte Judas.

Igual de traidor.

No, diablo, no es eso.

Es que de verdad estás jodido, Manu.

¿Cómo está, doctor?

Esto no se ve bien, Don Cruz.

¿Qué hacemos?

Sería mejor llevarlo a un hospital.

Ya les dije que no

quiero curaciones de nada.

No quiero nada de nadie, menos de vos.

Cruz.

Si estoy aquí. No es por vos, Gabriel.

Es para ayudar a tu hermano.

Gabriel, no seas necio, humano.

Cállate y deja que te atiendan.

Ya dije que no.

¿Y si el Juan no lo sacó por agua?

Yo sí los voy a echar.

Gabriel, acostate.

Te vas a caer.

Cruz, Te vas de mi chante.

Pero ya

llevate al doctorcito que trajiste a.

Yo no voy a dejar que

que nadie.

Gabriel.

¿Qué te pasa?

Se desmayó.

Alex. Judas. Ayúdenme a levantarlo.

¿Qué pasó, Doctor? ¿Por qué se desmayó?

Es la falta de sangre.

Hay que trabajar rápido.

Aprovechemos ahorita para atenderlo.

Doctor, díganos que hay que hacer.

Alcánceme mi maletín.

Solo hago esto por.

Usted, Don Cruz.

Por favor, doctor, no deje que se muera

mi hermano.

Es la única familia que me queda.

Por favor, no.

Toma mi mano.

Julia.

Julia. A esta mujer que no hay hombre.

Tranquilo, Raúl.

Ya va a venir.

¿Para qué tiene las orejas de huevo?

Ahí viene.

Mira. Ya voy.

¡Raulito!

¿Qué chingados

estás haciendo? Que no te apuras.

Ay, Raúl.

No te pongas así.

Estaba atendiendo a otros clientes.

¿Cómo así?

Yo soy el único que te da pa tus chicles.

Sí, Raulito, Lo que pasa

es que son clientes

que están pidiendo cervezas. Ajá.

Más te vale.

Pues anda por más guaro,

porque hoy vengo con sed.

Ahorita te lo traigo.

Y algo para picar también, mamita.

Y parrandero.

¿Cómo traes a la Julita Bar?

¿Y no solo a ella?

Ya vas a empezar a presumir otra vez.

¿Qué culpa tengo yo que me anden buscando?

Ah. Ya.

Más que las mujeres están atrás de vos.

¿No crees?

Pues ahorita tengo una que no voy porque.

Pistola de soltar. Déjate de pajas.

De seguro que solo así conseguiremos.

Y a. Vos también. Va.

Pues solo para que te sientas mejor,

te voy a decir que sí.

Es que con el pisto siempre baila el mono.

Ah, pero no siempre,

porque vos solo con el hashtag.

Ja, ja, ja.

Sí, yo no se me hizo así.

Llegan los octavos.

Ya era hora.

Así me gusta verte todo feliz.

Ya sabes cómo ponerme contento.

Hoy solo decime qué hora.

Más tardecito jijijiji.

Solo termino de hablar con este,

mi compadre.

Ahí me avisas.

Pues agarra tu 8.º, pues llevas.

Salud, pues.

Salud.

¿Y quién es esa que tenés ahora?

¿Oh, solo pajas me estás dando?

Si supieras.

Pero no te voy a decir lo que sí

es que me está saliendo carita la ingrata.

Pero como vos tenés visto.

¿Qué te preocupa? Bah, pues Sebas.

Que pues te cobra bastante.

No es eso, hombre.

Lo que pasa es que tiene sus gustitos

menos finos.

¿De veras está saliendo con alguien?

Nos miramos un par de días a la semana,

chica. Está bien. Bueno, entonces.

Para que andes detrás de ella.

Ah, tiene lo suyo.

Ay, sí. Ya me picaste.

¿Quién es?

¿Y para qué quieres saber?

Tal vez ya pasó conmigo.

Mmm. Esa mujer a vos ni te voltea a ver.

Casi le gusta el pisto.

Con cualquiera se va.

Que no, no te digo.

Pero tiene sus gustos finos.

¿Y qué fino vas a hacer vos?

Conta, Pues. ¿Quién es?

¡Adivina! Ah, la gran vos.

Dale, hombre.

Solo porque no hay otra cosa de

qué hablar.

Dejame ver.

Es la eusebia.

Es. Está más vieja que vos y yo juntos.

Es una pollita. Entonces. Tampoco.

Pero está en sus buenos años todavía. Mmm.

La Elza tal vez.

No, hombre, es así.

Solo fue para el ratón.

Pues una que esté así buena.

Solo que sea la Teresa que ese sí

el merece Moncada.

Pero no creo. ¡Salud! Es ella.

¡Ja, ja, ja, ja, ja!

¿Y después?

Y yo que le iba a entrar a la Teresita.

Así pues, corriendo te va a hacer caso.

Ta bueno, Raúl.

Mujerona la que te conseguiste.

Salud, Juez.

Bah, ya estuvo bueno de chingaderas.

¿Al final qué decidiste?

¿Le vas a entrar al trabajito

que te conté?

Es arriesgado.

Vos eso de robar ganado no es poca cosa.

Pero la ganancia ha de ser buena.

¿Qué chingados?

Démosle, pues. Así me gusta.

Ya sabes dónde agarrarlos.

Sí. Cabal. A media noche.

El camión está pasando por la carretera

Chueca.

Ahí es donde los tenemos que topar. Ajá.

¿Y quiénes van a trabajar?

Está Felipe y mis hijos, Mario y

Jefferson. Sí.

No, hombre.

Es cierto que anda tomando con nosotros,

pero para negocios chuecos

no creo que sirva bien.

Ese Jefferson ya se está poniendo cabrón.

No creo. Vos, Raúl.

Ese patojo se va a arreglar.

Yo lo conozco bien.

No le voy a decir que a robar

ganado. Vamos.

Entonces

algo me voy a inventar.

¿Pero de que vas a ver al Jefferson?

Ahí lo vas a ver.

Como que me llamo Raúl Orellana.

Salud.

Toma mi mano.

Ya se

me cansaron los dedos de tanto

cortar cartón.

Hasta ampollas me salieron hoy.

Mejor apurémonos

y cuando terminemos la maqueta, comemos.

Acordate que todavía

nos faltan los ejercicios de matemáticas.

Esto de estar en básicos es bien difícil.

Siempre hay clases que cuestan más

que otras.

De eso ya me di cuenta.

¿Y qué clase te gusta más?

¿El recreo?

Sí, cómo no.

En el recreo no aprendes nada.

¿Quién dice que no me informo

de todo lo que está pasando

y me entero de cada cosa?

Ay, Silvia.

Con razón te cuestan las clases.

Mejor, menos bla, bla, bla y más atención

a lo que es importante.

Pues por tanto, bla bla, bla. Con vos.

Ya me dio hambre. Refacción de una vez

está bien.

Pero vos seguís con la tarea

y yo voy a hacer la re.

¿Puedo poner música?

Sí. Y dale volumen

para que la escuchen a cocina.

Vaya. Se.

¿Y esa música?

Como que estamos alegres. Ruth.

Que busca aquí.

Un jarrón para estas flores. ¿Te gustan?

Vamos, Ruth, no sigas enojada conmigo.

¿Así que no piensas hablarme?

¿Y si te digo que estas flores

son para mi sobrina favorita?

No me interesa.

¿Y quién te dijo que eran para ti?

Entonces.

Tal vez antes fuiste mi sobrina favorita.

Pero creo que Silvia

ha sabido ganarse ese lugar.

¿Sabe qué? Démelas.

Las voy a poner en agua.

¿En serio?

Qué amable. Sweety.

Ay, qué bien huele.

Lástima porque mire lo que hago con sus.

Leyes y. Cochinas flores.

¿Qué te pasa?

¿No va a seguir engañando

mi hermana con estos?

Sus regalitos.

Te advertí

que no me volverías a faltar el respeto.

Solo estoy aprendiendo

a tratar a gente como usted.

No te confíes.

Realmente no me conoces, Ruth. Tal vez.

Pero no voy a permitir

que se meta con mi hermana.

¿Eso crees?

Sí. Ya no le tengo miedo.

O no hay.

Y eso me encanta de ti.

¿Sigues creyendo

que alguien va a salvarte?

No, yo puedo salvarme a mí misma.

¿Pero cuánto te va a costar eso?

Primero, encontrar a alguien que te crea.

Luego, lo que van a decir todos

cada vez que te vean pasar.

¿Y Rogelio?

¿Quién sabe qué va a pensar de ti

ese muchacho?

No importa.

Puedo soportar cualquier cosa

con tal de detenerlo.

Si no te callas, voy a hacer que Teresa

te saque.

Ay mismo de esta casa.

Y tu hermanita se va a quedar muy sola.

Y yo voy a tener que consolarla.

Se lo advierto.

Déjenos en paz.

No me dejes hablando solo.

Ruth.

Ruth.

Hola.

Hola.

¡Uy! ¿Qué pasa, hermanito?

¿Por qué esa cara?

Teresa, deberías pasar más

tiempo en la casa.

Ando viendo lo de la cuenta.

Mañana me dan la chequera. Pero mira.

Cómo le haces para estar en la casa

también.

¿Y eso? Tanta falta. Te hago.

No es por mí, sino por tus hijas.

¿Que tienen esas dos ahora?

Cada día están más rebeldes conmigo.

Y la peor es Ruth.

Ya no sé qué hacer con ella.

Creo que deberías darle una

lección. ¿Cómo?

Dile que cambie de actitud.

Debes recordarle quién manda en esta casa.

Ay, no sé, Ton.

¿Y qué hacen esas flores

tiradas en el suelo?

Las había traído para adornar la casa.

Porque sé que son tus favoritas.

Pero Ruth las tiró.

A eso me refiero

cuando digo que debes darle una lección.

¿Pero qué fiesta? Creyendo.

Ahorita me va a escuchar.

No vale la pena, SIS.

La verdad es que yo ya

no creo poder vivir con Ruth en esta casa.

¿Qué me quieres decir?

Tenés que decidirte.

O se va ella o me voy yo.

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