Marta y Rogelio aconsejan a Doña Esperanza por lo sucedido con Ángel. Raúl le entrega a Teresa las llaves del nuevo local para su negocio. Alex y Diego reciben órdenes del Diablo. Alex duda, sabiendo que son cosas muy malas.
Es el momento de empezar de nuevo juntos.
Volver a nacer.
Toma mi mano.
Qué buen partido, muchachos.
Sí, vos Vamos a entrar
bien duchos a la juvenil Simón.
Y se fijaron en los chavitos
que se nos quedaban.
Viendo una de colitas.
Estaba bien bonita.
A mí me gustó la de trencitas.
Todas estaban bonitas.
Pero mi papá dice que solo amigas.
Otra cosa no, ahorita
nada de novias para no meternos en clavos.
Si ustedes se acuerdan lo que nos dijeron
en la clase de orientación.
Nada de fotos de mujeres desnudas
en el celular.
¿Y si compartís esas fotos
o videos sexuales
dijeron que es un delito, verdad?
A la gran.
Ya te puedes ir al bote.
¿Para qué meterse en problemas?
¿Qué pasó?
¿Por qué te quedaste tan callado, Ángel?
Nada.
Solo me quedé pensando en eso.
¿Ustedes no han soñado
con alguna de esas fotos?
Pues yo sí.
Y es manchado las sábanas. ¿Manchado?
No, a mí no me ha pasado.
¿No se acuerdan que la seño de ciencias
dijo que eso se llama eyaculación?
Ah, eso es.
Entonces. Hijuela.
No metí las conchas en jabón. ¡Ay,
Dios mío!
Ya lo voy a hacer
antes de que se den cuenta en la casa.
Ángel.
¿Sos vos? Sí, soy yo.
Mirá, mi hijo. Vení, Diego. Bolita.
Angelito. ¿Qué te pasó?
Encontré las colchas de tu cama manchadas.
Ay, abuelita, qué pena.
¿Te orinaste, mijo?
Yo creo que sí.
¿Ay, no será que tal vez estás enfermo?
No sé.
¿Sentís alguna molestia o te duele algo?
Estoy bien, abuelita.
Es que eso de orinarse a la edad
que tenés no está bien.
No me oriné.
Fue un sueño raro que tuve
y no sé qué pasó.
Abuelita, ya no me haga sentir peor.
Está bien,
pero si te sentís mal, me avisas
y vamos al centro de salud.
Doña Marta me tiene preocupado, Angelito.
¿Por qué, doña Esperanza?
Fíjese que cambiando las colchas
de su cama me di cuenta que se orinó.
¿Se orinó? Qué raro.
¿Le preguntó qué le pasó?
Sí, pero me dijo que le da
vergüenza hablar conmigo,
que fue un sueño que tuvo y solo pasó.
Creo que ya sé lo que le está pasando.
Ay, no me asuste. ¿Será que está enfermo?
No, doña Esperanza, no, al contrario,
está muy sano.
Ay, doña Marta, Eso me enreda más.
Ya viene mamá.
Rogelio, mi hijo.
Qué bueno que llegaste.
Vente a platicar un rato con nosotras.
¡Ah! ¿Qué tal, doña Esperanza?
Por aquí, pidiendo consejo a tu mamá.
Ah, Entonces está en buenas manos.
Pero necesito que nos ayudes.
¿Pasó algo con Ángel?
¿Qué comes? ¿Que adivinas, Rogelio?
Fíjate, mijo,
que por lo que me cuenta doña Esperanza,
creo que Ángel tuvo un sueño húmedo.
Así se le llama cuando se orinan dormidos.
No, doña Esperanza, así se le llama
cuando los varones tienen una eyaculación
estando dormidos.
Ay, mijo, explícame eso, por favor.
Es que Ángel está
en la edad del desarrollo.
Ah, y y.
Y empiezan a tener erecciones.
O sea que.
Pues se excitan.
Sí, es algo muy normal.
Y cuando eso pasa, puede ocurrir también
lo que se llama eyaculación involuntaria.
Ellos ni se dan cuenta porque les pasa
incluso cuando están dormidos.
Pero eso no es una enfermedad.
No, doña Esperanza es algo normal
en el desarrollo de los patojos.
¿Se acuerda
usted cómo fue con nuestros hijos varones?
Que de un rato a otro pegaron el estirón.
Cambiaron de voz.
Les empezó a salir
el bigote, las espinillas
y si es cierto,
pues ya se me había olvidado.
Y va a ver cómo Angelito
empieza a preocuparse por vestirse mejor
y verse más guapo. Eso ya lo hace.
Y aquí es
donde usted debe aprovechar,
doña Esperanza.
Platique con Angelito así de lo más
tranquilo, para que él no se sienta mal.
Sí, yo lo vi como que le dio vergüenza
cuando le pregunté que había pasado.
Es que está dejando de ser niño.
Se siente confundido
con esas hormonas alborotadas
que afectan sus emociones también.
Tanto así. Sí.
A veces pensamos que los cambios
en la adolescencia son solo por fuera,
pero no, esto que acabamos de hablar
es uno de los muchos cambios
que tienen los varones. ¿Sí, verdad?
Sí. No se habla ni de la menstruación,
menos de lo que pasa con los varones.
Y hay que hablarlo, doña Esperanza.
Así, Ángel va a sentirse más seguro
al platicar de lo que le está pasando.
Aunque a usted le dé pena.
Toma mi mano.
Buenos días.
Uy, Teresita, cuidado
porque te pueden robar con ese vestidito.
Ahí, Raúl, lo que decías.
Buenos días, don Raúl.
Le agradezco por el local.
Ya me contó Teresa.
No es nada, Antonio.
Hacé de cuenta que todo queda en familia.
Eso sí, solo les encargo
puntualmente el alquiler.
Aquí traigo lo del depósito, don Raúl.
De eso ni te preocupes.
Para ayudarte lo voy a tomar
como pago anticipado del primer mes.
Vaya que es un hombre considerado
en los negocios.
Yo soy así, Antonio.
Y dale el dinero a Teresa.
Ella se encargará
de entregarme las cuentas.
¿Verdad, Teresita? Como tú quieras, Raúl.
Los dejo. Todavía
tengo que arreglar unas cosas.
Nos vemos al rato en el puesto. Teresa.
¿Me podrías ayudar en el negocio?
Con tu personalidad
se va a llenar de gente local.
¡Ay, no!
Y todas las cosas que tengo que hacer.
Podría llegar por ratitos.
Tú ya sabes que soy una mujer enferma
y por eso
no puedo estar tanto tiempo en un lugar.
A veces se me olvida quién es mi hermana.
Y no me sale.
¡Oh, my God!
Raúl.
¿Seguro que este era el local de don Goyo?
Sí, este es el mismito.
Pero no tiene nada que ver con el local
que Goyo tenía.
Eso no es nada.
Esperen verlo por dentro.
Voy a mandar a hacer un rótulo
y lo vamos a poner arriba de la persiana.
Toda la gente que pase verá en grande
esto rapidito.
José Antonio, ayúdame con esta persiana.
Tanto tiempo que pasó cerrada
que se traba al subir.
Voy a echarle aceite
para que suba más rápido.
Hola.
Chicas.
Al fin subió esa babosada.
Para eso son hombres fuertes.
Pasen adelante.
Este es su local.
Te mandaste Raúl.
Este mostrador está bien bonito.
Y está pintado de los colores
que necesitamos.
Todas las remodelaciones están pensadas
para que a su negocio de empeño
venga mucha gente y ganemos mucho dinero.
Vale la pena pagar lo que pidió don Raúl.
¿Y como vamos a hacer socios?
Háblame con confianza de vos,
como se hablan los cuates.
Está bueno.
Pues vos, Raúl.
Estoy seguro que este
va a ser un buen negocio.
Y aquí traigo el contrato.
¿Ya lo habías leído?
Ya. Sólo es para que lo firmes tan rápido.
Acordate que las palabras
se las lleva el viento.
Me parece justo.
¿Dónde firmo?
A la par de las letras chiquitas
y listo.
Te lo entrego de una vez,
pero te encargo mi copia.
Me llegas, Antonio.
Se nota que somos lobos de la misma loma.
Cuentas cabales, amistades duraderas.
¿No te parece? Eso sí, Antonio.
Allá ustedes.
Parece que están haciendo
competencia. Raúl.
¿Y las llaves?
Aquí están. No seas desesperada, Teresita.
¿Tenés alguna recomendación especial
para el local?
Sí. Vos cuídate de la competencia
porque va a estar dura.
Pero si te la sabes jugar, no pasa nada.
No tengas pena.
Yo me encargo de todo.
Este es el mejor local en todo el mercado.
Seremos la envidia en San Juan,
Renacimiento.
Teresa, confío en ti y en Antonio.
No te fallaremos.
Ah. Y nos queda pendiente la celebración.
Solo me avisas dónde y ahí estaré.
Me gusta el local. Está en buen punto.
Para que veas que amistades
como Raúl sí valen la pena.
Pues si todo funciona como pienso,
Ruth va a estar muy contenta con mi tono.
Se te zafó un tornillo.
Porque.
¿Cómo que porque ya se te olvidó?
¿Por qué razón tuviste que irte al norte?
Ahora es diferente.
Abrí los ojos.
Pensá lo que te conviene.
No te preocupes, Teresa.
¿Quién se resiste a un hombre con dinero?
No me cambies el tema.
Sabes bien que no hablo del dinero.
De eso ya pasó mucho tiempo.
¿Qué puede pasar ahora, hermanito?
No vayas a tropezar otra vez
con la misma piedra.
Porque tal vez ahora
nadie te salve de irte a romper la cara.
Ya, Teresa.
Lo resolvimos antes.
¿Lo podemos volver a hacer?
No, no, No quiero que te vuelvas a ir
por culpa de Ruth.
Tranquila, Ruth
sabe que no le conviene pelear conmigo.
Ella tiene todo que perder.
Ya te saqué de una tono.
Espero que no me vuelvas a hacer lo mismo
porque esta vez no
contarías con mi ayuda.
Toma mi mano.
Ahorita le preparo el pan con frijol.
¿Usted,
joven, quiere algo? No, no, gracias.
Así estoy bien.
¿Oyeron, muchachos,
que el comité de vendedores del mercado
ofreció apoyarnos con el Festival
por la Paz? Sí.
¿Y con qué nos van a echar la mano?
Parece que van a comprar
los adornos del salón comunitario
allí donde vamos a exponer
las fotografías que hemos hecho.
Esa onda ya se armó. ¿En serio?
Qué emoción vos, Lucía.
Que buena onda esos señores. Ya, sí.
Yo le voy a decir a mi mamá
que ponga venta de churrascos esos días
y que colabore con cenas
para los invitados.
¿Esa es una buena idea o es panqueque?
Pero que no.
Se te olvide, porque te conozco. ¿No?
Sí, Bárbara.
Hoy mismo le voy a decir No te preocupes.
Pero que. Conste.
Aquí tiene su pan.
Y aquí tiene su vuelto, niña.
Muchas gracias.
Vamos, muchachos.
Ya van a tocar el timbre.
Cierto. Vamos. Vénganse.
Yo tengo que buscar a
la maestra de Conta. Muchas.
¿Entramos de una vez al Instituto
González?
No, espérate.
El Judas dijo que iba a pasar
a decirnos algo antes de entrar.
Pero que se apure,
porque si no nos vamos a quedar afuera.
Tranquilo, Diego.
Ese Judas nunca falla.
Cuando menos lo esperas,
se aparece el mal.
Sí, me di cuenta
el domingo que no te dejo subir al
bus justo cuando ya nos íbamos al partido.
Por su culpa nos fue mal.
¿Pero no decís que empataron?
Pues ese no es un mal
resultado de visitante.
Sí, pero si vos hubiera sido,
habríamos ganado mano.
Ojalá ganen. El domingo que viene.
Va a estar peleado ese partido, compadre,
pero vamos a ser locales.
Tenemos ventaja.
¿Qué onda, muchacho?
¿Cómo están los nuevos dealers
del Instituto de San Juan?
¿Los nuevos que diller distribuidores?
Pues ni eso. Que es Judas.
¿Hablarnos? Claro, mano.
Agarra estas bolsitas que te voy a dar.
Diego.
Mano.
Esto es hierba y de la buena.
Pero no te la estoy dando
para que la fumes.
Guárdala en tu mochila o en tu pantalón.
Pero rápido.
¿Para qué
le diste eso al Diego? ¿Vos, Judas?
Para vos también hoy, Alex.
No te preocupes.
Tomó un par de bolsas más.
Yo paso, compadre.
No quiero cargar eso en mi mochila.
Agárrala. Te digo.
Son órdenes del diablo.
Me dijo que se las entregara
hoy a los Judas.
¿Y qué onda con este monte? Un Chicamocha.
Ustedes son lentos. ¿Vos no te das cuenta?
Vos, Diego, Lo que quieren es que nosotros
vendamos esa onda acá en el instituto.
Vos siempre tan pilas al éxito.
El diablo quiere que vos
y el Diego sean los que vendan
esta vaina entre sus compañeros.
Pero si nos agarran acá nos expulsan
y hasta presos podemos ir a parar.
Ni lucha.
Solo uno. Tienen que darse color.
Ya van a ver
que esta mercancía se vende solita.
Los compradores los van a buscar.
Pero acá en el instituto
no hay gente que que le haga la mota.
¿Eso crees vos?
Yo no quiero vender esto.
No quiero arruinar la vida de nadie.
No es para tanto. Vos, Alex.
¿Cómo que no te acordás
de aquel chavo al que le decían el narco?
Simón aquel.
A veces solía pegamento.
Después cabal de tanto flex se fue
quedando como perdido en el espacio.
Vos le hablaba si no te ponía coco.
Pero mira pues Alex,
a ustedes que les valga 20 lo que les pase
a los chavos que consumen y.
¿De lo que vendamos,
algo nos queda de comisión o qué?
Me extraña, papaíto.
Vos sabes que aquí todos ganamos.
No me digas que no,
que le que ustedes chilero.
Eso sí. Ya ves.
Entonces hay que entrarle al bisnes
carnal.
Ah, pues. Ahí te voy contando cómo me va.
Eso me gusta, carnalito.
Aquí les dejo sus bolsitas. Entonces.
Vamos, Diego.
Yo no quiero vender esas miércoles.
Dámelas a mí.
Yo las vendo.
Pero Diego está fregado
vender eso aquí en el instituto.
Ni el compadre fregado es
no tener para comer todos los días.
Además, esto es lo que nos tocó vivir,
así que hay que hacerle
ganas.
Toma mi mano.
En la salida del instituto,
Judas le da a Alex y a Diego drogas
para vender entre sus compañeros.
¿Crees que Judas es una buena influencia?
Claramente no lo es.
Unirse a un grupo que va por mal camino
nunca trae nada bueno.
¿Conoces a alguien en esta situación?
No estás solo.
Estamos aquí para apoyarte.
Visita Triple W. Punto. Toma mi mano.
Punto vs diagonal Recursos donde
encontrarás ayuda para prevenir pandillas.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.