Jefferson está destrozado por perder a Andrea y a Emma. Ixchel busca a Jefferson en la oficina y se sorprende al enterarse de lo ocurrido. Mientras tanto, Lucía intenta motivar a Alex para que retome el buen camino. Olga busca sobornar a Doña Esperanza.
Toma mi mano.
Preciso su mano.
Suben, suben, suben. Pérate, pérate,
pérate.
Vamos, vamos al cine.
Sube, sube, sube, sube, sube.
Venga, Venga con la maleta.
Vamos, vamos, vamos.
¡Emma!
¡Andrea!
Disculpen. Solo voy a pasar.
Nomás esperar a mi papi.
No, mi amor.
¿Y por qué? Emma.
Papi está muy ocupado hoy.
Solo vamos a viajar tú y yo.
Yo quiero. Estar con. Mi papi.
¡Papi! ¡Papi!
Andrea.
¿Qué le pasa a usted?
Tiro todas mis cosas.
Disculpe, señor.
No la vi. Perdón.
Andrea, mi amor.
Me dejen, por favor.
Lo siento.
Jefferson.
¿Estás bien, patojo?
Se fueron, Don Cruz.
Y perdí a mi familia.
No, hombre.
Todo tiene solución, Jefferson.
Lo que están viviendo ahorita
seguro que se puede arreglar.
No, Don Cruz, ya no se puede.
¿A dónde vas?
A ningún lado.
No. Venite, Jefferson.
Te voy a dejar a tu casa.
No, gracias, Don Cruz.
Déjeme solo, por favor.
Qué buena noticia, Ernesto.
Seguro que Don Cruz se pondrá
muy contento con esa donación.
Y no solo él,
también todos los muchachos que están
participando en el centro comunitario.
Sí, por supuesto.
Entonces usted me avisa
cuando se va a realizar la donación.
Creo que lo podemos hacer para el festival
cultural que están organizando.
Cierto. Es una buena idea, Michelle.
No se hable más.
Entonces.
Hoy mismo
voy a hacer la solicitud de
las computadoras para que la otra semana
ya estén aquí en San Juan.
Muy bien, creo que con eso terminamos.
¿No? Sí.
Yo le informo de los avances del nuevo
logo para la cooperativa.
De acuerdo.
Que tenga un feliz descanso, Ixchel.
Gracias. Igualmente.
Lo acompaño a la salida. Gracias. Sí.
Adiós, Ruth.
Me dio mucho gusto verte.
Gracias, don Ernesto. Que le vaya bien.
¿Cómo va con el reporte, Ruth? Bien.
Ya casi termino. Qué bueno.
Necesito hablar con Jefferson.
Por favor, avísele que vaya a mi oficina.
Licenciada.
Jefferson no está.
Y eso es que se le presentó un problema
y tuvo que salir.
¿En serio? ¿Y le dijo qué pasó?
Fue algo personal.
Tengo que hablar con Jefferson.
No sé qué pasa con él,
licenciada.
Es que
fue algo relacionado con su familia.
¿Están bien?
Sí, pero Andrea y Emma
se van a ir de San Juan.
¿Cómo?
Así es que salí con ellas a almorzar
y al despedirnos
me dijo que se iba con Emma
porque ya no tenía nada que hacer aquí.
No puede ser. Ruth.
Sí, licenciada.
Y cuando vine, se lo conté a Jefferson
y él salió corriendo a buscarlas.
Sé que usted y Andrea son buenas amigas.
Creo que yo hubiera hecho lo mismo.
Y hasta el momento,
no sé si Jefferson logró alcanzarlas.
¿Quiere que lo llame?
No creo que sea un buen momento, Ruth.
Esperemos un poco.
Tiene razón, licenciada.
¿Por qué habrá decidido eso, Andrea?
Pues se miraba desesperada.
Me imagino.
Yo traté de convencerla
para que no se fuera, pero no logré nada.
Creo que ni Jefferson lograría
detener la ruta.
Será. Andrea es una persona muy decidida.
Solo espero que
esto sirva para que los dos aclaren
sus pensamientos.
Ojalá.
Licenciada.
Ellos han luchado mucho
y no creo que tomen a la ligera
la decisión de separarse.
Pero lo que sí es cierto, Ruth,
es que Jefferson debe reaccionar ya,
porque si no lo hace,
va a perder a su familia.
Toma mi mano.
Qué buena onda, Lucía.
Cada vez fallas menos en tus tiros.
Me hacía falta venir a jugar básquet.
A mí también.
Pero ya mero me voy.
Pues tengo unas tareas
que no han terminado.
Yo también
tengo que hacer y no puedo llegar tarde.
Ni color, que te tiene bien controlada.
Tu abuelita.
Va. Cállate, que tus papás no se quedan
atrás.
Mira, allá está Alex.
No te vayas.
Quédate un ratito y platiquemos con él.
No, el Alex ya no me interesa. ¿Qué?
¿Ya tienes puesto los ojos en alguien más?
En uno solo.
Los ojos, amiga.
Pero otro día te cuento. Sí. Ten cuidado.
No se vaya a enojar el Carlos
si hablas con Alex.
Acordate
que ahora ustedes son más que novios. Ay.
Ay, Bárbara.
Hola, Alex.
Seguí sin querer hablar conmigo.
No digas eso, Lucía.
Tú sabes que tengo muchas clases.
Siempre me decís lo mismo.
Pero es que ahora son clavos más gruesos
y no quiero que alguien resulte
lastimado por mi culpa.
¿Cómo así? En nada.
Ya sabes en qué anda mi hermano.
Y en cualquier momento pueden pasar cosas.
Eso sí.
Pero estás aquí.
Podemos platicar un rato o no podemos.
Pues contame cómo pasaste la Semana Santa.
Bien.
En la casa solo salimos a ver procesiones.
Y vos. También.
Me la pasé encerrada en la casa
viendo películas y
atendiendo al Gabriel,
que ha estado un poco enfermo.
Algo hay.
O sea que los dos pasamos
casi que castigados.
El descanso. Simón.
Mira, vos te has estado escondiendo de mí
de hace ratos y yo ya sé por qué es así.
¿Por qué vos y el Diego
son los que intentaron asaltar
el bus donde íbamos para la capital
con la Vero y doña Marta?
No. Déjate de cuentos, que yo te reconocí.
Por eso se bajaron.
Todo por meterte
en los rollos de tu hermano.
Son cosas que no entenderías, Lucía.
Por eso te alejaste de mí.
Por eso y porque no quiero que tengas
clavos con el Carlos por estar conmigo.
Yo pensé que en la excursión
me ibas a buscar
y que todo iba a ser igual que antes.
No creo que las cosas puedan ser
como antes.
Lucía.
Además, en la excursión
el Carlos no te dejaba sola
y esa imagen no me puede ver.
Y después en la noche.
No quiero hablar de la excursión.
Imaginate
que ni me acuerdo de cosas que pasaron.
¿En serio, Lucía?
La verdad yo. No quiero hablar de eso.
Es que yo te quería
hablar de algo que pasó en la excursión.
Y esa noche yo. No me cambies de tema.
Estamos hablando de tus clavos.
Y por eso quiero preguntarte algo.
¿Qué quieres saber?
Vi las notas publicadas de este bimestre
y es la primera vez que perdés dos clases.
No me he podido concentrar.
Entré a estudiar
cuando ya habían comenzado las clases.
Creo que eso me afectó.
Y ya sabes como es mi hermano también.
Hablando de eso, dicen que a tu hermano
lo balearon en San Jacinto.
¿Y quién te dijo?
Por ahí andan hablando de eso.
Ese Diego es un poco.
No contó mayor cosa,
pero yo me quedé con la duda
si vos andabas metido en ese rollo o no.
Eso fue el día de la excursión. Menos mal.
Y decime una cosa.
Los patojos me contaron que ibas a ir
con ellos a jugar a la cabecera.
¿Es verdad? Sí, pero ya no pude.
A lo mejor.
Y regreso a entrenar con el equipo.
Ya viste que hay cosas que sí podés hacer,
como que puedes volver a ser el de antes.
¿O el de antes? Sí.
El Alex estudioso, alegre, deportista
y mejor amigo.
Después de todo lo que te dije.
Todavía
crees que soy tu mejor amigo, Lucía.
Te extraño, Alex.
Con vos es tan fácil hablar.
¿Hablar de qué? De cualquier cosa.
Y con vos No siento pena de que
me vayas a regañar como hacen todos.
Ay, Lucía.
¿Qué te puedo decir Yo?
Solo que te quiero.
Y también extraño pasar tiempo contigo.
Entonces no te alejes más.
Seguí estudiando y jugando fut.
No dejes que nadie te obligue
a hacer cosas que no son buenas para ti.
Ajá. Ya vas.
Lo mismo te digo, Lucía.
No hagas cosas que no son buenas para ti.
Debería ser una promesa entre los dos.
¿Y cómo hacemos para cumplirla?
Ya sé.
Acompáñame al concierto Por la Paz.
Ah, el que están organizando.
Ya vi los afiches.
Pues para arrancar el festival
vamos a tener un concierto
allá en la rotonda.
¿Y cuándo es? El lunes.
Se van a presentar grupos
de todo el departamento y se va a cerrar
con el concierto de una invitada especial.
¡Ah, qué buena onda! ¿Y quién es?
Si llegas, te vas a enterar.
Solo te voy a decir que el día que vino
estuvo bien alegre.
El Diego le dedicó un rap bien chilero.
Quien se lo miraba ni me dijo nada.
Lo voy a molestar con eso.
Pues yo solo
quiero que llegues al concierto.
No sé si pueda.
Tengo cosas que hacer. No seas mala onda.
¿En qué quedamos?
No que ibas a cumplir tu promesa.
Hazlo por mí, Alex. Si.
Toma mi mano.
Carlos.
Y eso que te quedaste en la casa
en domingo.
No tengo ganas de ver a nadie.
Qué raro que no andes con tu noviecita.
Eso. No me quiero meter clavos por gusto.
Vaya que al fin estás entendiendo.
Pues solo estoy dejando que se calmen un
poco las cosas.
¿Qué? ¿Por qué se meten en nuestras vidas?
Porque no quiero que te vayas de cara
con esa muchachita.
Ya te lo dije hasta el cansancio.
¿Y porque cree que va a pasar eso?
¿Y si no es así?
¿Porque seguís de necio con ella?
¿Te enamoraste? No creo.
Pero si quiero estar con ella.
Y por un capricho te vas a arriesgar a que
Esperanza te meta al bote.
Usted no va a dejar que eso pase, Carlos.
¿Terminaste? ¿Noviazgo de porquería?
Yo lo voy a terminar
cuando me canse de ella.
Ay, que tonto sos.
Pero yo la quiero para mí.
Ay, patojas con las que no tenés
que complicarte la vida.
¡Ya, mamá, déjame en paz!
¡Carlos! Carlos.
No me dejes hablando sola.
Patojo Este.
Ahí regreso. Carlos. Voy al parque.
Tengo algo que hacer.
Pero no hemos terminado de hablar de esto.
Y en esta hermosa tarde de.
Domingo en San Juan, Renacimiento.
Y con las bellas notas
que salen del hormigón.
La música de madera nos lleva por
el universo de la melancolía y la emoción.
Sigamos escuchando estas bellas
composiciones
de autores guatemaltecos.
Aplausos a la Marimba Maderas.
De San Juan
con su hermosa interpretación de.
Mi Dalia Azucena.
Esperancita.
¡Qué milagro verla en el parque!
¿Usted que trabaja
tanto, se merece un su descanso?
Pues sí, doña Olga. ¿Y cómo está?
Bien, gracias.
¿Disfrutando de la música? Sí.
Hay que aprovechar
las buenas marimbas de San Juan.
Renacimiento. Esperancita.
Yo sé que está molesta
por las barbaridades
que hacen nuestros patojos.
Disculpe, doña Olga.
Creo que este no es lugar
para hablar de este.
Asunto, Esperancita.
Nosotras hemos tenido una buena amistad
por años.
Por eso me preocupa que esté
molesta conmigo.
No me. Diga.
Ya ve que yo
siempre me he preocupado por usted.
Pues gracias.
Yo le he prestado dinero y también
la he invitado a que vaya a las reuniones
que tenemos con las señoras del grupo.
Y usted sabe que siempre se
lo he agradecido, doña Olga.
Yo no quiero que sigamos con este disgusto
ni que estemos peleando
por cosas que no valen la pena.
¿Usted se
está disculpando conmigo, doña Olga?
Pues tanto como eso, no.
Pero sí tengo interés en que resolvamos
este asunto por la buena.
Porque tiene miedo que su
hijo vaya a una correccional.
¿Pues mire, ya que toca el tema,
no está pensando en poner esa denuncia
contra mi hijo, verdad?
Pues sí, es cierto.
Lo que él dice es lo que toca. ¡Ah!
O sea que ustedes no están seguras. Mmm.
No tengo que hablar de eso con usted.
Pues también estaría tomando un riesgo.
¿No le parece esperanza?
Debería considerar si esto lo
podemos arreglar de otra manera.
De otra manera.
Doña Olga.
Usted sabe que nunca sobra el dinero.
Más en estos tiempos.
Si usted quiere,
yo le puedo ayudar con unos centavos.
Yo le agradezco,
pero en este momento no necesito.
No, yo le estoy ofreciendo una ayuda.
No me tiene que pagar intereses
ni devolvérmelo.
Ah, Usted me quiere dar dinero
a cambio de que no ponga la denuncia.
¿Cómo va a creer,
Esperancita, yo ser incapaz de hacer eso?
Yo lo hago porque veo todo lo que tiene
que gastar con sus nietos.
Pues gracias, doña Olga,
pero estamos bien.
Nos comemos nuestras tortillas
con frijoles, pero nos las comemos en paz.
No se ofenda.
Solamente estoy pensando en su bienestar.
Además, Esperancita, si yo estuviera en su
lugar, la verdad lo pensaría dos veces.
Y como. ¿Por qué?
Todo tiene un precio, mi querida amiga.
Y usted sabe que la gente
es cruel para juzgar.
Pues si uno tiene la
razón, no tiene nada que temer, Doña Olga.
Yo no creo que sea así.
Y no quiero que usted y su nieta
salgan perjudicada.
¿Y por qué habrían de ser las cosas así?
Yo no quiero pelear con usted.
Por eso le ofrezco mi apoyo.
Pero si no quiere,
pues nos vamos a un juzgado.
Un juicio sale caro.
¿Con qué lo va a pagar usted?
Pues si eso toca, voy a ver qué hago.
Solo quiero que lo piense bien.
Y yo tengo suficiente para pagarle
al mejor abogado que defienda a mi hijo.
Y yo tengo la ley a mi favor. Tal vez.
Pero le puedo asegurar que Carlos
no irá a ninguna correccional.
Eso no lo podemos asegurar. Cierto.
Pero recuerde que las que van a quedar mal
paradas
ante la gente de San
Juan son usted y su nieta.
¿Va a poder cargar con todo eso esperanza?
Solo piénselo.
Toma mi mano.
Entérate más sobre.
Toma mi mano.
El audio novela
y los recursos disponibles en Triple W.
Punto. Toma mi mano punto s o síguenos
en Instagram y TikTok
como toma mi mano U.S.A.
No te pierdas nuevos episodios
cada miércoles.
Escúchalas en Spotify, YouTube
y Apple Podcast.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.