Los González encuentran a Raúl en la cantina y lo amenazan para que pague su deuda. Alex está en el cementerio. Cruz aparece para apoyarlo, pero Alex le dice algo inesperado. Todos siguen preocupados por Lucía. El comisario llega con una terrible noticia.
Toma mi mano.
Su pulso.
Salud. Mi salud.
Pues entonces le entramos y depende.
Depende de que. De cuánto vayas a soltar.
Si de pisto hablamos,
te doy el doble de lo que te da Raúl.
Ahí. De veras me extraña, hombre.
Pero dime.
El pago es por adelantado y. Dios.
¡Chis! ¡Pisto!
Aquí está.
Mira, yo no soy igual que ese Raúl.
Y nunca lo vas a hacer,
Raúl.
¿Y vos qué haces aquí?
Pues nomás viendo el ganado.
¿Qué haces con éste, Julián?
Nada, Sólo me invitó a un trago.
Ustedes.
El único que te puede invitar soy yo.
Tranquilo, Raúl.
Sólo estamos platicando.
Y ese pisto que estoy pagando las chelas.
Pero ahí alcanza para más.
Tráete
un par de botellas de guaro. Julián.
Aquellas obrero
que no vas a invitar a tu cuate.
Sí, pero apúrate, Julián.
Con gusto, Raulito.
Y vos no tenés que estar en reposo.
Pues. ¡Ja! Eso es solo para las mujeres.
Yo soy macho,
pero tampoco hay que ser bruto.
Tenés que cuidarte la herida.
Eso es lo que estoy haciendo.
Sí. Pues.
¿Para qué echarme alcohol
si me lo puedo tomar?
¿Te la echaste buena que hubo estos días?
Nada.
Lo mismo de siempre.
¿Que han dicho sobre el robo?
Intento de robo, querrás decir.
Pues nada.
Sólo chisme de viejas. Seguro. Me extraña.
Servidos.
Gracias, Julita.
¡Ay! Te busco al rato. ¡Ay!
Cuando querrás.
Raulito.
Te recuerdo que la Julia es sólo mía.
Vos, Sebas. Ya lo sé, hombre.
Más te vale pedir salud. Salud.
Ah, otra cosa.
Vos tenemos que intentarlo otra vez.
¿De qué hablas vos? No te hagas el baboso.
Lo del ganado.
Tan loco.
Yo ya no lo voy a entrar.
¿Por qué no? Que es muy macho.
Mirá, si no hubiera sido por Mario, capaz
que ya no estuviéramos aquí.
Yo ya no voy a arriesgar mi pellejo.
¿Qué hombrecito?
Este. Decile, Lipe.
Tal vez aquel si le entra.
Ese es peor que vos.
Mejor deja las cosas así.
No tengo que desquitarme de esos malditos.
Esta herida no se va a quedar así.
En eso tenés razón.
Todavía me duele un cacho
la pateada que me dieron.
¿Ya viste?
Hay que devolverles el doble
a esos pendejos.
Pero hay que ir con más gente.
Eso quería escuchar a quienes más
les decimos.
Voy a llevar a todos mis patojos.
¿De veras? Sí.
Y esta vez no vamos a fallar.
Hoy me parece que apuntaba.
No somos cuates pues. Ajajaja.
Fue la gran Luz González Bus.
Okay.
¿Qué fregados hacen aquí? Saber.
Pero yo me voy.
Quédate aquí, hombre.
No, Que muy finito.
Pues tomando en esta porquería.
¿Y usted qué hace aquí?
Este no es su pueblo ni me interesa.
¿Sabes a lo que vengo?
Ya le dije que su dinero para el otro mes.
Se lo tengo.
Ya es la tercera vez que decís lo mismo.
O me das algo ahorita o.
Yo no tengo que ver con esto.
El clavo solo es de él.
Sebas.
¡Híjole, Raúl!
Déjalo que se vaya.
No, que te la llevaste muy machito. Pues.
Usted lo dice
porque siempre anda con su gente.
¡Ah! ¿Qué decías?
¡Ah! ¿Qué decías?
Yo solo te puedo partir
la cara de una vez.
Tito. Ah,
ya me estoy hartando de esperar, Raúl.
15 días te doy.
Y si no tenés el dinero, esta golpecito.
No va a hacer nada
con lo que te voy a hacer.
¿Me oíste?
Toma mi mano.
Jóvenes.
Es hora de cerrar el nicho.
¿Por qué tanta prisa, Don?
Se le está pagando el trabajo. Me extraña.
Señor, por favor.
De nosotros. Rato.
¿Alguien puede venir todavía? Está bien.
Pero mejor si nos apuramos un poco,
porque parece que va a llover.
Gracias. ¿Para mí?
Voy a estar por allá preparando la mezcla.
Manito.
Yo creo que no va a venir nadie.
La bicha me llamó y me dijo
que no podía venir porque está lejos.
Pero. ¿Y los chavos de la pandilla?
¿Qué onda?
Todos andan escondidos de la pura
y de los de San Jacinto.
No nos vayan a agarrar desprevenidos.
No creo que vengan. Ese.
Todos nos dejaron solos, Gabriel.
Así como lo hicieron en San Jacinto.
¿No es eso al éxito?
Lo que pasa es que teníamos órdenes
del mismo diablo.
¿Órdenes? ¿Qué orden es?
Pues que si las cosas salían mal,
teníamos que pelarlos.
Y fue lo que hicimos.
Gabriel tenía razón
cuando decía que sólo éramos nosotros dos.
Que en el pueblo nadie nos quería.
Yo sé que hizo cosas jodidas, pero
ya no tengo a nadie.
Para mí era como un carnal.
Fue un error caer en la pandilla del poste
allá en San Jacinto.
Esa onda estuvo planeada desde el inicio.
Le hicieron una mala jugada al Gabriel.
Yo le dije que no fuéramos cabal.
Perdimos a nuestra mejor pieza.
Pero tenemos que venga su muerte.
Si con eso se arreglara algo.
Judas. Tenés que decidirte.
Si te vas a vengar.
Toda la pandilla
está dispuesta a ayudarte.
Hablemos de eso más tarde.
Jóvenes. Ya es hora.
No podemos esperar más. Compadrito.
Es hora de decirle adiós Al diablo.
Está bien.
Dele.
Dele de una vez.
Adiós, Gabriel.
Adiós.
Mi hermano.
Buena onda, mi diablo.
Fuiste grande.
Por el éxito.
Es mejor que nos vayamos.
Ya van a caer los aguaceros.
Esperemos que pongan la lápida.
Yo prefiero zafar bulto.
Tengo que esconderme de bajura.
Ahí nos vemos.
Buena onda, Judas.
Cuídate, hermano. Hey.
Ay, si estoy solo.
Gabriel.
Solo.
¿No es verdad, Alex?
No estás solo.
Profe Cruz.
¿Pero qué hace aquí?
Salí hace poco del hospital.
Dicen que ya estoy bien.
Aunque tengo que usar este bastón
por un tiempo.
Qué bueno que ya está mejor, profe.
Pero mire dónde me vino a encontrar.
Sé que es difícil para vos, mijo.
Me enteré que hoy era el entierro
y por eso vine a acompañarte.
Se murió mi hermano. Profe.
Mataron a Gabriel.
Lo siento mucho, Alex.
Sé lo que es perder a una persona amada.
Aquí están mis papás,
mi abuelita
y ahora Gabriel.
Esto es muy difícil.
Vas a recuperarte.
Te va a llevar tiempo,
pero vas a superarlo.
¿Qué voy a hacer ahora?
¿Qué vas a hacer? Vivir, mijo.
Tienes la vida por delante, Alex.
Disculpen.
Ya terminé.
Me parece como quedó todo in situ.
Sí, Gracias.
Vaya que llegó a tiempo.
Su hijito ya tenía a ratos
esperando que viniera él.
Sí, llegué a tiempo.
Aquí tiene.
Gracias por el trabajo.
A ustedes.
Permiso. Pues.
Le agradezco que esté aquí.
Don Cruz.
Aunque creo que después de Gabriel
sigo yo.
¿Por qué decís eso?
Porque el me amenazó.
Pero no estás solo, Alex.
Siempre te lo he dicho.
Ahora lo que me toca es defenderme, profe.
¿Cómo
vas a seguir con esos enfrentamientos?
Esa no es la forma de solucionar nada.
¿Es que usted no sabe cómo fue, profe?
Solo cierro los
ojos y veo cuando el CrossFit
y me dan unas ganas.
La venganza no es el camino, Alex.
Y entonces pensá en tu futuro.
Saliste de todo eso.
Tu hermano nunca lo pudo hacer.
Pero vos sos diferente a Gabriel.
No sé qué hacer, profe.
Sé que estás confundido en estos momentos,
pero sabés que tenés todo mi apoyo.
Y vamos a salir adelante juntos.
Ya vas a ver.
Gracias, profe, pero ahorita
tengo muchas cosas en qué pensar.
Betty está muy agradecida con vos.
Supo lo que pasó y quiere que
vayas a la casa a cenar con nosotros.
Será profe.
Nada de negativas, mijo.
En estos momentos no debes estar solo.
Es que ya le dije que tengo
muchos pendientes y cosas en qué pensar.
Y te entiendo. Pero pensemos juntos.
Vámonos a la casa y platiquemos con Betty
de lo que vas a hacer en el futuro.
Toma mi mano.
A Carlos.
¿Y vos para qué me venís a buscar?
¿Querés seguir el pleito?
Que no, Diego, Con vos no estoy peleando.
Vengo a pedirte un favor.
¿Vos? ¿Y ahora qué necesitas?
Quiero que me acompañes
a la finca de mi tío.
¿A la cabaña?
¿Como para qué?
Te voy a pagar buena plata.
No, mano.
Sea lo que sea, esta vez paso.
Ayúdame, hombre.
Necesito que vos
vayas a la cabañita a sacar una cosa.
¿Y por qué no lo haces vos?
Es que hice una mulada
y no me quiero echar color.
Yo te espero en el carro, hombre.
Haceme la pala.
No, vos mejor andate, que ni quiero saber
en qué clavos estás metido.
Aunque me lo imagino a la Diego.
No seas mala onda.
Ya tengo muchos problemas.
Y ahora que mataron a Gabriel
entendé que me tengo que cuidar más.
Resuelve tu clavo, Oloman.
¿Cuénteme al final qué pasó con Lucía?
¿Ya regresó?
Quiero hablar con ella. Ay, Armando.
Yo no sé cómo decirte que mi hijo le pasó
algo a Lucía.
Es que hoy no aparece,
pero como que no aparece.
Pensé que estaba en la casa
de alguna de sus amigas o con su novio.
Pero nadie la ha visto.
¿Cómo es posible, mamá?
¿Le habrá pasado algo? Yo espero que no.
Pero fuimos a la policía
y activaron la alerta.
Alba. Kenneth.
¿Puedes ver el boletín en el Internet?
Ya la están buscando.
¿Está segura que no
está en la casa de alguna amiga?
No está con ninguna
de las personas que la conocen.
Pero en la policía
me dijeron que mejor me quede en la casa
por si ella regresa
o para cualquier noticia que tengan.
Yo he intentado comunicarme con ella,
pero me manda a buzón.
Usted ha probado llamarla
Dios a cada rato.
¿Cómo pasó esto, mamá?
No sé qué más decir, Armando.
Bueno, créame que estoy pensando
qué hacer.
Ahorita voy a salir.
Pero le pido que cualquier noticia,
por mínima que sea, me avise.
Voy a traer a Angélica
porque ya le conté lo que pasó.
Le llamo en un rato. Mamá.
No. No se culpe, doña Esperanza.
Es que si hubiera hecho
las cosas de manera diferente,
tal vez esto no estuviera pasando.
Usted se está esforzando para mi hijo
No es suficiente.
Cuando le conté todo lo que ha pasado,
se enojó mucho conmigo.
Sólo está molesto y preocupado.
Seguro. Después se disculpará.
¿Y si pude evitarlo?
No lo creo, doña Esperanza.
La decisión la tomó Lucía.
Usted en ningún momento
la sacó de la casa.
Pero ya ve que quiso escaparse
con Ángel, después con Carlos.
Y la tercera fue la vencida.
Ahora sí lo hizo.
Y me siento culpable.
Si fuera así, yo también soy responsable.
Confíe en lo que me
dijo que se venía para su casa.
¿Será que si Armando
y Angélica estuviera vivo aquí
no se hubiera dado tanto problema
con mis nietos?
Eso es muy difícil de saber,
Doña Esperanza.
Hay otros padres de familia
que están pasando por lo mismo que usted.
Todos sabemos
que usted es una buena abuela.
Lo hemos visto. No todas.
Viera el montón de cosas que me dijo
doña Olga cuando fui a su casa.
Hasta salió en la plática que me dio
en el centro comercial con Tomás.
Y si ella tiene razón, no ponga oídos
a comentarios que solo la atormentan más.
Usted ha sido como una madre
para los patojos.
De eso debe estar segura.
Y no me arrepiento, doña Marta.
Pero no sé si dejarlos a mi cargo.
Fue un error.
Mire, ahora debemos enfocarnos
en encontrar a Lucía.
Y luego habrá tiempo
para arreglar lo demás.
Ay, Dios mío.
¿Quién será? Será Lucía.
Yo voy.
¡Ay! ¿Qué tal, José?
Pase, Adelante.
Buenos días, doña Esperanza.
Comisario. Encontró a Lucía.
Ay, doña Esperanza.
Encontraron el cuerpo de una muchacha
de entre 14 y 16 años.
Con las características de Lucía.
No. Ay, no puede ser.
No. ¿Usted cree que sea Lucía, comisario?
Ay, no, no, No me puedo adelantar.
Pero es necesario que doña Esperanza
vaya a la morgue para identificar
el cuerpo.
Toma mi mano.
Unirse o formar parte de un grupo
que sigue un mal camino
puede llevar a finales trágicos.
Como le pasó a Gabriel.
¿Conoces a alguien en esta situación?
No estás solo.
Estamos aquí para apoyarte.
Visita Triple W. Punto. Toma mi mano.
Punto vs diagonal Recursos donde
encontrarás ayuda para prevenir pandillas.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.