¡Los conflictos personales sacuden los cimientos en Toma Mi Mano! Jefferson toma una difícil decisión después de una discusión con Andrea. Mientras tanto, Alex se enfrenta a la incertidumbre sobre su futuro académico y deportivo. Además, Verónica confiesa a Lucía sobre sus citas con varios chicos, cuando de repente aparece doña Esperanza.
Es el momento de empezar.
De nuevo juntos.
Volver a nacer.
Toma mi mano.
¿Como amaneciste?
Más o menos.
Más o menos.
Porque será.
Buena noche.
No creo.
Sí, por lo de anoche.
Hasta te reís de eso. Bah. Ya ves como es.
Ay, amor.
Yo te dije que si se podía.
¿Pero cuáles eran las condiciones?
Tú no quisiste. Fue tu problema.
Mejor poner los platos en la mesa, porfa.
Y encima
me pones a hacer cosas viendo cómo estoy.
Ahí está.
Un poco exagerado.
Sí. ¿Y así querías hacerlo anoche?
Ah, pero eso es otra cosa.
Otra cosa será. Ya están los platos.
¡Ya voy, Ya voy!
Apúrate, hombre.
¿Cómo que amaneciste media contenta?
Es que vos con lo que te pones.
¡Bravo! Seré
así. Está bien.
¿O quieres más frijoles? Ahí está bien.
No tengo mucha hambre.
Lo que pasa, mi amor,
es que ahora no puedo quedar embarazada.
Por eso te pido que nos cuidemos.
Pero tú sabes que a mí
no me gusta usar preservativos.
Además, si quedas embarazada. ¿Qué tiene?
Tal vez el varón.
Que casi me ahogo. Jefferson.
Solo te faltó decir el
Pues para que sonase igual que tu papá.
Cuidado, mujer. Tampoco.
Tampoco yo. Eso lo decía. Cáncer.
Para que nuestra familia sea de cuatro,
primero tenemos que resolver varias cosas.
Tranquila, amor.
No es para que te pongas así.
¿Y cómo quieres que me ponga? ¿Que me ría?
Bueno, hace un ratito estabas feliz.
Tú lo dijiste.
Estaba ahí.
Tan sentida que sos flaquita.
No es eso, Jefferson.
Imagínate cómo estaríamos con otro hijo
si solo con Emma.
Nos está costando un montón.
Sí, estaría más complicado, creo.
Mira, la hora que vine ayer por
estar vendiendo para ganar unos centavos.
Porque últimamente no alcanza tu salario.
Pero, amor, ya te he dicho
que esta situación es pasajera.
Ya mi papá se va a poner al día
con el pago de mis hermanos
y ya no voy a tener que ayudarlos.
Si tú sos muy bueno.
Y no es que no quiera que ayudes a tus
hermanos, pero tenés tu propia familia.
Andrea tú sabes que ustedes son
lo más importante para mí,
pero ellos no dejan de ser mi familia.
Pero a veces
parece que te ocupas más de tus papás
y de tus hermanos que de nosotras.
Tampoco es así, amor.
Solo donde tus papás quieres estar.
Y no lo digo por tu mamá,
que bastante sufre,
sino por tu papá que ofendes por ofender.
Bueno, a mi mamá no la puedo dejar sola.
Yo pude.
Jefferson,
hace dos años que no veo a mis papás.
Eso sí es cierto, mi amor.
Y tampoco
te tomas un tiempito para nosotras.
Te vas a trabajar los sábados,
te vas con tu mamá y los domingos a jugar.
¿Y qué querés, Andrea?
No puedo dejar el trabajo.
¿Crees que deje de jugar?
No. Lo que quiero es que dediques un poco
de tiempo para nosotras.
Ay, no, Andrea, Suficiente
tengo con este golpe.
¡Mami! ¿A dónde vas, Jefferson?
Ya que decís
que solo quiero estar con mis papás.
¿Papi, Estás enojada?
No, mija. Linda, dame un besito.
Ya regreso.
Papi, no quiero que te vayas.
Jefferson, no me dejes
hablando sola para estar alegando.
Mejor me voy a oír a mi papá.
Ese profe de mates
y que se mandó hoy ese examen.
Ni el director Logan tampoco. Tampoco.
No exageres, Diego.
No estaba tan difícil. Eso sí, muy largo.
Yo ya quería salir.
Mirá vos, porque.
Sos un cerebrito para la mate.
¿O es que quieres impresionar a la Lucía?
No, nada que ver.
Yo nada más digo.
No jodas vos. Órale, muchacha.
Órale, Buena onda.
Bueno, yo me voy porque tengo que hacer.
Mira, Alex, ahí viene la Lucía.
Por lo menos no te vas a quedar solo.
Esto más que vos.
Mejor ahí te vas por la sombra.
¿Verdad que sí?
¿Te llega la lucía?
Hola, Alex.
¿Qué onda? ¿Va Félix? El Diego.
¿Cómo jode ese baboso?
¿Y cómo te fue en el examen de mate?
Pues dicen que estaba difícil,
pero a mí no me costó.
Eso sí, venían muchos problemas.
Hoy y hoy sí.
A mí tampoco me costó.
Yo digo que vamos a sacar buenas notas.
Ojalá.
Ahora estoy aguado
por el examen de mañana.
Porque nos toca sociales
y es el más fácil.
En esa clase no me va bien.
No la he perdido.
Pero es tan aburrida.
Si no te va bien es porque vos no querés.
Es que de verdad me da hueva.
Ay, Alex.
Esos temas de los países de América
se me confunden.
Me hago bolas.
A mí me gusta la historia de América.
Algún día quiero ir a todos esos países.
Entonces ya no te vamos a ver.
¿Cuándo vas a regresar?
Va pues,
aunque sea en las playas de Brasil.
Ah, pero para ir a ver el fútbol.
Eso estaría chilero.
Pero la verdad es que no sé
si voy a seguir en el instituto.
Gabriel ya no quiere que estudie.
Tampoco quiere que juegue fútbol.
No digas eso, Alex.
Pozos de los mejores de la clase.
Pero es que a veces pienso
que mi hermano tiene razón.
Esto de los estudios
no sirve para ganarse la vida.
De verdad.
Tu hermano está equivocado.
Yo creo que tiene razón.
Aunque estudiemos, no se consigue chance.
Pero hay muchas cosas que podemos hacer,
Alex.
¿Poner un negocito, ir a la universidad,
volverte cantante o futbolista?
Eso quisiera yo.
Ya ves.
Yo quiero estudiar trabajo social.
Seguro que lo vas a lograr, Lucía.
Pero yo no tengo futuro en el estudio.
Mi hermano quiere que trabaje con él.
Eso no, Alex.
Tu hermano manda y nada bueno.
¿Y si te pasa algo?
No creo.
Como dice el Gabriel, aquí hay que rifar.
Sólo hay que ponerse trucha.
No seas tonto, Alex.
Dicen que con la Mara no hay regreso.
Es lo único que puedo hacer.
Quedarme con mi hermano
y cuidarnos las espaldas.
Alex, hombre, vos sí que la friegas.
Eso no es cuidarte.
Eso es tirar tu vida a la basura.
No quiero que te pase nada.
Y yo sé
que puedes hacer cosas buenas con tu vida.
No sé qué hacer, Lucía.
Yo no puedo ayudarte.
Pero tenés que buscar la forma
de arreglar las cosas con tu hermano.
No conoces al Gabriel.
Hay que encontrar la manera de que te deje
estudiar y seguir jugando fútbol.
Con eso no me echa la mano.
No me da ni un centavo.
Si no es por don Cruz,
que me paga por ayudarle con los fletes.
¿Y si empiezas a juntar latas?
Mira todas las que dejan tiradas
aquí en la salida del instituto.
Será.
Pues dicen que pagan algo por la lata
y la chatarra.
Y así no vas a depender de lo que te dé
tu hermano.
Yo te ayudo.
Gracias por hacerme la Paula.
Pero, Lucía, Porque te preocupas por mí.
Porque crecimos juntos, Alex.
Somos cuates. Y vos
siempre me has cuidado.
Ajá. Es por eso.
Es cierto.
Desde que te vi
el primer día de clases en primaria.
Cuando nadie quería jugar conmigo.
La Bárbara te dijo que no iban a jugar con
vos a la gran.
Yo estaba chillando y vos
me llevaste a jugar pelota con tus amigos.
Desde entonces ya sabía
que ibas a ser mi dolor de cabeza.
Bueno, el dolor de cabeza sos vos.
¿Cómo se te ocurre
que vas a dejar de estudiar?
Sos pilas, Alex.
Lucía, No me vas a dejar solo.
Nunca me extrañas, Alex.
Sos mi mejor amigo.
Alacrán.
¡Qué calor!
Qué bueno que ya llegamos.
Y vos, Lucía, que no te apuras.
Todo por estar hablando con el Alex.
Mejor entra Angelito
y le decís a mi abuelita que ahorita voy.
Abuelita, ya venimos.
Que bueno.
Mi hijo ya va a estar el almuerzo.
Y Lucía aquí afuera está
platicando con Verónica.
Bueno. Vero, quédate un rato.
No, vos, ya me tengo que ir.
Además, ahí está tu abuela.
¿Y qué tiene?
A mi abuelita Solo vino a darnos
el almuerzo y se va a trabajar otra vez.
Es que no quiero que me oiga.
Mejor platiquemos aquí afuera.
Ahorita voy, abuelita.
No te vayas a tardar mucho.
Me tengo que ir rápido.
¿Todavía está enojada tu abuela
porque te vio tentando al Carlos, verdad?
Yo no lo estaba.
Ah, mejor hablemos de otras cosas.
Uy, que. Delicada.
Pues mejor decime qué me querés contar.
El Eduardo me va a llevar a la capital
el sábado.
Ay, Verónica.
¿Y no andabas con el tal Maynor?
Pues aquel solo fue un agarrón.
Y como sabes,
esta belleza no se desperdicia.
¿Entonces quién es Eduardo?
Ay, amiguita.
Solo porque sos mi cuate, te voy a contar.
Es un chavo que me trae. Pero vos.
¿Cuánto llevan saliendo?
Como una semana. Mmmm.
Ya llevamos meses.
Te acabo de ver con el panqueque.
Al rato con el Maynor.
Y ahora con este vos.
Lo que pasa es que
el Eduardo tiene que viajar mucho.
Y mientras tanto me entretengo
con los muchachitos de aquí.
¿Y cuántos años tiene? Es lo de menos.
Lo bueno es que es un mango
y está súper interesado en mí.
Pero eso de que te lleve a la capital
no me cuadra.
De lo que te preocupas.
Ya he salido con otros cuates.
Conozco un cacho, El Trébol y la Zona uno.
Pero si te vas a ir sola con él,
es algo. Más.
Ay, Lucía, en lo que estás. Mejor contame.
¿Te traes algo con el Alex, verdad?
¿Cómo vas a creer? Somos buenos amigos.
Pero se veían menos entusiasmados
a la salida del instituto.
Platicando de los exámenes
y los clavos que tiene con su hermano.
Pobre aquel. Ajá.
¿Qué casaca?
No, Verónica, vos
sabes que estoy con Carlos.
Y eso que vos no seas tonta
y aprovechá que le gustas a la Alex.
No, no. ¿Qué te pasa? El Carlos
es mi traidor.
No seas babosa.
Si no te funciona uno, tenés al otro.
Que te está llamando.
Eduardo.
Ojalá el del panqueque de plano,
que ya se la agarró.
En serio, que ni crea que yo voy a
estar gastando mis datos chateando con él.
Sí, será de menso.
Pero tené cuidado.
¿Y cómo conociste al Eduardo ese?
Fui a comprar azúcar a la tienda
y él estaba allí.
Nos miramos y nos gustamos.
Pero él no es de aquí. ¿Verdad?
¿Cómo vas a creer?
Es de la capital y tiene 19 años.
Ya es. Grande. Vos y a mí así me gustan.
Con experiencia.
¿Y qué hace acá en San Juan? Renacimiento.
Viene cada 15 días.
Coloca productos en las tiendas.
En eso trabaja.
Si nos mantenemos en contacto.
Solo para que te fijes.
Tengo grabada en el celular
una canción que me dedicó.
Quiero oír.
Bueno, si eso te gusta.
Lo que importa es que piensa en mí a cada
rato.
¿Y cuando viene?
¿Cuánto tiempo se queda?
A veces cinco días o hasta una semana.
¿Y te gusta así?
Sí, Lucía.
A esos días sí que le sacamos el jugo.
¿Vos cómo así que le sacan el jugo?
Vos no sabes.
Él me lleva a San José o a otro lugar
y estamos juntos.
Vos ya lo hiciste, Lucía.
Vos no estás en nada.
¿Y no te dio miedo?
No te hagas.
Conociendo al Carlos.
¿Me vas a decir que no te lo ha pedido?
No, fíjate que no.
Sí. ¿Pues aunque si vos quisieras,
ya lo hubieras hecho o no?
No sé.
Pero contame cómo es.
Mirá, la primera vez
no me gustó, pero me fui acostumbrando.
Eso quiere decir que
ya lo has hecho varias veces.
Eso no te lo voy a contar.
Pero si te digo, te lo estás perdiendo.
No sé.
Yo quiero enamorarme primero.
Y aburrida sos.
Lucía. Estás
perdiendo el tiempo. Cállate vos.
Ni siquiera hemos cumplido los 15.
Pues aprovechen ahorita con el Carlos.
Y si no te gusta, te buscas otro y ya.
Pero si ya te he dicho que. ¡Cállate!
Oigo algo.
¿Ángel, Sos vos, abuelita?
¿Ustedes De qué están hablando?
Toma mi mano.
Entérate más sobre.
Toma mi mano.
El audio novela
y los recursos disponibles en Triple W.
Punto. Toma mi mano, Punto F o síguenos
en Instagram y TikTok
como toma mi mano U.S.A.
No te pierdas nuevos episodios
cada miércoles.
Escúchalas en Spotify, YouTube
y Apple Podcast.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.