Toma Mi Mano USA

Episodio 151: Tragedia en el parque 

Episode Summary

Jefferson llega a Sololá dispuesto a arreglar su relación con Andrea. Alex y Lucía dan un paseo en el parque. La pandilla de Krosty aparece con un plan terrible. Lucía logra escapar y corre a casa en busca de ayuda por la tragedia que ha ocurrido. 

Episode Transcription

Toma mi mano.

Calvino.

Jefferson ya está en el parque Ritu.

¿De veras? Sí. Me acaba de llamar.

Ándate con Andrea.

Pues yo termino de atender.

Llego con Emma. Qué emoción.

Andrea. Acompáñame.

Mi hija.

¿A dónde?

Tengo que ir al centro a traer unas cosas.

¿Puede ir con ustedes?

Sí, mi amor.

Mejor te quedas con tu abuelito, Emma.

Lo que pasa es que son muchas cosas

las que vamos a traer.

Abuelito.

Te voy a ayudar en la panadería.

Gracias, Emma.

Ya regresamos, Paulinho.

Vaya.

Se van Con cuidado.

Porque no vino mi papá por las cosas,

Mamá.

Ah, es que yo quería salir un rato

y platicar contigo.

¿De quién, mamá? Andrea.

¿Al final te vas a divorciar de Jefferson?

Pues sí, estoy por hablar con él.

Yo no creo que quieras hacerlo.

Porque lo dice.

Si estuvieras segura.

¿Pero de qué rato se lo hubieras dicho?

¿Y si él viniera a buscarte?

¿Se lo dirías?

Pues supongo que sí.

Pero no creo que venga.

No dejes pasar más el tiempo, mija.

Tenés que tomar una decisión.

Si, tienes razón.

Mamá.

Es Jefferson el que está

ahí en el parquecito.

Sí, mija. ¡Ay!

¿Entonces usted se puso de acuerdo

con mi papá para traerme aquí, verdad?

Solo queremos que estén bien. Andrea.

Hola, Andrea.

Jefferson,

no te vayas a enojar con tu mamá.

Yo le pedí favor que te trajera.

Ay, mamá

las dejó un rato.

¿Cómo estás, Andrea?

Pues bien. ¿Qué estás haciendo aquí?

¿Y tu trabajo en San Juan?

¿Y si él me dio tiempo

para venir a arreglar las cosas contigo?

Quiero pedirte perdón y decirte que estoy

decidido a empezar una nueva vida juntos.

¿Y cómo estoy dispuesto

a renunciar a todo, Andrea?

A mi trabajo, a mi familia, Al pueblo.

¿En serio?

Sí, Andrea.

Entiendo que muchas decisiones

que tomé te hicieron daño.

Sufriste por eso.

Pero ya se acabó, mi amor.

Y como todo empezó en este lugar,

aquí mismo,

te pido que me des la oportunidad

de entrar de nuevo en tu corazón.

No es tan fácil, Jefferson.

Son muchas cosas las que hay que cambiar.

Lo sé, Andrea.

Sé que he cometido muchos errores

en mi familia.

Hemos aprendido que ser hombre era andar

con los cuates echándonos los tragos,

tener el montón de hijos

y si eran varones, mejor.

Eso no justifica Jefferson.

Yo sé, pero por un tiempo caí en eso.

Ahora comprendo que me equivoqué.

Me dejé llevar por muchas cosas,

incluyendo lo que me decía mi papá.

Y eso casi arruinó nuestras vidas.

Pensé

que te estabas volviendo como tu papá.

Y por eso me alejé de ti.

Te entiendo.

Y estoy dispuesto a trabajar

por nuestra familia.

Tú, Emma y yo.

Solo los tres. Sí.

Sí. Es lo mejor para nosotros.

Tu vida estuvo en riesgo por no cuidarnos.

Por mi necedad de tener más hijos.

Y yo no quiero que volvamos a pasar eso.

Emma nos necesita a los dos también.

Bonito todo lo que decís, pero

no sé si creerte.

Déjame demostrártelo.

Te amo, Andrea.

Nunca dejé de hacerlo.

Y necesito saber si tú todavía me quieres.

¿Cómo no voy a quererte, Jefferson?

Me has hecho tanta falta.

¿Entonces me das otra oportunidad?

¿Tú que crees?

Que si.

¡Papi!

¡Papi! ¡Papi!

¿Cómo estás, mi amor? ¿Con quién venís?

Mi abuelito me trajo.

Te amo, princesita.

Te vas a querer, papi.

Sí, Emma. Tu papi se va a quedar.

Mi lugar es con ustedes.

Con mi familia.

Toma mi mano.

Bueno, entonces estamos para este martes

a las tres.

¿Verdad?

Un soldado.

Vaya, Pues pasa. Feliz tarde.

Hasta pronto. Gasolina.

Ya está el cafecito, Cruz.

Gracias, mija. ¿Y quién te llamó?

Era Beto.

Es que consiguió un viaje para la antigua.

No será muy rápido. Cruz.

¿Cómo te sentís para manejar?

Pues me siento bien.

Además, la carga

la van a subir entre Beto y Panqueque.

Y bueno, está bien.

Pero si te cansas, le decís a Beto

que maneje él.

Sí, sí. No te preocupes.

Lástima que es un viaje de trabajo.

¿Y eso por qué?

Porque me gustaría acompañarte.

¿En serio, Betty? Sí.

Hace mucho tiempo que no vamos juntos.

¿Te acordás

cuando fuimos para nuestra luna de miel?

Uy. Estábamos bien.

Todos.

Ah, qué días aquellas.

Y desde ahí decidimos que todos los años

íbamos a hacer un viaje juntos.

Sí. Después fuimos los tres.

Ahí tengo la foto que nos tomamos

en el parque cuando Marvin era un bebé.

Como. ¿Cuánto tendría ahí?

Yo creo que unos cinco meses.

Y cuando creció. Siempre preguntaba.

¿Y ahora a dónde vamos a ir?

Es tan extraño esos tiempos.

¿Sabes, Betty?

A pesar del tiempo y de los problemas,

yo te sigo amando.

Eres mi compañera.

Y yo también te amo, Cruz.

Tenemos que hacer.

Sin enfrentamientos entre las

pandillas

en el área de San Juan, Renacimiento.

¿Y ahora qué habrá pasado? Espérame.

Vamos a oír.

El enfrentamiento sucedió esta madrugada

y se reportan varios jóvenes heridos

y dos fallecidos,

quienes se identifican como Brayan Picón,

alias El Sánate y Rodrigo Torres,

alias el Judas.

Cruz.

Ellos son los que llegaron al mercado.

Sí, creo que el cross está acabando con

lo que queda de la pandilla del Gabriel.

Ay, Dios mío. Alex está en peligro.

Tranquila, Betty.

Mientras esté aquí con nosotros.

¿Alex está seguro?

Ay, no sé qué pasa, Betty.

Es que hace un rato

me pidió permiso para salir con Lucía.

Creo que andan de novios.

Pues tiene derecho a salir.

No va a estar siempre escondiéndose.

Confiemos en que no pase nada.

¿En qué piensas, Lucía?

Pues es que es un poco raro.

¿Qué cosa?

Nosotros.

El beso que nos vimos.

¿No te gustó?

Me encantó, Alex. Pero.

¿Pero qué estamos ahora?

Pues yo digo que si tú quieres.

Y yo quiero.

Y los dos queremos.

Ay, ya deja de hacer bromas.

¿Es en serio?

Lucía, yo estoy enamorado de ti.

Y yo de ti.

Alex.

Este es un día perfecto.

¿En serio?

Tanto así.

La hora que es.

¿Qué tiene?

Mi abuelita dijo que no llegara tarde.

Y tú tampoco puedes estar tanto tiempo

fuera de la casa de Don Cruz.

Tranquila, ya vamos llegando.

Todavía nos da tiempo. ¿De qué?

De que me digas si quieres ser mi novio.

Ese es el chavo.

Ya, agárrelo,

Alex. Déjenlo

ahí. ¿Qué onda?

¡Suéltenme!

¿Qué quieren?

Tenemos algo pendiente con vos. ¡Basura!

¡Suéltenme! Déjalo, Aprilia.

¡Policía! ¡Lucía, Corre! Pásate.

No dejes que te alcance.

Deje que la juicio se vaya.

Ya tenemos al hermano del diablo.

Toma mi mano.

Damas y caballeros, les habla su capitán.

Tenemos a la vista

la hermosa ciudad de Guatemala.

En pocos minutos estaremos aterrizando.

Por favor, abróchense

los cinturones y aseguren

que el asiento esté en posición vertical.

Gracias por volar con nosotros.

Armando, estoy nerviosa. Yo también.

Regresar a Guatemala.

Después de tantos años.

Aunque con las videollamadas nos hemos

sentido cerca de tu mamá y de los patojos.

¡Ay! ¿Cómo crees que van a reaccionar?

No lo sé, Angélica.

Ahora solo pienso en verlos otra vez.

¿Abrazarlos?

Todavía

no puedo creer que ya estamos llegando.

Anunciamos la

llegada de su vuelo

procedente de la ciudad de Chicago

al Aeropuerto Internacional

de la Ciudad de Guatemala.

Ya vinieron.

¿Quién es? ¿Abuelita?

Anda a abrir la puerta y vas a ver.

A tu papá.

¡Mamá!

Son mis papás.

Ángel, hijito, Qué alegría abrazarte.

Has hecho mucha falta.

Ustedes a nosotros también.

¿Cómo estás de grande, patojo?

No lo puedo creer.

¡Armando!

Angélica.

Ay, que bueno tenerlos ya en la casa.

Doña Esperanza, que gusto verla.

Ya no hallábamos las horas

de llegar a San Juan, Renacimiento.

Pero entren, entren. No se queden ahí.

Hay que feliz me siento.

Tenemos varias cosas en el taxi.

Me vas a ayudar a bajarlas. ¿Verdad, mijo?

Ala, papá.

Todo lo que traen

son nuestras cosas y regalos para ustedes.

Lucía ya va a venir.

Salió a dar una vuelta,

pero no tarda en regresar.

Hoy va a ser una gran sorpresa

cuando los vea.

Siéntense.

Tenemos tanto de qué hablar.

¿Están cansados, verdad?

Un poco.

Pero ahora lo que queremos

es platicar con ustedes.

Decidimos adelantar el viaje por todo

lo que ha pasado con estos patojos.

Pero yo me he portado bien.

Entonces.

¿Qué fue eso de unas revistas

y de una visita al Crisantemo Dorado?

Ahorita no se preocupen,

ya habrá tiempo de hablar de todo.

Mejor aun. En el caso de mi abuelita.

Ella sabe lo que dice.

¿Salvado por la campana, verdad? Voz.

Solo que Angélica suelte un rato.

Angelito.

Así él me ayuda a poner la mesa.

No se preocupe, mamá.

Entre todos lo podemos hacer.

Tiene razón mi hijo.

Así debe ser.

Mamá.

Así como usted cocina,

no hay quien lo haga en el mundo.

Eso es cierto, doña Esperanza.

Y eso que todavía falta el postre.

Mi abuelita

hizo un mole que ya no voy a traer.

Lucía, Angelito, haceme favor.

Estamos muy agradecidos con usted, mamá.

Usted ha ocupado

el lugar que nos correspondía a nosotros

en estos ocho años.

Sin su apoyo, doña Esperanza,

no hubiéramos podido irnos

para tener mejores oportunidades.

Mis hijos. Lo entiendo.

Aunque, la verdad, creí

que iba a ser más fácil.

Con Armando no me costó tanto.

Él no hacía las cosas que ahora

hacen los patojos en lo que está.

Lo que pasa es que usted no se daba cuenta

por los problemas con mi papá.

¿Bueno, y también qué? Hace 20 años.

El pueblo era más tranquilo.

Una cosa así, les digo.

Con todo lo que hemos pasado estos años.

Algo que he aprendido

es que debo acercarme más a los patojos.

¿Y cómo le ha hecho?

Pues lo más importante

es hablar con ellos para entenderlos.

¿Qué pila se puso usted?

Ay, mijo.

Pero no fue de la noche a la mañana.

Si no que te cuenten tus hijos.

Hubo veces que no querían ni verme.

Pero por lo que veo con Angelito,

imagino que ahora es diferente.

Sí, ellos y yo al fin

entendimos que no importa los problemas

que tengamos,

debemos platicarlo y mantenernos unidos.

Y ahora les va a tocar el honor a ustedes.

Pero nos va a tener que ayudar.

No creo que podamos solos.

Pues, como ya les dije, no ha sido fácil,

pero aprendí

a hablar con ellos

y entender lo que les está pasando.

Sí, la verdad es que están

en una edad muy complicada.

Pues a mí me ayudó mucho

ir a la escuela de padres

y ahora me toca animarlos a ustedes.

¡Abuelita!

¡Abuelita!

Ayúdenme, por favor.

Se llevaron a Alex.

Lo secuestraron. Abuelita.

Lucía, Mi hija.

Toma mi mano.

Entérate más sobre. Toma mi mano.

El audio, novela

y los recursos disponibles en Triple W.

Punto. Toma mi mano.

Punto F o síguenos en Instagram y TikTok

como toma mi mano U.S.A.

No te pierdas nuevos episodios

cada miércoles.

Escúchalas en Spotify, YouTube

y Apple Podcast.

Este proyecto fue desarrollado

por Population Media Center.