Toma Mi Mano USA

Episodio 17: Nuevos retos

Episode Summary

Carlos amenaza a Alex por su amistad con Lucía, desatando celos y rivalidades. Jefferson lucha por volver al trabajo mientras enfrenta su suspensión, y Rogelio planea una sorpresa para Ruth, quien oculta un inquietante secreto.

Episode Transcription

Toma mi mano.

Alex.

Lucía es mi novia.

Ella no se va a fijar en vos.

Nadie quiere andar con alguien

sin billete.

Y calmar a Carlos.

No quiero pelear con vos.

No quiero arreglar las hondas como lo hace

el Gabriel.

Que me estás amenazando, Basura.

Hombre. No seas mula.

No me gustan los clavos.

Y menos por esas babosadas.

¿Sabes qué?

Desde ahora, no quiero que hables

con la Lucía para nada.

¿A que estás loco, mano?

Lucía

es mi amiga mucho antes de conocerte.

Si no querés pleito conmigo,

deja de hablarle.

Eso no lo voy a hacer entender.

Que a mí no me interesa.

Lucía sólo es mi amiga.

Alex, si te veo cerca de ella,

te voy a agarrar del buche.

Cómo que del. ¿Buche? Va del pescuezo.

Y así me querés asustar.

No te rías, cabrón.

Deja de hablar, mula.

Entonces deja de hablar, mula. Macho.

Carlos, vos sos mi cuate. Tenés razón.

Mejor ahí la dejamos siempre y te encargo.

Sí, hombre.

Ya deja de pensar, Mulas con todo el rollo

que me anda echando el Gabriel.

Ni ganas de pensar en huesos tengo.

Eso sí, con ese tu hermano quiere ganas.

Vos, Simón.

Me anda jodiendo.

Quiere que le haga el paro con sus ondas.

Estás fregado vos.

Es muy gruesa

la onda en la que anda metido el diablo.

Eso le estaba contando a Lucía. ¿Y vos?

Tan mal pensado, Manu.

A Es que hay que cuidar

lo que es de uno vos.

¿Además, me vas a decir que no hiciste

nada cuando andabas con la Bárbara?

¿Y vos que sabes?

Yo con la Bárbara. Puros besos.

Pero hasta ahí.

Te voy a creer. Mejor salimos ya.

Nos vemos en la tarde.

¿Ahí Te acordás

de llevar la pelota? Órale.

Tenemos que estar bien.

Pilas para el domingo. Nos toca

ir a jugar a San Vicente.

Pero ese equipo no es tan bueno.

Lo vamos a golear.

Ahí van a ver.

Ojalá que el Jefferson se recupere.

Es un buen capitán, Simón.

Me llega

porque tiene carácter en el campo.

Pero no creo que juegue este domingo.

Bueno, pero le vamos a echar ganas sin él.

Le toca a Rogelio ser el capitán.

Y vas a ver los pases que te voy a hacer.

Estuve viendo unos videos del brasileño

del que te conté.

¿Y dónde viste esos videos?

Los vi hace unos días en Internet.

Vieras que calidad esa imagen

para filtrar los pases.

Vos, Alex.

¿Y de dónde sacaste el pisto

para ver videos en Internet?

Si vos sos pobre, man.

Vaya, dejá de chingar con eso.

Pues es más, déjate de pajas y mejor

invítame unos chicos

ya que tanto pisto tenés.

Para que vean.

Cuando terminemos de pelotear

los invito a todos.

Va, me llegás, Carlos.

Miren, allá viene

el panqueque. Apurate vos.

Yo no muchá.

Que onda ustedes que no me avisaron.

Están practicando para el partido

que nos toca en San Vicente.

Simón, ya quiero que llegue el domingo.

Vos, panqueque,

vas a tener que quedarte de defensa.

Yo tengo ganas.

Donde me ponga Don Cruz.

Este panqueque.

Si se la rifa de defensa. Mucha.

Siempre se tira el hueso.

Simón pasa la bola, pero no pasa.

El jugador.

¿Y vos, Diego? ¿Vas a ir a jugar? Va.

Me extraña, Araña,

con que no me quiten el uniforme.

Ya vas. Mejor vamos a chamuscar. Pues.

Ándate a la portería, Diego.

Alex, dale pues la pala.

Y Carlos.

Aprovecha de que es tu pan.

Vos panqueque de salami con salchicha.

Mira. Bueno, yo quiero otro igual.

Vos Ahorita sale que agüita.

Vas a querer una de naranja.

¿Y vos, Alex, No vas a pedir otro?

Tu pan. Simón,

Buena onda. Dame uno de chorizo, porfa.

Muchacho,

Estábamos platicando con el Alex.

Que vengamos

a entrenar al campo en las tardes.

Ah, pero no todos los días.

Si queremos ser buenos jugadores,

tenemos que entrenar fuerte, muchacho.

¿O soñás mucho? Gallo.

Si quisiera jugar en la selección.

Cómo no.

¿Qué? Y de ahí el extranjero.

¿Y por qué no?

Don Cruz dice que si uno se esfuerza,

puede lograr lo que quiera.

Villegas. Yo me apunto.

Les caigo mañana. Buena onda, muchachos.

Y. ¿Y vos, Diego?

Yo quedé de juntarme con una cita por ahí.

Vos si sos gallo, Diego.

No como otros micos por acá. No me jodan.

Sí, es cierto.

No te vaya a pasar lo que al diablo o al

Marvin, que por andar soñando tan alto

se fueron horribles.

¿Qué onda?

Mucha. Ya llegó porque lloraban.

Pucha, apareció el peine.

¿Y qué haces aquí?

No te quiero ver.

¿Qué onda, Oscar?

Avanzando con las ventas.

Me extraña.

¿Y vos, Ricardo?

Me quitaste la capacitación. Mano, Jajaja.

Y así fue tu culpa, Manu.

Vos cómo andás todavía con esa tu onda.

Férula vos Se llama Férula.

Aprende a hablar.

Ricardo, pero no estás suspendido.

Pues ya me aburrí de estar con estas ondas

y falta poco tiempo

para terminar la suspensión.

Pero no seas mula, hombre,

porque andar así en los buses

y más vos que venís de San.

Juan todavía que estuviera de vacaciones,

pero estar así es aburrido, muchá.

Además me urge empezar a trabajar.

Me imagino ustedes no saben

si la licenciada y si él está ocupada.

Mejor

preguntarle a Mariano. Voy a preguntarle.

Para mientras limpia mi lugar muchá

todo chuco tiene ahí.

Ahí Si vas corriendo con Mariana.

Vas celoso. Pues.

Hola Mariana.

Cómo estás.

¿Jefferson? ¿Tan pronto regresaste?

¿Cómo estás?

Pues ahí, mejorando.

Pero todavía andas con muletas. Sí, tú.

Pero ya el viernes me la quitan.

Y por eso quiero hablar con la

licenciada para preguntarle

si puedo empezar a trabajar mañana. Mmm.

Yo que tú mejor aprovechaba la suspensión.

Solo es una opinión.

Le voy a preguntar a la licenciada

si te puede recibir.

Gracias.

Licenciada, buenos días.

Jefferson Orellana

pregunta si lo puede atender.

Está bien, que pases.

Dice Gracias, Mariana. De nada.

A ver que te dice.

Hoy te cuento.

Adelante.

Permiso. Adelante, Jefferson.

Eh, gracias.

Buenas tardes.

¿Cómo está?

Bien, gracias.

¿Y usted?

¿Ya le levantaron la suspensión?

Bueno, sí y no.

Hoy me tocó ir al IMSS y el doctor me dijo

que ya estoy mucho mejor.

De hecho, el viernes me quitan la férula

y ya me quedo solo con la venda.

¿Significa que ya pronto

estará de nuevo con nosotros?

Pues cuando el doctor

me preguntó si deseaba seguir suspendido,

yo le respondí que no, porque ya quiero

empezar a trabajar mañana.

Pienso que no es una buena decisión.

¿Por qué?

Porque necesita recuperarse y es poco

prudente exponerse a otro accidente.

No se preocupe.

Después

de una semana de andar con las muletas,

ya me las puedo arreglar

para caminar sin problemas.

Jefferson, admiro su carácter.

Es entusiasta,

trabajador, Tiene iniciativa.

Esas son cualidades

de los buenos empleados.

Pero la imprudencia

puede traerle problemas.

Y es mejor prevenir

y tomar las cosas con calma.

Pero ya el viernes me quitan la

férula y podré caminar con mayor libertad.

Entonces preséntese el lunes.

Aproveche

estos días para estar con su familia.

Es un buen momento para darles el tiempo

que a veces no les puede dar

porque siempre hay mucho que hacer.

Yo quisiera empezar mañana porque no

quiero atrasar a los demás compañeros.

Ya veremos cómo arreglamos eso.

Su responsabilidad me hace recordar

cuando empecé a trabajar.

Desde entonces, fuera como fuera.

Yo no quería faltar a trabajar o estudiar.

¿En serio?

En mi casa

decían que no tenía vida social,

pero con el tiempo me casé y nació Pablo

y nunca dejé de trabajar.

Ya ve. Así somos los trabajadores.

Pero después del asesinato de mi esposo,

me di cuenta de algo

más importante que el trabajo.

La familia.

Fue un golpe muy duro, me imagino.

Lo fui.

Pero muchas veces

comprendemos el valor del tiempo

cuando ya no se encuentran

nuestros seres queridos.

Eso me pasó a mí.

Giselle, siento mucho habérselo recordado.

No tenga pena, Jefferson.

Así es la vida.

Por eso

hay que cuidar la familia y la salud.

Así que dedícale tiempo a su familia

ahora que puede.

Tiene razón, Michelle.

No lo pensé así.

¿Se da cuenta?

Le va a tocar

arreglar lo de la suspensión.

No fue buena idea anticiparse.

Eso voy a hacer.

Por eso es la jefa.

Aproveche el tiempo.

El lunes lo pongo al tanto del trabajo

y de una nueva propuesta que hay.

¿Propuesta? Así es.

Pero el lunes hablamos de eso.

Está bien, licenciada

y disculpe la pregunta, pero quería saber

si me descontarán llegado tarde.

¿Está contemplado en el reglamento?

¿Y si le aplicaran el descuento

a finales de este mes?

Entiendo. Gracias por su tiempo.

Que le vaya bien.

Pero no vaya a jugar fútbol.

Todavía no.

Y tenga en cuenta lo que le dije.

Adiós, Mariana.

Te cuento después. Bueno.

¿Cómo te fue, Jefferson?

¿Que te dijo la viuda alegre?

Vos sos que no tenés nada

bueno que decir. Va.

¿Y que tiene?

Pues nada, pero respeta a mano.

Y si él es buena persona, es buena jefa.

Y si él que confianza va.

No te pongas celoso.

Pues yo no tengo la culpa

de ser el consentido.

Ya oíste, Ricardo, A tu mujer

le voy a decir Jefferson.

¿Y qué le vas a decir?

Mejor me voy, muchacho.

Vas a ver.

Te voy a cachar con las manos en la masa

cuando menos te lo imagines.

Jefferson.

Mmm. No es por nada,

pero qué rico me quedó el revolcado.

Seguro le queda así porque yo le

ayudé. Mamá.

Sí, A quemar la pepitoria. Nada más. Mamá.

Pero usted no me dijo

cuánto tiempo la tenía que dorar.

No importa, mijo, así se aprende.

¿Querés que te sirva otro poco?

Yo me sirvo. No tenga pena.

¿Quiere más café? ¿Otra? Mi tacita, mijo.

Con tanto quehacer, mijo.

¿No habíamos platicado?

¿Qué tal vas en la universidad?

La U va bien.

Creí que me iba a costar más

trabajar y estudiar, pero voy bien.

Menos mal que siempre te gustó estudiar.

Nunca tuve que andar detrás de ti

para que hicieras tarea. Sí.

¿Hijo de quién soy?

Pues de doña Marta Chumil,

la estrella que ilumina mis días.

Eso es un bandido.

Crees que no me doy cuenta de que. Mamá.

Aquí está su café.

Gracias.

Pues miro que andas mero distraído.

¿Qué te pasa?

Solo estoy un poco cansado

cuando hay exámenes y cuesta.

Entonces te voy a cocinar más hierbas

por las vitaminas.

Sí, mamá, pero solo si me deja ayudarla.

¿Y estás bien en tu trabajo?

Si están pensando en abrir otra sede.

Pero todavía no es oficial.

¿Qué? Bueno,

eso es trabajo para más gente.

Además, podríamos crecer laboralmente,

tener nuevos puestos.

Me alegro por ti, mijo.

Pero hay que esperar lo que diga tu jefe.

Si don Ernesto está muy contento.

Por eso estamos

todos trabajando mucho Estos días.

¿Entonces qué te tiene tan preocupada?

Ay, Rogelio.

¿Olvidaste sacar el café de la plancha?

No sé que tengo en la cabeza.

Te estaba preguntando

qué es lo que te tiene distraído.

Pues con el trabajo, el fútbol,

los preparativos de la feria.

No dejo de pensar en Ruth.

Estoy preocupado.

Porque.

Siento que algo no está bien con ella.

¿Qué crees que esté pasando con Ruth?

Ha cambiado mucho últimamente.

¿Por qué lo decís?

Últimamente se ha comportado de una manera

muy diferente a como es ella.

Mmm. ¿En qué sentido?

Está distante y muy seria.

Incluso la veo angustiada. ¿Angustiada?

Ruth. No puedo. Creerlo.

De repente se pone muy callada,

como asustada.

No sé.

No sé cómo ayudarla. Mmm.

Eso está raro, mijo.

En lo que seguimos platicando.

Acompáñame a la tienda.

Necesito comprar unas cosas

antes de que cierre Mauricio.

Vamos, pues.

¿Y desde cuándo has visto esos cambios

en Ruth?

Mmm, más o menos desde que le dijeron

que su tío Antonio va a regresar.

Quizás empezó antes. ¿Y no lo notaste?

No sé.

Tal vez podría ser que siente

que su casa es muy pequeña

y por eso no quiere que venga.

¿Usted cree, mamá?

¿Por qué no le preguntas?

No sé cómo, pero.

Bueno, para alejarla un poco de todo

ese relajo, le quiero dar un regalo.

Ya viene su cumpleaños.

¿Y qué piensas darle?

Pues ahí. Necesito su ayuda, mamá.

Quiero darle algo muy especial.

¿Y por qué no le preguntas a Silvia?

Ella te puede ayudar a escoger el regalo.

Ella me va a ayudar a darle la sorpresa.

Pero yo le quiero dar el regalo.

Le podrías dar su glifo

para su protección.

Por eso no la cambio, mamá.

No seas exagerado.

Pero me tiene que ayudar a explicarle.

Sí, mi hijo.

Yo lo voy a hacer. Bueno, ya llegamos.

Vamos a ver que tengo que comprar.

Todo eso tenía que comprar, mamá.

Es que mañana

tengo que hacer unas visitas muy temprano

y quiero llevar unos víveres.

Ah, bueno,

yo pensé que era todo para nosotros.

¿Cómo crees?

Bueno, voy a calentar un poquito

más de café antes de irme a dormir.

¿Quieres mi hijo?

No, mamá. Gracias.

Voy a revisar una tarea

que tengo que entregar mañana.

No voy a tener tiempo.

Qué rico está este café, Rogelio.

¿De dónde me dijiste que es?

Es del municipio de Olot,

allá en Chiquimula.

Lo trajeron

unos compañeros de la cooperativa. Mmm.

Pero es buen café. Luego.

Luego se siente el aroma.

Regáleme una tacita. Pues. Mamá.

No, que no quería.

Es que huele muy rico.

Tengo que tomar un poquito.

Anda, ve. ¿Quién es, mijo?

Me quitan la emoción de tomar mi café.

Voy a ver.

Si me buscan a mí.

Deciles que ya salgo.

Está bien, mamá.

Rogelio, Disculpa.

Que venga tan. Tarde.

No se preocupe, Don Cruz. Pase.

¿Qué sucede?

Rogelio. Lo que nos faltaba.

Se robaron el santo.

¿Qué? Eso no puede ser. Don Cruz.

Se robaron a San Juan.

Se lo robaron justo ahora

que ya viene la feria.

Pero no puede haber feria sin San

Juan Bautista.

¿Qué vamos a hacer, Don Cruz?

No sé, Rogelio.

No lo sé.

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