Alex, preocupado, confiesa a Gabriel que sabe lo que hará el miércoles. Gabriel, molesto, le recuerda que lo importante es ser fuerte y enfrentarse a los retos, no solo jugar fútbol. Al final, Alex le dice que no quiere perder a su única familia y Gabriel lo invita a acompañarlo la próxima semana para un "mandado crucial".
Toma mi mano.
Gabriel.
Escuché que tenés que matar a alguien.
Vos no hiciste nada, Alex.
Bueno, muchachos.
Los dejo con sus clavos de carnales.
Diablo.
Lo de las chelas donde la coloca.
Lo dejamos para otro día. No, los Judas.
No le hagas caso al engrasado del Alex.
Mi carnal se asusta por cualquier onda.
Puede ser, pero creo que mejor le explicas
cómo está la casaca de una vez.
Así se va enterando de cómo es la vida.
Le voy a contar, pero otro día vamos donde
la colocho y nos tomamos varias frías.
Me extraña, Manu.
Mejor no me contestes. Gabriel.
No quiero saber nada de las babosadas
que andas haciendo.
Uy, se puso grueso el Alex Ito.
Ahí nos vemos otro día.
Vos diablo.
Te toca hacerle de maestro con el nene
tu máscara.
Vos, Judas.
Andate a la beibi mejor.
Así me gusta el éxito,
que te pongas como la chingada.
Eso le va a servir al diablo
para explicarte cómo va la onda.
Ya no lo molestes ya, hombre.
Ya me voy. No aguantan nada.
¿Hey, te acordás diablo de hablar al chile
con el pinta para lo del cuete?
Y vos ahí te encargo que averigües
que onda con la imagen del santito.
¿Y vos? Pues ahí unos vidrios por allí.
Cuídate Manu.
Vos, Alex,
no debiste escuchar la casaca
que tenía con el Judas.
Pero ya que oíste en Gabriel.
Vos con tus business y yo con los míos.
No me chingues, no quiero saber nada.
Pero si vos no andas en nada, eso
de estudiar y jugar fútbol es pura paja.
Prefiero eso que andar
craneando cómo matar a la gente.
¿Alguna vez mataste a alguien?
¿Ya, Gabriel?
Mira, pues, carnal, si ya me quebré
a alguien o no,
eso no tiene la menor importancia.
Cómo que. ¿No? ¿Mano?
Lo que de verdad importa.
Ser fuerte, el físico
y no dejarse de nadie.
¿Y desde cuándo pensás así, Gabriel?
Antes te gustaba el fútbol.
Vos me enseñaste a jugar bien por vos.
Me gusta esa onda a mano.
Abuelitas que yo te enseñé.
Me extraña, pero eso era antes.
Ahora te puedo enseñar otras ondas.
No necesito aprender esas otras ondas.
Yo quiero seguir jugando, ser el mejor
del pueblo y jugar en un equipo grande.
¿Manda, entendés?
Yo soy bueno jugando,
pero soy mejor en los trances.
Pero para tener pisto
no hay que quebrarse a la mara.
Pues ya te dije que no le pongas coco a
eso, No es nada importante.
¿Cómo decís que no es importante?
Le quitas la vida a la gente así y ya.
Además te van a meter a la cárcel.
¡Gabriel Ja!
Eso no va a ser tan fácil.
Yo sé cómo burlarme de la tira.
Nunca me van a agarrar.
No quiero que te pase nada,
Gabriel. Sos mi hermano.
Sólo a vos te tengo para hacerme el paro.
Tranquilo, carnal.
Te aseguro que nada me va a pasar.
Me extraña, Manu. ¿O qué?
No soy cabrón.
Pues. Simón, sos bueno.
¿Pero qué No me crees?
Puede ser que no te agarren, pero.
¿Y la familia de la Mara que se muere?
¿Qué onda?
Lo que menos importa.
La gente alrededor.
Ya verá cada quién como se las arregla.
No nos ha tocado a nosotros
ver qué onda. Solo pues.
Pero no es lo mismo. Vos, Gabriel.
Lo que yo aprendí en la calle carnal,
es que hay que hacer lo que sea
para no dejarse aplastar de nadie.
Mejor ya no me cuentes nada.
Prefiero no saber nada más.
Mira, pues Alex, a vos te gusta
andar con aquella chavita, la bárbara.
Y también
te gusta la Lucía. Va pos. Chica.
Y vos cómo. ¿Sabés?
Porque estoy pendiente de vos, broder.
Para eso soy tu carnal.
¿Y eso qué tiene que ver?
¿Más no?
A las chavas le gusta que las traten bien,
que les regalen cositas,
que la lleven a pasear.
Eso es cierto.
Vos. Vaya.
¿Viste cómo logras
eso? ¿Con billete, mijo?
¡Y si vos querés bailar con la Barbarita
o con quien sea, Ja!
Ya sabes. Alas y mano.
Cómo me gustaría andar con.
Estas hablando de la Lucía.
¿A vos qué te importa?
No te metas.
Pues con quien sea.
Pilas, ponete vivo
y acompañame la próxima semana.
¿Que vas a hacer la próxima semana?
Pues vos solo acompañame y vas a ver.
Nel, decime que vas a hacer
la próxima semana.
Vos y yo vamos a encargarnos
de un trámite importante.
¿Pero de qué se trata? ¿Hombre?
Vamos a
matar a un dulcito, un rico de la zona
y es.
Nel vos A eso
no voy a acompañarte. Ni ahora ni. Nunca.
No seas cobarde, Alex. ¿Querés
saber una cosa?
No sería el primero que me quiebre.
Ya he tenido que hacerlo otras veces.
No, Gabriel,
No me cuentes lo que vos hagas, me pela.
Pues escúchalo bien.
En estos business, matar personas
es necesario.
Te guste o no, carnal.
¿A dónde vas, Alex?
No hemos terminado la casaca.
No quiero escuchar nada más.
No quiero saber las cosas que andas
haciendo.
Qué desgracia vivir en esta casa.
Gracias, doctor.
Que pase buen día.
Oh, no te duermas.
Hey, Jefferson. No me asustes así.
Tranquila, hombre. No es para tanto.
No es para tanto.
Será ahora. Por tu culpa.
Toda la gente nos está viendo.
Hey, no seas exagerada.
Ni nos están diciendo.
¿Eh? Al fin te quitan una férula.
Sí. Mira, ya solo con la venda
me quedé alegre.
¿Y qué te dijo el doctor?
Pues no, mayor cosa.
Solo que trate de
no caminar por mucho tiempo
para que no me lastime el tobillo.
Lo bueno es que tenés un par de días
para seguir en reposo.
Mmm. Sí.
Pero sabes que ya no
quiero estar en la casa sin hacer nada.
Además,
quedamos en ir a visitar a tus papás.
Pero podemos
ir otro día cuando ya estés
bien recuperado.
No, hombre, mira,
ya puedo apoyar bien el pie.
No, Jefferson, te vas a lastimar.
Ah, ya, ya, ya, ya, ya, ya. ¿Viste?
No hagas eso. Puro patojo.
Pareces. No fue nada.
Sólo una piedrecita que me choqué.
Mira, mi amor, de tanto esperar
ya me dio hambre.
Compremos algo aquí.
Tengo unos panes con frijol.
¿De veras?
Mi. Me di cuenta cuando los hiciste.
Para que veas lo eficiente que soy.
Como en todo lo que haces.
Vaya si no.
Pero hay que buscar algo para bajarnos
el pancito.
Aquí traigo agua.
Flaquita, no te vayas a enojar.
Pero me gustaría un jugo de naranja. Mmm.
¿Y para qué vas a gastar? Si, amor.
¿Pero qué cuesta un jugo?
¿Como tres quetzales y dos tú?
Yo creo que son más caros
aquí. Vamos, hombre.
Te invito a uno.
Mejor vámonos ya.
Así llegamos temprano a la casa por la.
Nena y no
por eso le pedimos agua a mi mamá.
Pues vamos, hombre.
Aún tu licuado de fresas con leche.
Te voy a invitar.
Ya sé que a eso no te puedes resistir.
Mmm. Está bien, Pero si no hay licuados,
no me vayas a comprar nada.
Nadie puede con mis
poderes de convencimiento.
Apúrate, pues te ayudo con la férula.
No, hombre, yo me la llevo.
Soy Laura.
Soy Lagartija en Clínica seis. Soy.
Ahí te hablan. Andrea.
No seas baboso.
Y que se pasearon en el nombre de la pobre
señora.
¡Cállate! Mejor no te van a escuchar.
Ta bueno, pues.
¿Y dónde quieres comprar tu cubo?
Ahí está el comedor.
Mira, me imagino que ahí han de tener.
Mejor voy yo a comprarlos. Así
no caminas mucho.
No, hombre. Vamos.
Que te acaba de decir el doctor.
¿Que no camine tanto?
Ya ves.
Hazme caso, Canche.
Siéntate aquí y yo voy a preguntar.
Va, pues llevas dinero.
¿Y no me dijiste que me ibas a invitar?
Pues cierto.
Va. Toma.
Pues va.
No te vayas a quedar con el vuelto.
Ya no necesito quedarme con tu vuelto,
Jefferson.
Son broma, flaquita.
¡Ay! Regreso. Amigo.
Andrés.
Ramiro.
No había jugo, amor,
pero te traje un vaso de mus.
Como sé que también te gusta.
Me hubieras traído agua. Mejor.
¡Pero si hoy traigo agua!
Hoy te estoy molestando.
Gracias, mi amor. ¿Y tú?
Todo guatemalteco de Seguridad Social
e invita la charla
informativa
acerca de la planificación familiar.
¿Oíste, Canche? ¿Qué cosa?
Que van a dar una charla de planificación
familiar.
Vamos.
Pero se nos va a hacer tarde
y hay que ir a traer a la nena.
¿Sí, verdad?
Hace un rato me recordaste que tu mamá la
estaba cuidando.
Sí, pero además me dijeron.
A qué horas
va a ser. La charla informativa.
Acerca de la planificación familiar.
Inicia en diez minutos.
Que decía.
Que. Casaca.
Vamos, Jefferson.
No quiero que estemos sin planificar.
Aprovechemos que estamos
los dos y vemos qué opciones hay. Mmm.
No sé, Andrea.
Tú dijiste que ya te querías ir. Vámonos.
Mejor. Canche, por favor.
¿De qué ratos quería
que fuéramos a una charla así?
Y qué mejor oportunidad que esta.
Y justo hoy tenía que ser.
No seas así.
Hacerlo por los dos. Por nuestra familia.
No se vale. Andrea.
Todo por tu juguito de naranja. ¿Ya viste?
Si no, ya no estuviéramos aquí.
Mejor a la próxima. ¿Siempre decís eso?
Vamos, hombre.
Creo que no tengo de otra.
No va solo déjame tomarme un mojito.
Pues claro, mi amor. ¿No
quieres que te lo deje en cucharita?
La chica.
Va a.
Despiértese, Teresita.
Ya estamos llegando a San Lucas.
Ay, rápido, Raúl.
Pues no veníamos tan rápido.
Pero como usted venía a dormir
y no sintió el camino.
Ay, disculpe, es que si usted supiera
todo lo que tengo que hacer en mi casa.
Me imagino que usted es una mujer
bien arrecha.
Si usted supiera.
Mis hijas no hacen nada
todo el tiempo, dejan sucio y desordenado,
no ayudan nunca.
Y mire que aunque usted trabaje mucho,
siempre está bien llena de hermosura.
¿Yo tengo que arreglarme siempre, Si no,
qué va a decir la gente de mí?
Lo que se ve, lo que se compran. ¿No cree?
Para luego es tarde, ya le estoy viendo
la ganancia, mi dinerito.
¡Ay, Raúl!
Bueno, bueno.
Teresita, mire, yo creo que no
está lleno el lugar, pero si.
La plática está interesante,
bien, aguantamos llegar a San Juan.
Pues sí, pero la floja de mi mujer seguro
no tiene nada hecho.
Mejor echamos la comida de una vez acá.
Tiene razón, allá no habrá nada
listo para comer.
Como le digo, mis hijas no hacen nada,
si no con gusto lo invitaba a comer algo.
Mire, ahí nos vamos a estacionar
y otro día me invita a su casa a comer.
Pues cuando quiera.
Hay cuanta gente hay acá.
Pero ahora ya no hay tanto
porque ya pasó la hora del almuerzo.
Lengua, tortitas, Pacaya.
Pasen adelante.
Ahorita les tomo la orden.
Qué va a pedir usted.
Raúl Pues yo iba a pedir
dos caldo de gallina. Ah.
En Yo estaba pensando en pedir un Pepe.
Pero voy a pedir dos caldo de gallina.
Está bien.
A ver, cuénteme en qué está pensando.
Pues mire,
sigo pensando en lo amable que es usted.
Como no serlo con tan bella dama.
Es que muchas gracias por haber pagado la
cama.
Ya sabe, Teresita. No hay problema.
Hay. Que pena.
Pero como le dije en la tienda,
se lo voy a devolver.
¿Y qué? ¿No nos piensan atender o qué?
Disculpen.
¿Qué van a querer?
Dos caldo de gallina para allá.
Teresita,
cuénteme más o menos cuando viene Antonio.
Pues solo me dijo que lo habían agarrado.
¿Pero no sé cuándo viene, eh?
Él no estaba haciendo nada malo
allá para que lo hayan agarrado.
¿Cómo cree don Raúl?
Él trabaja honradamente allá.
¿Y por qué se fue?
Pues porque acá no conseguía buen trabajo.
¿Va usted a creer eso?
Acá el que quiere consigue buen billete.
Pues él buscó, pero decía
que no le alcanzaba para mayor cosa.
Y como siempre me he apoyado
con mis hijas.
Claro, si toda mujer necesita que un varón
la cuide.
Por eso estoy arreglando todo para
Antonio.
Tiene que sentirse bien cuando venga.
Que hay mujerón. ¿Es usted Teresita?
¿Cómo se preocupa por atender
bien a su hermano?
Sí, sí. Él
siempre quiso mucho a mis hijas,
en especial a Ruth.
Ay, sí. Así trata a su hermano.
No me imagino
como hubiera tratado a su marido.
¿Necesitan algo más? No.
Pues si.
Tan tonto que fue ese hombre. Bah.
Ya hace muchos años
que se fue ese desgraciado.
Y desde entonces estamos solos.
Usted sabe, Teresita, a mí no me va mal
y no tengo problema en ayudarla.
Esas cosas que usted dice, don Raúl, ya.
Le dije que me diga solo Raúl.
Pero a ver, dígame qué piensa de lo que le
digo.
Ya no siga con sus bromas, Raúl.
No se ponga colorada, hombre,
mire que no son bromas.
Imagínese
si se llega a enterar doña Conchita.
Es que ella no tiene que saber
nada. Teresita
Mire que los dos somos adultos
y sabemos lo que hacemos.
Mmm, qué bueno está este caldo.
Nomás mire cómo es.
Me cambia de tema en el mejor momento.
¿Pero sabe qué?
El caldo se toma caliente.
Después ya no sirve. Sí.
Pero tenga cuidado,
porque se puede quemar así.
Me gustan las mujeres.
Mejor dejémoslo ahí.
No hay que comer ansias. ¡Ay, Teresita!
Teresita.
Usted podría tener todo lo que quisiera.
Ya le dije que no siga jugando conmigo.
No, si esto no es un juego.
Ya después
lo hablaremos cuando estemos en el carro.
La cuenta por favor.
Para asada son 70 quetzales.
Acá tiene.
Muchas gracias.
Buen viaje.
Muchas gracias por la comida, Raúl.
Me la pasé muy bien con usted.
Lo mismo digo, Teresita.
No imaginé que ayudarla
hoy me iba a traer tantas sorpresas.
Lo mismo digo
yo no conocía ese lado tan amable suyo.
Ni yo me imaginé el tipo de mujer
que es usted.
De verdad.
Muchas gracias por la ayuda. ¡Ay!
Y ahora que vamos de camino
podemos hablar más tranquilos.
Mire, si no viene carro atrás, por favor.
No, no viene.
Cuidado, cuidado, que.
Toma mi mano.
Entérate más sobre.
Toma mi mano.
El audio novela
y los recursos disponibles en Triple W.
Punto. Toma mi mano, Punto F o síguenos
en Instagram y TikTok
como toma mi mano U.S.A.
No te pierdas nuevos episodios
cada miércoles.
Escucha las.
En Spotify, YouTube y Apple Podcast.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.