Se desata la batalla entre Doña Esperanza y Doña Olga. Mientras tanto, Ruth comparte con Andrea la bondad de Rogelio. En San Juan Renacimiento la seguridad se deteriora rápidamente. ¿Qué harán nuestros personajes para proteger su integridad? Descúbrelo. Suscríbete y activa la campana hoy mismo.
Toma mi mano,
Ángel.
¿Ya vino Lucía?
Ángel, te estoy hablando.
¿Que manda, abuelita?
¿Que si ya regresó Lucía? No, abuelita.
Dale la vuelta a David y decirle
que me haga el favor de llevársela.
Doña Concha.
Vaya, abuelita.
Y que después le pago.
Bueno, ya regreso, Ángel.
¿A dónde va?
¿Pues a dónde va a ser?
A buscar a tu hermana.
No le abras a nadie.
No se preocupe, abuelita.
Y si. ¿Regresa Lucía?
Decirle que ya no salgas
porque tengo que hablar con ella.
Y vos tampoco salgas.
Así te recuperas rápido.
Doña Esperanza.
Pero qué cara la que trae. ¿Qué le pasa?
Doña Lety.
¿No ha visto pasar a Lucía?
No, doña Esperanza, para nada.
No sé dónde se habrá ido esta patoja.
Le diría que fuera con doña Marta,
pero no está hoy.
¿A qué hora regresará? De plano
va a regresar tarde.
La vinieron a traer en la madrugada.
Bueno.
Yo la miro mal, doña Esperanza.
No se preocupe, doña Lety.
Voy al mercado a platicar con doña Olga.
Esperancita no se va a morir.
En la mañana
estuve hablando de usted con mi Carlitos.
Doña Olga.
Yo vengo a comprarme carne.
Hoy le tengo manita.
Derrochó y viera qué buena está.
Se la recomiendo.
¿O quiere verlo?
Vi que para Salpicón.
No, doña Olga, yo quiero que. Me lo diga.
Viene a que le preste más dinero.
¿Cuánto quiere ahora?
Porque no sé si voy a poder dárselo.
No, doña Olga.
Si me deja explicarle.
Para que mire cómo la conozco.
Le aseguro que viene por algo de Lucía.
¿Verdad?
Sí. ¿Cómo lo sabe?
Ay, Esperancita.
¿Cuántas veces le he dicho que a su
muchachita hay que mantenerla controlada?
Llévesela con usted
para que le ayude en el trabajo.
Pero cuénteme qué hizo ahora.
Pues no sé si usted puede ayudarme.
No dude de mis buenas intenciones.
Usted sabe que yo le tengo mucho aprecio.
Es que.
Ay, no puedo creer lo que hizo Lucía.
Ay, Me imagino que nada bueno.
Se ve muy descompuesta, Esperancita.
Esa muchachita hasta la
puede matar de una cólera.
Es que.
Ay, No va a creer lo que
pasó, Esperancita.
No me lo tome a mal, pero.
¿Pero qué, Doña Olga?
No es que a mí me interese, pero yo ya le
había dicho de esas juntas de su nieta.
Y hoy temprano vi a Lucía con su amiguita.
Esa Verónica. Sí. Esa muchachita.
Y las dos andaban ahí, de pierna
suelta en el parque.
Y yo pensando
que estaba cuidando a su hermano.
Así son media vez.
Crecen
y les empiezan a gustar los patojos.
¿Quién las detiene?
Pero si yo he tratado de estar
ahí para ellos.
Y fíjese usted todavía
pensando en endeudarse
para que su hijita participe
en la elección de Flor de la Feria.
El director dijo que
es tan buen estudiante que se lo merece.
Lo que se merece es otra cosa.
Pero usted sabrá.
Ya, ya, Esperancita.
¿Qué tan grave es el asunto? Pues.
¿Por qué está tan afligida?
Es que encontré una cosa en el baño de mi
casa, pero no sé qué hacer.
Cuénteme. Cuénteme entonces, Esperancita.
Usted sabe que puede confiar en mí.
Mire esto.
Ay, Esperancita.
Ya ve,
Le dije que Lucía anda en malos pasos.
Pero dígame.
¿Es una prueba de
esas de embarazo, verdad?
Pues sí, Esperancita.
Dios mío.
¿Y sabe qué es lo peor?
Su nieta está embarazada.
¿Cómo puede saberlo?
Solo con ver ese aparatito.
Porque esta prueba de embarazo
tiene dos rayitas.
¿Eso quiere decir que está embarazada?
No puede ser.
No puedo creer que Lucía me haya hecho
esto.
Ay, sí.
Porque suya o de ángel,
no creo que sea en verdad.
No puedo creerlo.
No se imagina cómo me siento.
La comprendo, Esperancita.
Usted matándose por la patoja
y ella dándole vueltas a la hilacha.
¿Qué vamos a hacer?
Pues usted de plano
que cuidar también al bisnieto.
Y si no, mejor sáquela de su casa.
Que le duela lo que le hizo. Así aprende.
¿Para qué? ¿No cierran
bien las piernas? Pues.
¿Pero mire, doña Olga, esta prueba
sólo la
pudo comprar en la farmacia, verdad?
¿Cómo habrá conseguido el dinero?
Ah, No habrá venido conmigo
porque piensa que mi Carlitos
es el responsable
y que él le dio el dinero.
Pues disculpe, pero él es su novio.
No, no, no, no, no. Eso sí que no.
Lo siento mucho, pero
mi hijo no tiene vela en este entierro.
¿Y de quién más podría ser?
Mi hijo no se comprometería en esas cosas
y menos con su nieta.
Pues yo espero que su hijo responda.
No, doña Esperanza.
Averigüe bien quién
es el papá de la criatura.
Téngalo por seguro.
Doña Olga Lucía.
Me va a tener que decir la verdad.
Si es de Carlos o de quién.
Ah, pero de una vez le digo
Yo no voy a permitir
que esa muchachita le vaya a amar
ese hijo a mi Carlitos.
No lo voy a permitir. Esperanza.
¿Le quedó claro?
Eso lo vamos a ver, doña Olga.
Pensé que ya no te iba a encontrar.
Venía corriendo. Feliz cumple.
Gracias, Andrea.
Hoy tuvimos muchos clientes.
Hasta ahorita vamos saliendo.
Estaba revisando los catálogos nuevos
y cuando vi la hora,
salimos corriendo con mi mamá.
¿Y dónde está la nena?
Allá, jugando con Camilo.
Mira, te traje el catálogo nuevo
con los perfumes.
A uno le va bien.
Te lo dice la voz de la experiencia.
Sí. Tal vez logre vender algunos.
Déjame ver. ¿Pero qué decís?
Si tú eres muy buena vendedora,
que no se te olvide eso.
Tenés razón.
Voy a echarle el doble de ganas.
Ahorita voy a pasar de una vez
con una señora que es compra segura.
¿Y tú vas para tu casa?
No. Voy para el campo.
¿Es que de qué ratos
estoy esperando? Jefferson.
Y no hay modo que regrese.
¿Acompáñame o tenés que ir con la señora?
Pues no.
Y ni ganas tengo de ir a mi casa.
Vamos, entonces.
Ya vamos, Emma. Ya voy. ¡Mami!
Emma, no te adelantes mucho.
Gracias, Ruth.
Es que ando medio distraída
ahora que pasó algo.
Tengo un retraso, Ruth.
Y no sé si estoy embarazada, pero.
¿Desde cuándo no te vienes?
Pues este mes nada más.
Pero no sé qué hacer.
Tú sabes que he tenido pérdidas antes.
¿Qué dice Jefferson?
Él está alegre.
Pienso que va a ser el varón
que tanto le ha pedido don Raúl.
Ay, Andrea.
¿Y tú cómo estás?
Se supone que íbamos a ir a ver a doña
Marta para ver que todo esté bien.
Cómo así que se supone.
Es que Jefferson
prefirió ir a su entrenador de fútbol.
Él es buen esposo,
pero a veces te juro que no lo entiendo.
Ay, Andrea, Deberías hablar con él.
No pueden dejarlo al tiempo.
Ay. Gracias por oírme, amiga.
Igual creo que me tocará ir sola.
Emma, espéranos. Bueno, mami.
¿Y tú cómo estás?
¿Qué tal pasaste tu cumpleaños?
¿Te celebraron en tu casa?
En mi casa no,
pero Rogelio me dio un regalo.
En la cooperativa.
No me pidió que lo acompañara a su casa
a traerlo.
¿Y fuiste?
Sí. Y cuando llegué, estaba.
Doña Marta y Silvia esperándome.
Y tenían un pastel.
Ay, qué bonito.
Rogelio es muy especial contigo.
Es el regalo, me imagino. No.
Me regaló este collar.
Mira qué lindo que es.
Es mi nahual.
¿Sí? Y qué nahuales Es él.
Y me dijo doña Marta.
¿Y te dijo qué significa?
Sí, que es el viento en la vida.
Viento de renovación.
Pero fue muy rápido porque ya era tarde
y nos teníamos que ir.
¿Y qué tal las cosas en tu casa?
Tu mamá no las regañó por llegar tarde.
Ni cuenta se dio.
Pues tal vez porque llegó tu tío Antonio.
Eso anda diciendo la gente.
¿Es cierto?
Pues sí, sí, es cierto.
Pero tú no te ves muy contenta.
Es que la casa es muy pequeña
y él no tiene trabajo.
Eso significa más gastos
y apenas me alcanza.
Hoy estamos en las mismas rutas,
de diferente forma, pero en las mismas.
Por lo menos ustedes son dos.
¿Se apoyan?
Sí, pero de nada sirve
si Jefferson todo el tiempo está gastando
en lo que dice su papá.
Tenemos muchas deudas. Eso sí.
Pero de todas formas deberías
revisarte ya.
Así salen de dudas de una vez.
Sí, tienes razón.
Pero mejor compremos una agüita
en lo que llegamos al campo.
Tengo mucho calor.
Yo también quiero una de.
Ruth.
¿Qué estás haciendo aquí?
¿Quién es tu amiga?
Voy al campo.
Soy Andrea.
Mucho gusto.
Mucho gusto. Andrea. Soy Antonio.
¿Me permites hablar con Ruth, por favor?
Sí, claro.
Ruth. Voy a ver a Emma. Ya regreso.
Andrea. Ruth.
A dónde vas. ¿Tío? Ruth.
¿Qué te pasa?
Has cambiado tanto conmigo.
Por favor, suélteme. Sweetie.
Sí. Solo estoy tomando
la muñeca de mi muñequita.
¿Me vas a decir que no te gusta?
¿Qué hace aquí?
Salí a dar una vuelta para ver el pueblo
y de paso
a buscar a mi querida sobrina
que ya debería estar en la casa.
Es que voy con mi amiga Andrea y ella.
Es tarde.
¿Pero a dónde vas, Ruth?
Tú no deberías estar en la calle.
Hay mucho peligro.
Usted no sabe eso.
Se te olvida quién soy. Ruth.
Ruth.
¿Qué vas a hacer?
Por favor, tío.
No se preocupe.
Yo voy a estar bien.
Solo voy con Andrea.
Sorry, Andrea.
Pero le decía
que mi hermana nos
está esperando desde hace rato.
You know.
Tú sabes, ella está enferma y no la
podemos hacer enojar.
Bueno, si es así, nos vemos después.
Ruth.
Lo siento, Andrea.
No te preocupes.
Igual ya es tarde.
Voy a regresar a mi casa.
Lo siento, Andrea.
Ahora Ruth estará muy ocupada
atendiendo a su tío querido.
¿Verdad, Ruth?
Me imagino.
Pero no te pierdas, Ruth.
Nos vemos luego.
Adiós, don Antonio.
Vaya, Andrea.
¿Ves, Ruth?
No es difícil que seas una buena niña.
Otra vez.
Llegamos al punto, Judas.
Sí, compadre.
Esta fue la dirección que me dieron.
Me dijeron que aquí iba a estar
el Efraín esperándonos.
Así que démosle de una vez.
Ah. Dudo mucho que el Efraín esté acá.
¿Por qué decís eso, Diablo? Por nada.
No me hagas caso. Ahí está el timbre.
Mira, toca los chiles
porque están más cerca.
¿Cuál es la prisa, vatos?
Ustedes son los de San Juan.
Van así Méritos.
Venimos solos,
como nos dijeron por teléfono.
Va buena onda.
Traen cuete o filo vivo. Los quiero.
Pues nel, ese margen no somos.
¿Nos vas a dejar entrar o qué?
Tranquilo, diablo, no te le pongas al
brinco, compadre.
Relájese, compadre.
Yo sé lo que hago.
Pasen, Pintas.
Los voy a revisar.
Ya saben cómo es la casaca.
No hay clavel.
Dale viaje.
Vos vení limpio.
Pinta.
Ahora vamos a ver. Vos.
Ahora sí.
Ya pueden pasar.
Síganme.
Aquí están los votos de San Juan, carnal.
Vienen limpios. Pasen, muchachos.
¿Qué onda?
¿Cómo los trata esta perra?
Vida.
Al suave. Todo tranquilo.
Muchacho. ¿Y el Efraín?
Nos dijeron que la reunión era con él.
Qué onda que no lo miro.
Puedo ser Judas. Va.
Ese Efraín hablaba bien de vos.
¿Que onda, compadre?
Sí, Yo soy el Judas.
¿Le hablo?
¿Le contás vos o querés que le cuente
yo lo que pasó con Efraín?
Vos, Judas no te lo podía decir antes.
Ya sabes cómo es la casaca.
Lo que pasó con el Efraín es que aquel se
quiso pasar de vivo con Amara.
Se estaba quedando con más varas
de las que le tocaba en el negocio
y se fue Chuco como correspondía.
Órale, ya entendí la casaca.
Al Efraín
me lo tomé yo hace un par de días.
¡Ta madre, vos, diablo!
Yo te la canté un par de veces, compadre.
Esa fue la orden del diablo
y la cumplió a raja.
Bueno, pues como el resto de los vatos
decimos que
desde ahora vos, diablo, serás
el jefe en la zona de San Juan.
Eso esperaba que dijeran muchá.
Ya saben que con la mara hasta la muerte.
Sabemos que nos va a ir bien con vos
encargándote de los trances allá compadre.
Me extraña ese.
Ya van a ver que vamos a hacer billete
y todo el mundo va a tener miedo
de meterse con la mara.
Solo hay una cosa que queremos saber.
Vamos, diablo.
¿Que onda soltarla de una vez?
Ya sabes que ahora
vas a tener más información. Va.
Y no hay salida posible de esta onda.
Si te salís, te morís o a.
Esta clara la casaca y no me ahuevo.
Le entro con todo compadre.
Mira Diablo, sabemos que tu carnal
tiene calibre para el business.
Alex se llamaba. Así es.
Y por supuesto que es vivo el compadre.
Pues queremos que lo vayas preparando
para que te haga el paro con los bienes.
Y luego pues ya veremos.
A ver. Buena onda, compadre, Me extraña.
Ya van a ver
que mi carnalito es buena pieza.
Siendo así, la casaca se acabó mucha.
¿Y vos, Judas?
Porque esa cara de rallado compadrito.
Nel, nada que ver.
Que no te gusta que ahora yo sea el jefe.
Me extraña mi diablo.
Vos sabes que yo siempre te hago el paro.
Y hombre, no te mueves.
Vas a ver que vamos a hacer el billete,
papá.
Vamos a ser los dueños de todo
San Juan y nadie.
Oíme bien,
nadie se meterá desde ahora con el diablo.
Toma mi mano.
Gabriel.
El diablo está dispuesto a darlo todo
por ser el líder de la pandilla
en San Juan, Renacimiento
y hacer a su hermano Alex parte de ella.
¿Te has sentido presionado
como Alex a tomar parte de un grupo
que no anda en buenos caminos?
No estás solo. Estamos aquí para apoyarte.
Nuestra serie no solo cuenta historias
conmovedoras.
También
te conecta con recursos para tu bienestar.
Visita Triple W, punto.
Toma mi mano.
Punto USD Diagonal
Recursos donde encontrarás servicios
que se enfocan en oportunidades
para jóvenes y la prevención de pandillas.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.