¡Llegó el día! La imagen de San Juan Bautista aparece en el pueblo. Una alegría que se ve empañada por la enfermedad de Emma. ¿Cómo reaccionará Jefferson? Toma Mi Mano para otro emocionante episodio. Suscríbete y activa la campana para seguir viviendo juntos grandes momentos.
Toma mi mano.
Betty.
¿Dónde está la escoba?
Quiero dejar barrido los cuartos
antes de irme.
Ahí. Deja.
Yo lo hago después.
Es que necesito ponerme a hacer algo
mientras me voy.
Ay, no. Digo.
Pues te gusta angustiarte por todo.
Te vas a enfermar del estómago.
Es que nos alcanzó
la inauguración de la feria.
Anoche ya era tarde y todavía
estaban armando los puestos de comida
en el parque.
Seguro.
Esa gente trabajó toda la noche.
De todos modos, tengo que ir
a ver que hayan respetado los límites.
Ya ves que el año pasado ni se podía
caminar por allí.
Primero conmigo.
Sentate,
que ya me estás pegando tus nervios.
No, mejor decime donde está la escoba.
Aunque sea el patio,
voy a barrer ya. Cruz.
Sentate, Te digo.
Lo de la fiesta ya está listo.
Confirmaron los tres grupos y cierran
los internacionales de Panajachel.
¿Seguro saldrá muy caro, No?
Los fondos del comité
cubren la mitad del baile.
La otra mitad fueron donaciones.
Doña Olga y la gente del mercado
aportaron una parte.
Si eso como ayuda.
Doña Marta
dio para la compra de bombas y cohetes.
Así que la procesión va a estar alegre
si aparece la imagen de San Juan.
No creo que aparezca.
Bueno, ahí está.
Terminé de comer.
Gracias.
Yo no dejo de tener fe
en la gente de la comunidad.
¿Vas a ver lo que te digo?
Vos y tus cosas, Cruz.
Y te llevaste la túnica nueva
para San Juan.
¿Verdad? ¿Quién? Me dijiste que la regaló.
La jefa de Jefferson
la mandó desde la capital.
Bonito gesto el de la señora.
Pues menos mal que hay gente buena
en todos lados.
Fíjate
que le voy a pedir a Alex que me ayude.
Necesitamos una última colecta para cubrir
los gastos del equipo de fútbol.
Invitado. ¿Y cómo te va a ayudar
ese patojo?
Es que a mí
no me da tiempo de ir con don Goyo
ni con el resto de la gente
que va a poner la plata.
Le voy a pedir a Alex que haga la colecta.
Cruz. ¿Por qué
confías tanto en ese patojo?
Ya ves que su hermano es de los meros
largos.
Alex no tiene la culpa.
Imagínate si le da el pisto a su hermano
o si el hermano se lo quita a la fuerza.
Nada de eso va a pasar. No te preocupes.
Él es un muchacho cabal.
Ojalá no te equivoques, Cruz.
No, mi hija. Pero yo sé lo que hago.
Todo este asunto de la feria
es para que los chorizos y los
patojos se diviertan sanos.
Voy a ver quién es.
Seguro es Rogelio Abreu.
Por favor.
Doña Betty. Buenos días.
¿Está Don Cruz?
Pasa adelante. Rogelio.
Yo creo que hace rato te está esperando.
Buenos días, Don Cruz.
Nos están esperando en la iglesia.
¿Que tal Rogelio?
Espérame un ratito.
Solo termino mi cafecito y nos vamos.
¿Adivine qué pasó?
Ay, no me asustes, patojo.
¿Que otra noticia mala? Ya no la aguanto.
No es eso, Don Cruz.
Es que apareció San Juan Bautista.
Apareció la imagen de nuestro Santo.
Qué alegría, Rogelio.
¿Escuchaste, Betty? Apareció San Juan.
Te lo dije.
Te lo dije.
Tendremos nuestra procesión como debe ser.
Con la imagen de nuestro santo patrón.
Que suerte tienen.
Fíjese que esta mañana lo encontraron
en el mercado a la par de su puesto.
Doña Betty.
Don Gregorio
lo vio allí cuando fue a abrir su venta.
Pues vamos corriendo a la iglesia.
¿Ya lo llevaron para allá? Sí, profe Cruz.
Don Gregorio
lo llevó para allá nomás. Lo vio.
Ahora que apareció San Juan,
tendremos la mejor feria patronal
en la historia del pueblo.
Ojalá, Cruz.
Solo esperemos que no haya problemas.
Como el año pasado.
No te preocupes, Betty.
Tenemos todo el apoyo de las autoridades.
Y también
los vecinos. Ya no se organizamos.
Este año en la feria tenemos que decirle
un rotundo no a la violencia.
Ya veremos.
Aquí está.
Lo encontré.
Sí. Abajo de todas esas cosas tenés
el termómetro.
Tranquila, mi amor.
Sólo te voy a poner esto.
Me duele mucho.
Mami. ¿Qué va a pasar, nena?
Ayúdame, Jefferson.
¿Sostenerlo un rato?
Sí. Mira como miro aquí.
¿Cuál es la temperatura?
¿Hasta donde se queda? En color verde.
Es la temperatura que tiene. Ah, bueno.
Mira, aquí tiene 38.
Vamos con doña Marta.
¿Y no decís
que ya están los del comité de la feria?
Pues no creo que esté atendiendo. Cierto.
Hoy domingo
no creo que esté abierta la clínica.
Y más que hoy empieza la feria.
¿Y qué hacemos? Papi, cárgame.
¿Qué pasó, mi amor?
Ya vamos a ir con el doctor. ¿Oíste?
¿Quieres agüita, Ema? ¿Y mami?
Voy a ir a traer agua. Ya regreso,
mi amor.
Ya, princesa.
Ya Vas a estar bien, papi.
¿A que ni con el doctor?
Porque mi amor, hay que ir para que te dé
medicina y se te quite el dolor.
Aquí está mi amor.
Está tibia para que te calme el dolor.
Venite conmigo.
Todo por haberle dado el taco
que compraste anoche.
¿Será que eso le hizo mal?
Tú sabes que hay que tener cuidado
con la comida de la calle.
Yo digo que vamos con el doctor Hernández.
¿Y tienes para pagar?
Pues la verdad no.
Pero le voy a decir que se lo paso
el martes, que me pagan.
Ya vas.
Que te va a decir que sí.
No son los careros, mucho menos dar fiado.
Me va a tocar que poner la cara.
Esta vez no tengo otra opción.
Por eso te digo que llamemos a doña Marta.
No, Andrea,
Ella está bien ocupada ahorita.
Ya. Jefferson.
Todos estos días has estado evitando
que vayamos con doña Marta.
Si no quieres que ella me
revise. Está bien.
Pero la nena. Sí.
Déjame que la lleve con ella.
Ya, mi amor.
Está bien, Andrea, pero no la llames.
Vamos a buscarla.
Pero si no la encontramos, nos vamos
de una vez con el doctor Hernández.
Bueno, vamos entonces.
Nos vamos en la moto para ir más rápido.
Yo pienso que es peligroso.
¿Y entonces como nos vamos?
Pues tocará irnos en tuc tuc y va.
Apurémonos. Pues.
Tranquila, princesa.
Ya vamos.
Mira, Canche, aquí tengo algo de dinero.
Llevémoslo
por si no nos atiende doña Marta.
Y de qué es.
¿Lo que te queda? Del gasto.
El dinero de las ventas
que llevo hasta ahora.
No, Andrea, yo hablo con el doctor.
No te lleves nada.
Yo me voy a hacer cargo.
No seas necio, Jefferson.
La verdad no me gustaría quedarme viendo.
Me voy a llevar el dinero y nos vamos ya.
A la gran pausa.
Pues yo me llevo a la nena.
Vaya que le traje esta frazada a la nena.
Tápale bien.
Que no le pegue el aire.
Mijo. ¿A dónde vas tan temprano?
Buenos días, mamá.
Buenos días, doña Concha.
Buenos días.
Mija. ¿Y por qué sacan a la nena con esto?
¿Sabes? No. Mira,
pues que se nos puso mala.
¡Ay! ¿Qué le pasó?
No sabemos, doña Concha.
En la madrugada empezó con vómitos
y diarrea y ahora tiene fiebre.
¡Ay, Dios mío!
Y qué habrá sido. ¿Saber, mamá?
Ahorita buscar a doña Marta.
Vamos.
Ojalá que puedan encontrar a doña Marta.
Y cómo se van a ir. En un tuc tuc. Mamá.
No, Jefferson, Váyanse en el carro de tu
papá.
Él se fue en su moto hoy.
Para que después me Madre.
No, gracias.
Mejor nos vamos caminando con Andrea.
Llévatelo, mijo.
Tu papá va a regresar hasta el mediodía.
Vámonos en el carro.
Mira que además no se le baja la fiebre.
Está bueno, pues.
Pero apurémonos antes que vengan
mis papás.
Ahorita te traigo las llaves.
Solo que tengo ratos de no manejar carro.
A ver cómo nos va.
Patojos.
¿Cómo les fue?
Me he pasado aquí con el pendiente.
Gracias, mamá.
Dice el doctor que es una infección.
Con el doctor Hernández
fueron entonces. Sí.
Doña Marta anda en la feria y de ahí
a que la encontráramos.
Ayúdame con la nena, Jefferson.
Dámela.
Bien dormida.
Viene mi muchachita.
No sabe cuánto le agradezco, doña Concha.
Sí, mamá.
Gracias por prestarnos el carro.
No tenga pena, Raúl. Ni cuenta
se va a dar.
Muchas gracias, doña Concha.
Hablamos luego.
Bueno, mija, hoy cuidan a la nena.
Vengo más tarde, mamá.
Vaya, mijo.
Cualquier cosa me avisan.
Todo por ese taco.
Lo siento, amor.
Ya no vuelvo a comprar comida en la calle.
Eso decís ahorita.
Al rato te quiero
ver comprando comida en la feria.
Tenés razón.
¿Pero cómo evitarlo? ¿Andrea?
Unas mis garnachas
con puentecito de leche.
Mamá, si tú te lo comes, es tu problema.
¿Pero nada, me oíste? Sí, mi amor.
Nada de nada.
Menos mal que llevé el dinero.
Ese doctor no nos iba a dejar ir
sin pagar.
Y hasta para la medicina alcanzo.
Pero me tenés que pagar esto el martes.
Jefferson. Sí. Claro, amor.
Ya te dije, el martes pagan y en la noche
te lo repongo.
¿Y lo del gasto?
Pues yo. No hay nada.
Desde la semana pasada que se acabo.
Hoy te encargo porque ese dinero es del
producto que tengo que pagar.
En las regiones del sur.
¡Oh my God!
Cómo extrañaba este panchito.
Tan exagerado como
que si allá en los estados no hubiera pan.
Sí, pero no con el sabor del pan
sanjuanero.
Las cosas que decís, Antonio.
Ah, pues sí, sí, Todo lo bueno
es de San Juan, Renacimiento.
Si todo lo bueno estuviera acá,
no te hubiera sido por tanto tiempo.
Tú sabes por qué me fui, Teresa.
Pero te fuiste por puras mentiras.
Mira el lado bueno de las cosas.
Allá.
Tenía buen trabajo
para poder tenerlas bien a ustedes.
Tenés razón.
Gracias.
Sin ti, no sé qué hubiéramos hecho.
Ay, no. Sí.
Ay, no.
Si tú supieras.
Por todo lo que yo he pasado.
Lo imagino.
Tú, tan frágil y sola con las niñas.
Pero ya estoy acá.
Aunque no es justo que te deportaran.
¿Quieres más cafecito?
Pero eso no importa ahora.
Aunque tenés razón.
No era justo que me deportaran.
Pero ya las extrañaba.
Nosotras también te extrañábamos.
El café siempre con dos de azúcar.
El café Nunca lo tomé diferente.
Teresa. Aquí está tu café.
Pero al final nunca me contaste bien
cómo fue que te agarraron.
It's not important.
Me detuvieron en el camino porque
dicen que me pasé un semáforo en rojo.
Pero nada que ver.
¿Tan malos
que son los policías allá, verdad?
Oh, sí.
¿Y conociste alguna mujer especial
por allá?
Pues mujeres Conocí muchas.
¿De veras?
Que me interesaran es otra cosa.
Ninguna te voy a creer.
Si no me querés creer.
No me creas.
Pero así es. ¿No tuviste ninguna novia?
Pues no.
Allá no me interesaba tener nada.
Solo trabajar para tenerte bien.
A ti y a mis amadas sobrinitos.
Ah, pero ya no estés tan jovencito.
Una gringa te hubiera caído bien.
¿Qué decís, Teresa?
Yo todavía no estoy para esos compromisos
y menos con una gringa.
¿Por qué no? No me gustan las canchas.
A mí me gustan más
las chinas y más bonitas las de San Juan.
Eso sí, tenés que buscarte una bonita
y que te atienda bien.
¡Ay, no!
Aunque no entiendo por qué decís eso.
Si querés que me vaya.
No, como crees.
Nada más.
Lo digo porque no quiero que te quedes
solo, como yo.
Y no te preocupes por mí.
Si mi patoja no sabe atenderme
bien, ya aprenderá.
Eso es lo único que me importa.
Y ya que es así,
podemos ir a pasear a la feria
y de paso ver algunas candidatas.
Eso lo veremos después.
Por la feria, me parece.
Hace tanto que no voy a una
que ya se me está olvidando.
Vamos para que me vean con mi hermanito
tan guapo.
Okay.
Solo me cambio y vamos.
¿Te arreglas bien así de una vez?
Vas buscando
a ver si te gusta alguna mujer.
Creo que antes de buscar alguna noviecita,
primero tengo que conseguir trabajo.
Ay, no. ¿Cómo se te ocurre?
¿Qué va a pensar
la gente que no traes tus dolaritos?
Primero descansa unos tus días.
Time is money.
No te entiendo, Antonio.
Se oye bonito, pero no te entiendo.
El tiempo es dinero, hermanita.
No puedo esperar tanto.
¿Dónde
se te ocurre que puedo conseguir trabajo?
Para que veas que te conozco
bastante bien.
Y como buena hermana
que soy, te conseguí una cita
con un señor
que tiene una finca con bastante ganado.
¿Y cómo conoces al señor?
Ah, pues es hermano de Olga.
¿Te acordás de ella?
Oh, sí, me acuerdo.
Es la más vistosa de por acá.
Y también su hermano Raúl. Es así.
Y como él es muy buena gente conmigo,
estoy segura de que te va a dar trabajo
gratis.
A Raúl es a quien tengo que buscar.
Entonces.
Buen trabajo, hermana.
Por ti. Cualquier cosa, hermanito.
Pero ahora a cambiarte.
Porque hay muchos lugares
a donde quiero llevarte mi
estudio.
Puedes irte para los estados.
Te hizo bien.
Te ves diferente.
Como con más clase.
Todo elegante.
Más cuando decís esas cosas en inglés.
Algo tenía que aprender.
¿Entonces qué me vas a comprar hoy?
Sabes que no tengo mucho dinero, Teresa.
Ay, no seas agarrado, hombre.
Aunque sea un suéter.
Pues con este calor,
por lo visto tú no cambiaste nada.
Una también merece sus cositas.
Mira que no te pido siempre.
Porque no estaba acá.
Pero ya veo que tendré que ahorrar
para seguir con sintiendote.
Por algo sos el hombre de la casa.
Fíjate
que se me antojó ir a los comedores.
Podemos ir a ver qué me compras y de ahí
ir a comer en el puesto de doña Rosa.
Está bien, pero ya no conozco mucho.
Ah, Hoy voy a ser tu guía,
aunque no ha cambiado mucho.
No te hagas.
Pero tú estás enferma.
¿Me podría acompañar una de las niñas?
No seas así.
Total, ya estamos listos.
Y por vos hago un esfuerzo.
La próxima tú escoges. ¿A quién te
querés llevar?
Si a Ruth o a Silvia.
Toma mi mano.
Entérate más sobre.
Toma mi mano.
El audio novela
y los recursos disponibles en triple W.
Punto. Toma mi mano, Punto F o síguenos
en Instagram y TikTok
como toma mi mano U.S.A.
No te pierdas nuevos episodios
cada miércoles.
Escucha las.
En Spotify, YouTube y Apple Podcast.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.