Don Cruz reúne al equipo para reflexionar sobre su último partido y les inyecta ánimos para el próximo desafío. La vida de Rogelio está a punto de cambiar al surgir una buena oportunidad laboral en la cooperativa. Algo nuevo está por ocurrir. Entérate si es para bien o para mál escuchando esta inspiradora audionovela.
Toma mi mano.
Señor.
Señor.
Ya vamos a empezar la plática, muchachos.
Solo esperemos que llegue Rogelio.
No nos vamos a tardar mucho.
¿Verdad, profe?
Es que tenemos que llegar temprano
a clases.
No te preocupes, Carlos.
Seremos breves.
Lo que tengo que decirles es algo rápido.
Qué frío está haciendo la muchacha.
Menos mal que no llovió
ayer en el partido.
Si no, nos hubiera ido
peor. Sin vos, Alex.
Si nos costaba
alcanzar los piques de esos majes
con el campo mojado
no hubiéramos hecho nada.
Yo solo
miraba que el siete te hacía un dribling
y ya te había sacado
como tres metros de ventaja vos, Diego.
Mano, ese siete si estaba en todo.
Tenía un aire de la gran diabla.
Que mal nos vimos, muchacho.
Yo pienso que la gente del pueblo se debe
de haber decepcionado mucho de nosotros.
Bueno, el único que se lució
de verdad fuiste vos.
¿Alex, Que lujo de goles
te echaste compadre?
Yo pienso que no jugamos tan mal.
Y ahora nos vamos a dar consuelo.
No chingues vos, Alex.
Además,
anduviste algo lento todo el partido.
Vos, Carlos, siempre tan negativo
como que no te quieren en tu casa
ni un poquito. Bah.
Ya eso muchas.
Lo que pasa es
que ustedes son conformistas y perdedores.
Debimos haber ganado.
Ese no es el pensamiento que debemos
tener.
Carlos, no estás ayudando al equipo
con esos comentarios
que. Que bueno que llega Rogelio.
¿No te gustó con la lluvia?
No, profe, la llovizna no está tan fuerte.
Y bendita sea el agua.
La familia de mi mamá
ya está lista para sembrar el maíz.
Solo esperaban la primera lluvia del año.
Bendita sea el agüita,
pues si no nos moja el cielo
no comemos tortilla y no tomamos atole.
Así mismo, profe, se renueva
el ciclo de la vida con la lluvia.
Pues empecemos, muchachos.
Gracias por venir.
Lo cité temprano
porque creo que no nos veremos
antes del domingo que tenemos partido.
Lo hubiéramos hecho el sábado, profe.
Ese día no tenemos clases,
pero algunos trabajan el sábado.
Y a mí me toca llevar una donación
de libros a una comunidad
allá en la Aldea Aguablanca.
Abrirán una biblioteca comunitaria
por allá.
Y yo me voy con usted, profe.
Eso estaría bueno, Alex.
Por lo pronto quería hablar con ustedes
porque siento que están desanimados
por el partido con Chela. Sí, profe.
A nadie le gusta perder 5 a 2.
Nos metieron una goleada.
Y lo peor es que estaba casi medio pueblo
viéndonos jugar.
Y los que no fueron al campo
lo vieron por el canal de cable
que transmitió en directo el partido.
¿Verdad que sí, Alex?
Pienso que hoy nos van a trolear
en el instituto.
Qué chafa.
Mejor no vayamos.
No es para tanto.
A mí me parece que
hicimos un buen partido.
Rogelio tiene razón. Por eso los convoqué.
Quiero que hoy se sientan muy orgullosos
de ustedes mismos.
¿En serio, profe?
¿No nos está dando casaca?
No. Patojos.
Yo estoy más orgulloso
que nunca del equipo que hemos formado.
Renacimiento Juniors
es el mejor equipo que he dirigido.
Pero sí, perdimos por goleada.
Tres goles de diferencia.
Lo que deben pensar ustedes es
que en estos casos se gana más perdiendo.
¿Cómo así? Profe Cruz nos está
haciendo bolas.
Miren, pues ganaron la experiencia
de jugar con un equipo de la mayor.
No les tuvieron miedo,
les metieron dos goles
y todo el primer tiempo
ellos no encontraban cómo anotarnos.
Es cierto muchá, yo siento que
estuvimos ordenados casi todo el tiempo.
Lo que pasa es que esos majes corrieron
bien todo el partido.
¿Cómo que no se cansarán?
¿Y nosotros? Va de correr y correr.
Y va de sacar la lengua.
Yo al medio tiempo ya casi estaba fundido.
Mucha. Es que ese es el asunto.
Ellos de eso trabajan.
Entrenan casi todos los días.
Ese es su chance.
Si nosotros entrenamos más seguido,
tendríamos mejor aire de nosotros.
El que corrió todo el partido fue Alex.
Mis respetos. Vos, patojo.
Tenés razón, Rogelio.
Alex, tenés bastante aguante.
Se nota que has entrenado mucho
por tu cuenta.
Te felicito.
Los demás deberían
aprender de la actitud de Alex.
Aunque al final ya casi no daba,
pero me sentí bien quitándole la bola
a varios de ellos con la carrera y.
El gol de cabeza que te echaste.
Alex salió
justo como la habíamos practicado.
Qué buen salto te diste.
Eso es lo que quería
platicarles, muchachos.
Decirles que no se sientan mal
por el partido,
que todo fue ganancia
y que la gente del pueblo está contenta.
Es cierto. A mí
todo el mundo me ha felicitado.
La gente que donó
para cubrir los gastos del equipo de fuera
me ha dicho que valió la pena
hasta el último centavo
y más por el carácter
que mostró a nuestro equipo.
Eso es
lo que lo.
Bueno. ¿Y vos, Alex?
Pienso que el entrenador del Chelas quedó
impresionado con tu juego.
Eso espero.
Y gracias por los zapatos
que estén en el partido.
No me agradezcas nada, patojo.
Ya sabes que vos sos como un hijo para mí.
Gracias, profe.
Uy, ya se puso dramático don Cruz.
Entonces, muchachada.
Nos vemos el domingo y a jugar con todo,
porque Renacimiento Juniors va a ganar.
¡Que viva Renacimiento, Junior!
Gracias.
Otra vez con los audífonos.
Vos, Oscar. ¿Y qué?
Ya te dije que no los uses
aquí en la oficina.
La licenciada dice. Él ya me llamó
la atención. Por tu culpa.
Así. Y sí, mi licenciada me regañó.
Mi licenciada.
Si no te has dado cuenta que ahora se
la pasa más en la oficina de la lic.
Pues a cada rato lo llama.
Ya me imagino para qué.
¿Y vos, celoso, me vas a decir dónde?
¿Yo no ando detrás de viudas alegres Vos?
Yo solo voy por carne fresca.
Ustedes respeten, Quieren.
Está buena la fregadera.
Pero no se peleen muchá.
Hoy defiendo a mi licenciada.
¿A vos te gustaría que hablaran
así de tu esposa?
No. Ah, ya, tranquilo. Pues fue la gran.
Son las 02:15.
Voy a ir a almorzar ahorita.
¿Y que onda?
Ahí les cuento luego. Provecho. Mucha.
Mmm. Este como que se trae algo.
Vos sí.
Que raro que almuerce a esta hora.
Ya vamos a averiguar.
Michelle.
Disculpe que venga tarde, pero como no
estoy acostumbrado a almorzar a esta hora.
No se preocupe, Jefferson.
Yo sé que hoy
le cambié su horario de almuerzo.
Siéntese.
Gracias.
Y dígame para qué soy bueno.
Pues fíjese que la visita a San Juan será
en tres semanas,
así que es necesario que deje todo
organizado con Oscar
y Ricardo para los días
que no vamos a estar en la oficina.
Ya va a ser.
Entonces.
Sí, estamos preparando todo para empezar
lo más pronto posible.
Bueno, los del Comité de San Juan
se van a alegrar cuando les cuente.
Todos quedaron muy contentos por la túnica
que le donó a la imagen de San Juan.
¡Qué alegría!
Qué bueno que salió todo bien.
Como anillo al dedo.
Y disculpe que no le había contado nada,
pero en estos días he tenido la cabeza en
otras cosas.
¿Es por lo de su esposa?
Me contó que está embarazada. ¿Verdad?
Algo así.
Como que. Algo así. Es que. Cabal.
El día que empezó la feria, a mi nena
le dio una infección intestinal
y ya nos fuimos a
que se hiciera el chequeo.
Jefferson
eso es lo primero que hay que hacer.
Si yo sé,
es que todo se nos ha complicado.
Y con eso que Andrea sufrió mucho
cuando nació nuestra hija.
Con más razón la llegada de un hijo
no se debe tomar a la ligera.
Tiene razón Michelle.
Por eso a veces pienso que no podría
con la nueva plaza
que me ha estado comentando.
¿Cómo que no?
Usted es nuestro mejor candidato
para ese puesto.
Será.
Pues yo espero no equivocarme,
pero para mí usted es la persona indicada.
No sé.
Con los problemas que tengo ahora,
mi preocupación es quedarle mal.
No poder resolver ni una cosa ni otra.
Ay, Jefferson.
Si usted no fuera el indicado,
ni siquiera lo hubiera
incluido en la lista de candidatos.
Una cosa es que me caiga bien y otra
que considere
que tiene la capacidad para el puesto
y usted la tiene.
Gracias por la confianza y el
Pero aunque el ascenso es algo
que siempre he soñado,
la verdad es que ahora tengo mis dudas.
Mire, yo no puedo decirle
cómo resolver sus problemas,
pero sí sé por experiencia propia
que hay momentos en donde uno duda
sobre qué camino tomar
y si lograremos hacer las cosas bien.
Pero no hay que dejarse vencer.
El miedo nunca deja avanzar.
Jefferson.
Cierto es que no sé qué hacer.
A veces siento que no soy el esposo,
que debería ser mucho -1 buen papá.
Eso sí, no lo creo.
Cada vez que me habla de su esposa
y su hija, se nota cuánto las ama.
Si no fuera por eso,
no tendría las dudas que tiene ahora.
Usted quiere tener éxito,
pero no a costa de su familia. ¡Ay!
¿Y cómo puede saber eso?
Soy psicóloga
y cuando escucho a las personas,
puedo sacar algunas conclusiones.
No siempre son exactas, pero en su caso,
estoy segura que usted ama a su familia.
La verdad es que sí.
Y por eso me preocupa fallarles.
Sabe, yo también sentí miedo
cuando me quedé sola con mi hijo Pablo.
Él tenía cinco años cuando asesinaron
a mi esposo y no sabía qué hacer.
Y también pensé que no iba a ser capaz
de salir adelante con él.
Dejé de estudiar mi maestría.
Fue un momento difícil para mí.
Me quedé sin trabajo.
En serio.
Pasé como tres meses sin ganas de nada,
sin saber qué hacer.
Pablo empezó a enfermarse
y eso fue lo que me despertó.
Mi única opción era levantarme.
Se necesita mucho valor.
Y por eso le digo Jefferson.
A veces tenemos miedo,
pero hay que enfrentar las situaciones.
Para mí también fue difícil
retomar mis estudios, pero fue una promesa
que le hice a mi esposo
y vaya que me ha servido.
Pues qué bonita historia tiene
y la verdad, usted es un ejemplo
porque terminó su maestría.
En cambio, uno que a la mitad
de la universidad se quedó.
Nunca es tarde para continuar.
Jefferson
usted es un joven con muchas cualidades.
Solo necesita voluntad
para lograr sus metas.
Ánimo
con vos, Ricardo.
Mira, mira, mira, mira, mira.
El Jefferson
está comiendo con la licenciada.
Ya decía que algo se traen estos.
Ah, por eso salió corriendo a almorzar.
Ay, sí, Lo voy a fregar.
¿Qué onda, Oscar?
¿Le vas a tomar una foto, Simón?
¡Ay, si lo cachamos!
Ahí está. Cabal.
Cuando le tenía la mano en el hombro,
mira a la gran.
Que buena foto.
Vámonos antes que se den cuenta.
Digo.
Pues.
¿Rogelio, ya te avisaron que tenemos
junta más tarde?
Sí, Jenny.
Gracias. Recibí el mensaje.
¿Y sabes de qué es?
Hay varios temas.
No estoy muy seguro de qué se tratará.
A mí se me hace
que es por la sucursal que se va a abrir.
Es posible.
Ya llevamos varios meses
trabajando en ese proceso.
Rogelio.
Don Ernesto
necesita que vayas a su oficina.
Gracias, Pedro.
Nos vemos en la reunión, muchachos.
Jenny,
Terminemos de arreglar los archivadores.
La reunión es en un rato.
¿Qué tal patojos? ¿Ya van a la reunión?
En un rato.
Tenemos mucho que archivar,
pero ya vamos a terminar.
Yo ahorita tengo tiempo.
¿Les ayudo a ordenar esos papeles?
Tan linda, Ruth.
¿Y no han visto a Rogelio?
Está con don Ernesto en su oficina.
¿Y por qué lo mandó a llamar?
Pues de repente que a él
lo quieren en la nueva sucursal.
¿Tú crees?
Ay, sí.
Ay, sí.
A mí no me gusta Rogelio,
pero bien que me preocupo porque se va.
Ya vas bien.
Lo que pasa es que es lejos.
Es en la verdad. Sí, en Xela.
Estaba pensando en su mamá.
Se pondría muy triste. Doña Marta.
Si Rogelio se va lejos.
Y será que solo ella está ahí.
Que mi mejor apúrate
o vamos a llegar tarde a la reunión.
Pues mira, Rogelio
ya sabe que
vamos a abrir una nueva sucursal
y que estamos viendo a qué personal
vamos a transferir.
Usted me dirá, don Ernesto.
Usted ya sabe que la persona que asumirá
el cargo de la gerencia
en la nueva sucursal será Lara.
Sí, don Ernesto.
Y estuve platicando con ella
a ver quién podía tomar su puesto de jefe
de finanzas acá en la cooperativa
y consideramos que usted puede ocupar
ese lugar.
Para mí sería un privilegio.
Bueno, ya ha asumido varias atribuciones
que le correspondían a Lara.
¿Entonces ya está familiarizado
con los proyectos que vienen?
Pues gracias por la confianza,
don Ernesto.
Para mí es una gran oportunidad.
Ahora que tiene un puesto de mayor
responsabilidad, debe cuidar cada detalle.
Pero yo sé que podrá con todo.
Rogelio. Sí, don Ernesto.
Haré mi mejor esfuerzo.
Yo sé que así será. Rogelio.
Entonces todo
listo para la reunión. Vamos.
¿Para qué será esto?
¿Voz? ¿No has oído?
Pues. Atención, por favor.
Como ustedes saben, se está
inaugurando una sucursal en Xela.
Lara García aceptó la gerencia
y Rogelio López Chumil ocupará
el puesto de Lara aquí en la cooperativa.
Estaremos anunciando
otros cambios en los puestos.
Pero como con Lara,
todos estarán bajo el mando de Rogelio.
Quiere decir algunas palabras. Rogelio.
Solo agradecerle
la confianza, don Ernesto.
Haré mi mayor esfuerzo
porque todo marche bien.
Es un nuevo reto en mi carrera,
pero es algo que agradezco a los abuelos,
el que me permiten crecer laboralmente
y espero poder llenar las expectativas
que tengan acerca de mi trabajo
y sobre todo compañeros,
que el éxito solo se alcanza
si trabajamos en equipo.
En relación a los cambios en los puestos.
¡Qué nervios!
Rudnick de Flores
pasará al puesto de comercialización
y Yenny Ventura González
estará en capacitación
para tomar el puesto de root
en servicio al cliente.
Así que por el momento
damos por terminada la reunión.
Te felicito, Rogelio.
Sabes que lo mereces. Bravo, jefe.
Ahora tendré que tener cuidado
con lo que te vaya a decir.
Felicidades, Rogelio.
Por un momento pensé que te trasladarían,
pero me alegra que no, Rogelio.
Lo más urgente ahora
es ver con la visita de hoy por la tarde
a San Jacinto y más adelante
el viaje a Panajachel.
Pensé que iría.
Lara. No.
Ella tiene varias cosas
que dejar resueltas.
Y para que vayas tomando confianza,
acompañarás hoy a Rogelio.
Hablamos después. Rogelio.
Está bien, don Ernesto.
Rogelio, qué bueno que seas el jefe.
Y por eso tengo la confianza
de decirte algo ahora.
¿Qué pasa, Ruth?
Yo no voy a ir al viaje a Panajachel.
¿Por qué?
Porque hoy es mi
último día de trabajo aquí.
Toma mi mano.
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