Toma Mi Mano USA

Episodio 55: Encuentros inesperados

Episode Summary

Andrea discute con Jefferson por culpa de Don Raúl y por llegar con olor a licor. Los patojos se preparan para ir por la antorcha. Alex encuentra a Bárbara y Carlos solos y muy cerca. Doña Esperanza se entera de que Verónica está embarazada.

Episode Transcription

Es el momento de empezar de nuevo juntos.

Volver a nacer.

Toma mi mano.

Emma, mi amor.

Entra a la casa y alista tu pijama.

Ahorita vamos a entrar con tu papi.

Bueno, mami te apuras.

Papi. Ahorita voy, mi princesa.

Jefferson, Venís tomado mi amor.

Eso ya pasó. Ya venís borracho.

¡No puede ser mi hijo!

Yo no vengo borracho, Andrea.

¿Pero sí tomaste este?

Sí, Tomé un par de tragos con mis cuates.

Pero no estoy borracho.

Un par de tragos. ¿Qué es eso?

Vámonos ahorita. A seguir chupando.

Entonces no te vayas con tu papá.

Mi hijo. Y seguí de su T. Concepción.

Jefferson, si te vas.

No me estoy yendo a ningún lado.

Es más, tú.

¿Qué estás haciendo

aquí afuera? Salí a llamarte.

¿Porque hiciste eso, Andrea?

Como no tiene nada que hacer, la tapadera

de tu mamá viene a cuidar a su patojo.

Ya te dije, Jefferson, tenés que ser

hombre y poner en su lugar a esta mujer.

Ya estuvo bien, papá.

Yo no vengo borracho y tampoco

me voy a ir a ningún lado con usted.

Mejor váyase a su casa.

Ajá. A mí no me hables así, patojo.

Vámonos, Raúl.

Ya cállate, Concepción.

No le hable así a mi mamá.

Qué vas a hacer algo.

Buenas noches, señores.

¿Todo bien por acá?

Sí, todo está bien.

Seguro, joven.

¿Y a usted qué le importa, poli?

Su trabajo es estar en la garita.

Buenas noches, don Raúl.

Yo solo vine a dejarle esta notificación.

¿Notificación de qué?

Pues, según dice esto

es porque está atrasado en la cuota del

servicio de seguridad de la residencial.

¿Cómo así?

Yo estoy al día.

Entonces.

Solo que vaya mañana

a administración para hablar.

Bueno, nosotros ya íbamos para adentro.

Gracias por preguntar. Buenas noches.

Buenas noches. Vámonos, Andrea.

Esto no se va a quedar así, Jefferson.

Hoy. Mañana hablamos. Papá.

Gracias, mamá, por acompañar a Andrea.

No tengas pena, mijo.

Ya entren.

Si cualquier cosa me llama mamá.

¿Ya entraste, Jefferson?

Gracias, doña Concha.

Disculpe que la haya metido

en este problema.

No te preocupes, mija. No pasa nada.

¿Y usted?

¿Por qué sigue aquí, poli?

Ya me entregó el papel.

Eh, Solo estoy esperando

que no haya ninguna novedad.

Don Raúl.

Ah, ya.

Váyase, hombre.

Camina, Concepción.

Papi.

Porque está agradó mi abuelito.

Por nada, mi amor. Solo está cansado.

¿Y tú qué haces despierta todavía?

Estaba esperando mi princesa.

Gracias por esperarme,

pero ya es hora de dormir.

Que sueñes con los angelitos.

Tú también, papi.

¿Por qué estás llorando, Andrea?

Yo preocupándome por ti Porque

ya era tarde y ni siquiera un mensaje.

¿Me mandas?

Disculpa, mi amor, pero no tengo saldo.

Me dijiste que no ibas a tomar.

Se quita.

¿En serio?

Solo fueron un par de tragos.

Te lo prometí.

Voy a cumplir.

Tú sabes que el olor de licor es

bien escandaloso.

Y no pensaste en mí.

Ayer salí del hospital Jefferson y tú

te vas con tus amigos a tomar.

Andrea. Claro que sí. Pensé en ti.

Solo nos acompañó por un rato

por el cumpleaños de Óscar.

Ya te he hablado

de mis compañeros de trabajo.

No quiero oír excusas.

Jefferson y yo defendiéndote con tu papá

como así

diciéndole que tú no sos como él

y salís con esto.

Solo fue una celebración de cumpleaños.

¿Pero por qué no me avisas?

Además, este no es el mejor momento

para que te vayas a celebrar.

Lo sé, Andrea,

pero todo esto ha sido muy difícil.

Endeudarme con mi tía,

venderle la moto a Gabriel

y solo espero no tener clavos después.

¿Yo te entiendo, Jefferson,

Pero quién me entiende a mí?

No solo por el dolor que estuve pasando.

Pasaron días

en los que ni me podía levantar.

¿Para qué?

Para enterarme que no estoy embarazada.

Pasar la operación.

Y aunque no había bebé, siento como si

lo hubiera perdido otra vez.

No llores, mi amor.

Yo también me siento triste.

Pero lo más importante ahora

es que te recuperes.

¿Te das cuenta, Jefferson?

Todo esto por dejar las cosas al tiempo

y no decidir qué vamos a hacer.

Tenemos que planificar.

Yo no quiero volver a pasar por algo así.

Tienes razón.

Y otra vez con la pena del dinero.

Y yo que no he podido seguir

con mis ventas.

Tranquila, mi amor. No te pongas así.

No puedo evitar lo canche.

Perdóname, mi amor.

Yo voy a arreglar las cosas.

Te lo prometo.

Prometo. Sí.

Voy a esperar a que cumplas tus promesas,

Jefferson.

Vas a ver que sí. Andrea.

Mientras eso pasa.

A partir de hoy, dormiré

en el 4.º de Emma.

Toma mi mano.

Ya mero nos vamos a traer la Antorcha

muchá.

¿A qué hora salimos a la capital?

Alex, el profe de física

dijo que nos vamos a las dos.

El bus nos lleva cerca del obelisco.

Solo tendríamos que correr unas cinco

cuadras para encender la antorcha.

Mucha.

¿Y al cine? ¿Cuánta gente va a ir?

Estamos apuntados en la lista.

Como 25. Somos un mara a Simón.

Es un buen grupo.

Así a la hicimos. Va a estar chilero.

El año pasado casi no llego.

Cuando pasamos por San Lucas

con esa lluvia

que nos cayó, me dio mucho frío

y esa antorcha pesaba mucho.

¿Pero vos, Diego, de qué te quejas

si ni dos kilómetros cargaste la antorcha

y después te subiste al bus?

En cambio la Alex y yo nos trajimos

esa onda casi todo el camino.

Va que sí, Alex, Simón, el Panqué, Kevin

que se recuerda de la onda Puchi

que eso no es cierto.

Yo no descansé ni un ratito.

Esos fueron otros chavos.

Fue el Carlos.

Siempre se queja más que vos.

Cabal hablando del Carlos. ¿Dónde estará?

Fue a preguntarle al conserje

si tiene esa onda de wipe

para que nos regalen un poco.

Hay que armar la antorcha de una vez.

Sí, Aquí están los botes de lata.

Traje dos por si se nos cae

o se desarma la primera antorcha.

Así como de repuesto, decís vos. ¿Cabal,

que onda muchá?

Ya están listos para salir.

¿Qué pasó, Lucía?

Solo a decir adiós. ¿Venís?

Sí, hombre, este año

no los voy a poder acompañar.

¿Sigue enojada tu abuelita?

Sí, pero los voy a venir a ver a la noche

cuando regresen.

¿Lucía

Pero aunque sea unos juguito, nos traes

a llevar tus bolsas de agua panqueque?

Confórmate con eso.

¿Pues Alex será que Don Cruz

nos va a hacer el paro con su pickup?

Yo creo que no.

Parece que tiene brete en la tarde.

Por eso hoy

vamos solo en la panel de don Haroldo.

Lástima, Irían más seguro

si él fuera con ustedes mientras corren.

Pero ni modo.

El carnal del Panqueque y el Juan

nos van a hacer el paro con sus motos.

Peor es nada

que no te

diga mi hermano porque se maneja el Chile

alegre.

¿Y cómo te está

yendo en la casa de don Cruz?

Doña Betty no lo quiere.

Es una doña Amarga.

Diego, no se asuste.

Vos que sabes.

Se quedó así desde que se murió su hijo,

el Marvin. Sí.

Todavía se pone muy triste

cuando habla de él.

Mucha.

¿Y quién sabe cómo se murió

ese Marvin? Pues.

Ay, no sé. Nunca me lo ha contado Gabriel.

Y menos que se lo voy a preguntar

a Don Cruz.

¿Pero estás bien?

¿En su casa o no?

Me va bien, Lucía.

Me siento tranquilo. Qué bueno por vos.

Y que ya no esté

cerca de tu hermano, que te está

obligando a hacer cosas que no querés.

Simón. Así está mejor. La onda.

Ya ustedes.

No nos pongamos sentimentales.

¿O quieren que los dejemos solos?

Va, hombre, Ya más

cuchi que ese

Carlos ya no trajo el Whipper, muchacha.

Lo voy a ir a buscar.

Creo que Bárbara se fue con él.

Pero te apuras vos también, Alex.

Ya nos vamos.

Dame otro beso, Barbarita.

Ay, no, Carlos.

Ya me besaste un buen rato. Ya, tranquilo.

Vos tenés la culpa.

¿Para que besas también?

Pues me tenés loco.

¿Te gustan mis besos?

¿Entonces? Me llega un montón como humo.

Estos labios,

a veces mejor que tu noviecita.

La lucía.

Uy, mucho mejor.

¿Y por qué andas con ella entonces?

Es ella la que quiere andar conmigo.

Yo sólo le sigo la corriente, La pobre.

No te creo.

Bien que le andas rogando

que te perdone a cada rato de él.

Te lo juro.

Si vos no estuvieras con el Alex,

yo hace rato hubiera cortado la lucía.

Vos y yo ya fuéramos novios.

Vos de lo

que has acasos, Carlos, también

soy acción.

Vení, no seas malita.

Dame tu mano.

Va a venir alguien y nos puede ver

mejor. ¿No?

No seas miedosa, hombre. Vení. No, Carlos.

Mejor soltame.

Bárbara. ¿Y ustedes qué onda?

Tranquilo, González.

Sólo estamos esperando que nos traigan

el whisky.

Nos dijeron que si tenían.

Ahorita lo traen

y estaban esperando así, tan juntitos.

Es que Carlos me quitó mis diez quetzales

y no me los quería dar.

Yo estaba tratando de quitárselos.

Tomás, te devuelvo tu dinero.

Y a la próxima no me molestes.

Yo mejor me voy a donde están todos.

Bárbara. Allá te espero.

Vos, Carlos.

Si te vuelvo a ver cerca de Bárbara,

te rompo el hocico.

Tranquilo, humano.

A mí no me gusta el cambio.

¿A vos si te gusta la Lucía, verdad?

No metas a Lucía en esto. Estás advertido.

Toma mi mano.

¿Y cómo estuvo lo de la antorcha?

Bien. Alegre.

Todos estuvimos echándole porras al grupo

cuando salieron para Guate.

Por lo menos

fuiste a dar tu vuelta al instituto.

En cambio, yo no puedo ir a ningún lado.

No te distraigas.

Mejor concéntrate en la tarea.

Es que no entiendo esta ecuación.

Acordate que el profe dijo que juntemos

los términos semejantes.

Ay, qué hueva.

Ya no sé si esto me va a servir para algo.

Ni siquiera sé si voy a seguir estudiando.

No digas eso, Verónica.

Es que estoy muy preocupada, Lucía.

¿Cómo voy a mantener a este bebé?

Por eso, ahora más que nunca, tenés

que seguir estudiando.

Aprender un oficio.

No tengo ni casa.

¿Y vos querés

que me concentre en estudiar?

Pues sí.

Pero tal vez cuando se le pase el enojo

a tu mamá, ella te ayude.

Ya no me digas nada, Lucía.

Ahora entiendo.

Cuando nos decían que es mejor esperar.

Si no tuviéramos cuidado.

Ya. ¿Para qué?

Ahora sólo te queda enfrentar el clavo.

Ya no quiero pensar en eso.

Y ya se te empiezan a dar la panza a vos.

Acabo

de cumplir los 15 y ya voy a ser mamá.

Y no sé qué voy a hacer con mi vida.

Bueno, como dicen por allí,

no sos la primera, pero sí sería

bueno que fuera la última.

Eso sería lo mejor.

Y mirá, tampoco es el fin del mundo.

Yo siento que del mío sí.

Tenía la esperanza que Eduardo

viniera por mí.

Pero ya no te llamo.

No por eso lo que tenés que hacer

vos es seguir adelante.

Yo sé. ¿Pero quién me va a ayudar?

¿Oíste lo que dijo mi mamá? Estoy sola.

No estás sola.

¿Y si hablas con tu papá?

No sé en qué lío me metí.

Me siento muy triste. Lucía.

No te pongas así.

¿Alguna salida?

Tenemos que encontrar.

Alguien nos tiene que ayudar.

Abuelita.

Buenas tardes.

¿Qué tal, mija?

¿Y qué hace Verónica todavía aquí?

Ya es tarde.

Buenas tardes, doña Esperanza.

Yo le pedí permiso

para que Verónica se quede unos días.

Sí, pero tantos días.

Tu mamá sabe que estás aquí.

Este Es que tenemos que hacer

unos carteles de los símbolos patrios.

De todos modos,

yo no veo correcto que Verónica

lleve tantos días sin ir a su casa.

¿Qué va a decir doña Rosa?

No tenga pena, doña Esperanza.

Ah, claro que me da pena.

Es que mi mamá no

está preocupada porque yo esté aquí.

¡Ay! ¿Cómo que no va a estar preocupada?

No entiendo eso. ¿De veras,

doña Esperanza?

Ella se mantiene tan ocupada

que no le da tiempo de pensar en mí.

¡Ay! Cómo va a ser si yo, que soy abuela

de Lucía,

estoy pendiente de cada paso que da.

No voy a creer que tu mamá no

esté pendiente de ti, abuelita.

Usted me dijo que no había problema

que Verónica se quedara en la casa.

¿Es cierto?

Eso fue lo que te dije.

Pero yo siento que algo no anda bien aquí.

¿Por qué dice eso?

Mira, Verónica está hecha

un manojo de nervios.

Y tú, Lucía, tenés cara de espanto.

Ay, mejor voy a hablar con doña Rosa.

No, por favor, doña Esperanza.

No voy a hablar con mi mamá.

Usted ya sabe cómo es ella.

Pues porque sé cómo es tu mamá.

Tengo que ir a preguntarle a ella.

Abuelita.

No haga eso. ¡Ay! ¿Por qué no?

Ya tengo suficiente responsabilidad

con vos y con Ángel.

¿Cómo voy a entregar cuentas

también de Verónica?

Abuelita, por favor, deje que se quede.

Si tanto querés que se quede.

Decime rapidito qué es lo que está pasando

aquí.

¿Doña Esperanza?

Es que no puedo quedarme en mi casa.

¡Ay! Pero, niña, decime por qué.

¡Ay, Dios mío! Me duele.

¡Lucía! ¿Qué le pasa, Verónica?

Tú lo sabes.

Decime qué está pasando.

¡Lucía! ¡Lucía!

Estoy sangrando. Ayúdeme, abuelita.

Es que. Verónica.

Verónica está embarazada.

¡Oh! Toma mi mano.

Entérate más sobre.

Toma mi mano.

El audio novela

y los recursos disponibles en Triple W.

Punto. Toma mi mano, Punto F o síguenos

en Instagram y TikTok

como toma mi mano U.S.A.

No te pierdas nuevos episodios

cada miércoles.

Escucharlas en Spotify, YouTube

y Apple Podcast.

Este proyecto fue desarrollado

por Population Media Center.