Toma Mi Mano USA

Episodio 62: Preso inocente

Episode Summary

Antonio pone a prueba la integridad en su relación laboral de Rogelio. Doña Esperanza habla con Doña Marta sobre cómo guiar a Ángel por un mejor camino. Un encuentro nocturno con Jefferson promete cambiarlo todo en San Juan Renacimiento.

Episode Transcription

Es el momento de empezar de nuevo juntos.

Volver a nacer.

Toma mi mano. No.

Vamos, Ruth.

Don Antonio. Ruth y yo. Rogelio

es mi jefe.

Sólo es una reunión de trabajo, tío,

a quien debes explicarle qué hacías

con este muchacho. Es a tu mamá.

Los acompaño si quiere.

No, por favor, Rogelio.

Mira, Rogelio,

mi sobrina es una muchacha de su casa.

Ruth, imagínate que Rogelio te haya

traído aquí con otras intenciones.

Usted no me conoce, don Antonio.

Yo jamás le faltaría el respeto a Ruth.

Eso no lo sé.

Pero tal vez a tus jefes

les interese saber que estás

invitando a salir a una empleada.

Ruth y yo somos compañeros de trabajo

y no necesito que me expliques nada.

Ya vi suficiente,

don Antonio.

Buenas noches.

Qué gusto verlo.

¿Le sirvo un café de cortesía?

Ah, El hobbit.

Entonces siéntese mientras se lo sirvo.

Okay. Thanks, Jenny.

Que disfrute su café, Don Antonio.

¿Quiere algún postre?

Vaya, es muy amable tu jefe, Ruth.

Thanks.

Cualquier cosa está bien.

Ya vuelvo. Entonces. Bueno.

Y cuéntame

qué es lo que haces tú en la cooperativa.

Rogelio. Soy el jefe de finanzas.

Oh, suena a algo importante.

Lo es.

Lo acaban de ascender.

Yes. I can say.

Por lo visto, lo admiras mucho.

Tío, por favor, no me diga así. Lo siento.

Te sigo viendo como a la dulce niña

que dejé hace siete años.

Y siento que es mi obligación cuidarte.

No estoy en ningún peligro con Rogelio.

¿Estás segura?

Rogelio solo me está

explicando un proyecto que no entiendo.

¿Y por qué no te lo explica en el trabajo?

Es que en la cooperativa

estamos muy ocupados y no nos da tiempo.

Mmm. Eres muy ingenua

para no ver las intenciones de tu jefe

solo con la forma en que te mira.

La veo así porque la admiro mucho.

Es una mujer muy inteligente

y responsable.

Y yo lo sé.

La conozco mejor que tú, muchacho.

Y un poco más.

Acá está su pastel, don Antonio.

Mmm. Solo de sentir el olor

se nota que está muy bueno.

Jenny. Lo voy a disfrutar mucho.

Eso espero.

¿Necesitas algo, Ruth?

¿Me dices dónde está el baño? Sí.

Ven conmigo. Ya regreso. Rogelio.

Aquí te espero.

Ruth.

Jenny.

Por eso no

quiero que mi mamá se entere del noviazgo.

Pero yo miro que don Antonio

es buena gente.

Van a terminar siendo amigos.

Vas a ver.

No creo que eso pase, Jenny.

No seas pesimista, Ruth.

Mira, Rogelio,

yo no nací

ayer y ya vi esas miraditas de enamorados.

¿Y si fuera así?

No me lo tomes a mal,

pero quiero mucho a Ruth.

Y no voy a permitir

que nadie se aproveche de ella.

¿No son esas mis intenciones? Ya veo.

Eres un muchacho muy decidido,

Don Antonio.

Ruth y yo nos conocemos

desde hace muchos años.

Pero por muchos años.

Que se conozcan no significa

que tu amistad sea lo mejor para ella.

¿Cómo lo sabes?

Hay muchos tipos.

Lobos disfrazados con piel de oveja.

¿No crees?

Puede ser, don Antonio.

Pero si usted tiene dudas sobre mí.

Pregunte lo que quiera.

¿Por qué salir con ella sin pedir permiso?

Ruth no ocultaría algo así. Yo no.

¿Tienes una respuesta, muchacho?

Es que le dije hoy por la tarde.

Seguramente no tuvo tiempo de llamar a su

mamá.

Pues sí, la llamó, pero para decirle

que iba a ver a una amiga.

¿Por qué diría eso? No lo sé.

Entonces no la conoces tanto como dices.

Ella tendrá sus razones.

No te creo.

A lo mejor tú le pediste que mintiera.

Eso no me gusta nada, Rogelio.

Creo que si voy a ir a tu trabajo

y van a saber que te estás

aprovechando de las empleadas.

Vaya y hable con don Ernesto Bonilla.

Él le va a decir qué

clase de persona soy yo.

Claro que voy a ir.

Y tus jefes van a saber que te aprovechas

de tu puesto para enamorar a mi sobrina.

Eso no es cierto.

¿Dañaría usted a Ruth por un malentendido?

Piénselo.

Ya estoy lista, tío.

¿Podemos irnos?

Mira como pasa el tiempo

cuando tienes una buena conversación.

Nos vemos mañana, Rogelio.

Cuando guste, Don Antonio.

Lo espero en la cooperativa

para que Don't worry, Don y

Sweety Business son Business.

Tengo unos negocios

que arreglar con tu jefe.

Toma mi mano.

Doña Marta.

¿Usted cree que Verónica ya está repuesta?

Sí, doña Esperanza.

Lo importante ahora es que se cuide.

Mire que yo

no quiero pasar otra vez por esas penas.

Ojalá doña Rosa

se le pase el enojo y apoye a la patoja.

Eso está verde.

Ya ve que a regañadientes

llegó al hospital y nada más

vio que estaba bien.

La patoja se fue.

En lo que se resuelve ese problema.

Nosotras la vamos a apoyar.

Es tan jovencita.

Sí, doña Esperanza,

pero vamos a estar pendiente de su salud.

Lo bueno es que va a llevar su control

en el hospital y la tenemos a usted

aquí cerca.

Eso sí.

Y por ahora no hay que dejarla sola.

No. Lucía está con ella en la casa.

Ah, vaya.

Y cuénteme.

¿Cómo está Ángel?

Hoy le tocó su primer entreno de fútbol.

Qué bueno que esté practicando deporte.

Eso le va a ayudar en su crecimiento.

Doña Marta.

¿Ya que hablamos de Angelito,

le pasa algo?

Viera que en la escuela ya le están

enseñando esas cosas de gente grande.

Ay, doña Esperanza.

Ya hemos platicado de eso.

Es que todavía es un niño.

Pues ya no tanto.

Él se está haciendo ya un adolescente

y es mejor que le enseñen

bien en la escuela y no que lo

vaya a prender mal con otras personas.

Qué buen entreno vos.

¿Así vas a jugar bien en poco tiempo?

Sí, Carlos.

Yo quiero ser del equipo de San Juan,

Renacimiento.

Eso, cuñado.

¿Y mira, Será que tu hermana está en la

casa?

Pues yo digo que sí.

¿Y está tu abuela?

No, está en la casa de doña Marta.

Si quieres entremos

o le digo los días que salga.

Así me gusta que hagas puntos.

Eso te conviene.

Mejor entremos.

Lucía.

Lucía te busca. Carlos.

Como que no hay nadie en la casa.

Pues así parece de plano

que se fueron a la casa de Bárbara.

¿Ah, sí?

Les toca exposición mañana.

¿Y tu abuela? Ya va a regresar.

Siempre se tarda

cuando pasa la casa de doña Marta.

¡Hala!

Qué celular tan chilero el que tenés.

Mi mamá me lo regaló.

Qué buena onda, doña Olga.

Pues como yo soy su consentido, dichoso

Mi abuelita

dice que todavía no me va a comprar uno.

Pero sí, todos tienen celular.

Hasta el más pequeños que vos.

Es que

ella dice

que solo sirve para echarnos a perder.

Tu abuela lo que está.

Lo que pasa es que en el celular

miramos cosas que nuestros papás

ni se lo imaginan.

Mi abuelita no pasa de su frijolito.

Vos préstame un ratito tu celular.

Esta preciosura no la presto.

¿Para qué la querés? Para jugar.

Mira, Ángel, ya no sos un muchachito

para estar jugando cosas de niños

como si ya es tiempo

de que empieces con otros jueguitos.

Ya me imagino de qué jueguitos

me estás hablando.

Ah, vaya.

Por lo visto estás despertando

vos, patojo.

¿No me vas a decir que te pones

a hablar de sexo con tu abuela?

A ella le gustan esos temas.

Hasta se enoja.

No te preocupes, Manu.

Para eso estamos

los que ya tenemos experiencia. ¿De veras?

¿Qué te pasa? Vos, Ángel.

Y no fui yo el que te regaló

aquella revista.

Eso lo hiciste por fregar.

Además, esas cosas se consiguen donde sea.

Gastón, mi cuate, me enseñó una.

Ah, pero espérate. ¿A quién me celular?

Tengo unas fotos

que te van a gustar mucho.

Si son de mujeres desnudas.

Ya vi suficiente.

Ahí sí, cómo no.

El alumno le quiere enseñar al maestro.

¿Y qué más puede haber después de eso?

Ay, papaíto.

Apenas estás

abriendo la puerta de entrada.

¿De veras?

Con estos celulares no te imaginas

todo lo que puedes encontrar.

¿Bueno, a ver qué me vas a enseñar? Pues.

¡Uy! Mira qué mujeres tan preciosas.

Pues sí.

De veras que están bien bonitas.

Espérate, que la cosa se pone mejor.

Mira esta chava con su chavo.

Están muy juntitos.

¿Ya te fijaste que estén jugando?

No me digas que sí, Ángel.

¿Te gustaría jugar de esto?

No sé. Vos en lo que estás.

A tu edad yo ya había probado.

Lo que pasa es que tenés miedo.

¿Y vos cómo le hiciste?

Mi tío Raúl me llevó a un lugar

y ahora yo te puedo llevar

vos a la debieras, Carlos.

No te preocupes.

Te voy a llevar a un buen lugar.

¿Y cómo le vamos a hacer?

Eso lo hablamos después.

¿Y cómo le voy a enseñar esto

a mis cuates?

No te preocupes,

Tengo el otro celular que ya no uso.

¿Me lo vas a prestar?

No, mano, te lo voy a regalar.

Gracias, Carlos.

Así vas a ver todo lo que vos quieras.

Pero no se lo voy a enseñar a tu abuela

ni a Lucía.

¿Oíste? No vos. Lo voy a guardar bien.

Solo lo voy a usar con mis cuates.

Así les vas a demostrar que ya sos

un hombrecito.

Toma mi mano.

Qué bonita se ve la colonia.

La verdad es muy tranquilo.

Es en esa casa de don Jorge

donde está el árbol.

¿Puede dejar el carro aquí?

Como usted diga.

Jefferson.

Qué bonita su casa.

¿Sí, Verdad?

Aunque en realidad es de mi papá.

Ojalá que mi mamá me dé una casa así.

Conociendo a tu mamá, Pablo.

Lo que va a decir es.

Esfuércese por lo que quiere, mijo.

Como que ya conoce a mi mamá.

¿Cómo así?

Hoy la traen contra mí. ¿Verdad?

¿Cómo creéis?

Vengan, pasen, por favor.

¡Papi!

¡Papi! Hola, princesa.

¿Cómo estás?

Bien. Papi.

Mira, Emma, ella es Giselle.

Su hijo Pablo y don Jorge. Salúdalos.

Hola. Mucho gusto.

Hola, Nina.

Qué grande y bonita estás.

Hola, Emma. Hola, nena.

¡Mami! ¡Mami! ¡Papi!

Ya me di cuenta, mi amor.

Les presento a mi esposa, Andrea.

Mucho gusto.

Soy Gil para servirle. Mucho

gusto, licenciada.

Di a Michel, por favor.

Él es mi hijo, Pablo.

Mucho gusto, Pablo.

Qué alto es. Sí, ya me dijo él.

Es don Jorge, el piloto de la empresa

que nos anda llevando de un lado a otro.

Mucho gusto y bienvenidos a nuestra casa.

Permiso. Gracias, muy amable. Pasen.

Siéntense,

por favor. Muchas gracias. Permiso.

Espero les guste el pastelito.

Yo mismo lo preparé.

¿En serio?

Qué bien.

Está rico.

¿Usted que le cree?

Bien, Jefferson sólo lo fue a comprar.

¡Ay! ¿Cómo es Jefferson?

Y siempre caigo en sus bromas.

A mí me gustó.

Entonces voy a felicitar al

de la pastelería.

¿Alguien quiere más cafecito? ¿Pastel?

Yo quiero más café, por favor.

Muchas gracias por la comida, Andrea.

Todo estuvo delicioso.

Qué bueno que les haya gustado.

¿Yo? Sí, señor.

Más pastelitos, por favor. Gracias.

Con gusto.

Alcánzame el plato, Jefferson, por favor.

¿Y cómo les ha ido en las reuniones?

Muy bien, la verdad.

Con la apertura de la oficina,

todo está casi listo.

Ya tenemos contemplados

varios socios potenciales

para trabajar en esta región. Ajá.

Pero con el proyecto de los jóvenes.

Cuénteles, Isabel.

Es que todos estamos muy contentos

y con ganas de apoyar el proyecto.

¿Más Don Cruz?

Sí, está muy animado.

Él es muy buena gente

y se preocupa un montón

por los patojos del pueblo, por todos.

Y lo mejor es que es entrenador de foot

ball.

Pablo.

Si se vienen a vivir a San Juan, fijo.

Tenés que ser parte del Renacimiento.

Junior.

Si se van a venir a San Juan.

Depende de los resultados

que tengamos esta semana.

Ah, pero eso ya se sabe,

Se van a tener muy buenos resultados.

Pues así parece.

Y sería

bueno que se vengan a vivir a San Juan.

Es muy bonito. Sí.

La gente es muy amable

y el clima me gusta mucho.

Si se da la oportunidad, sería temporal.

Mientras se organiza todo por acá.

Ay, ojalá.

Sólo sería de buscar una casa

bonita para ustedes.

Puede ser aquí, en la colonia.

No es mala idea, Jefferson.

¿Pero alquilarán casas por aquí? Sí.

Hay unas casas más al fondo que no han

vendido todavía y las tienen en alquiler.

Ahí está mamá. Ya tenemos. ¿Dónde?

Bueno, tal vez mañana,

después de la reunión en la cooperativa.

Averiguo si quiere.

Puedo ir mañana a la administración

para preguntar.

Muchas gracias, Andrea.

¿Y para cuando más o menos se entreguen?

Pues queremos iniciar antes

que termine el año.

Así que el siguiente mes

estaríamos viniendo.

Ay, qué alegre

Va a ver que todo va a salir bien.

Gracias.

Y así también.

Ya no le tocaría madrugar a Jefferson.

Y sí que madrugo.

Sí, más ahora que ya no tiene la moto.

¿No tiene la moto este?

No, ya no.

Y como se viene

el viernes transportando buses.

Y ya en la entrada a pagar. ¡Taxi!

Oye, Jefferson.

¿Por qué no me dijo?

Pues no era necesario. William.

Voy a ver quién es.

Permiso.

Buscamos al señor Jefferson Orellana.

Soy yo.

¿Pasa algo, Polly? Así es.

Atrapamos a un sospechoso en una moto.

Cuando intentaba cometer un delito.

¿Y qué tengo que ver con eso?

Es que usted aparece como dueño de la

moto, así que debe acompañarnos

en este momento a la comisaría.

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