Teresa acepta la relación de Ruth, pero luego le cuenta a Antonio cuáles son realmente sus planes. Carlos le ofrece a Ángel ayudarlo a hacerse hombre. Ixchel postula a Jefferson para un nuevo puesto, pero una mala noticia puede hacerle cambiar de parecer.
Es el momento de empezar de nuevo juntos.
Volver a nacer.
Toma mi mano.
Doña Teresa.
Ruth y yo. ¿Sabes qué, Rogelio?
Ya me aburrí.
Si mi permiso
es tan importante para ustedes.
Sí, lo es.
Ay, sí, hombre.
Ya, ya les doy permiso.
¿En serio, mamá? Sí, Ruth.
No hablo español.
Ok. Gracias, doña Teresa.
Eso sí, esta casa la respeta
porque somos una familia decente.
Entiendo.
Así será.
Claro que será como yo diga.
Porque tengo mis condiciones.
Si vas a visitar a Ruth,
que sea antes de las nueve.
No puedes salir a pasear a la capital.
Además, Ruth debe dejar preparada
la comida y el aseo antes de salir.
Sí, mamá.
Bueno, y a la primera que fallen
se les acaba el noviazgo.
Ténganlo por seguro. Doña Teresa.
¿Será posible que Ruth me acompañe
un momento a darle la noticia a mi mamá?
¿A tu casa? Sí.
¿Y ustedes nos pueden acompañar?
Ay, no, no, no, no,
No te voy a dar permiso de ir, Ruth.
Pero solo media hora y dejarme la puerta
abierta.
Desde aquí voy a ver Que vayan
directo a la casa de doña Marta.
No nos tardamos mucho, mamá. Eso espero,
güey.
¿Tonces qué pasa?
Pensé que yo era el hombre de la casa.
Y no me tomaste en cuenta.
¿Es porque acepté que fueran novios?
Claro, Te recordaba más estricta.
Y lo sigo siendo, hermanito.
Pero tengo algo pensado para esos dos.
Entonces fue a propósito.
Me sorprendes y vas a ver que ese noviazgo
no va a durar mucho.
¿Tú crees?
Yo creo que lo están tomando muy en serio.
No te preocupes, hombre.
Mientras tanto,
veamos qué le podemos sacar a ese Rogelio.
Qué lista eres, hermanita.
¡Ay, no!
Ya ves que también aprendo rápido.
Ya me di cuenta.
¿Y de qué me perdí?
Silvia. ¿Dónde estabas? En mi 4.º, tío.
¿Está oyendo música?
Espero que sea música en inglés.
Así me gusta.
¿Y qué están viendo ahí afuera?
¿Dónde está Ruth?
Salió con Rogelio.
¿Es que Rogelio
y tu hermanita ya son novios?
Silvia y yo. Ya lo sabía. Ajá.
No me extraña.
Sí, La última en enterarse de las cosas
aquí soy yo.
¿Y ya les diste permiso? ¿Mamá? Ay, sí.
Pero ya no quiero hablar más de eso. ¡Ay!
Vaya, Me empezó a doler la cabeza.
Mejor me voy a recostar.
¿Y yo qué quería?
Ver mi novela.
Ay, Siempre vienen a quitarme el tiempo.
Descansa, hermanita.
Pero me avisan a qué hora
regresan esos dos.
Don't worry. Yo te aviso.
Venite, Silvia.
Vamos a ver tele. ¡Vaya!
Qué bueno que mi mamá aceptó
que Red y Rogelio sean novios.
¿Y eso por qué te alegra tanto?
Porque las dos se quieren.
Puede ser Silvita, pero no.
Creo que tú deberías de estar tan feliz.
¿Y por qué lo dice, tío?
Porque ahora que Ruth tiene novio,
se va a olvidar de ti.
Y eso no es cierto.
No. Pues
mira que ya está pasando, Silvia.
Ni siquiera te llamó para que estuvieras
en una reunión tan importante.
Ah, porque yo. ¿De qué rato?
Sabía que eran novios.
Pero se fueron a festejar los dos.
Y esta vez no te llevaron.
Eso sí es normal, mi niña.
Con el tiempo se van a casar.
Y luego Ruth se va a ir de la casa.
Tendrá sus propios hijos
y se va a olvidar de su hermanita.
Será, tío.
Pero no te sientas mal, Silvia.
Tal vez vas a perder a tu hermana,
tu mejor amiga.
Y te vas a sentir sola.
Pero. ¿Pero qué?
Ahora vas a tener un nuevo amigo.
¿Y quién?
¿Pues quién más?
Mi niñita. Tu tío querido.
Ay, tan linda que es usted, tía.
De ahora en adelante, tú y yo, Silvia,
vamos a estar unidos
y no nos vamos a separar.
Toma mi mano.
Tu. Cuñado y tu hermana.
Saber vos.
Cuando vine ya no estaba a la gran.
¿Y a vos cómo te fue con el celular?
¿Les enseñaste a tus cuates las fotos
Aquellas?
No, vos.
¿Qué onda, Ángel?
El celular lo tengo guardado. ¡Ah!
¿Que te está pasando, Manu?
¿No te lo regalé para eso?
El que se les iba a enseñar
a la hora de salida.
¿Y qué te pasó?
¿Te dio miedo?
No. ¿Cómo crees vos?
Como que oí un ruido.
Ah. De plano
que son los perros que se ponen a jugar.
¿Estás seguro que no hay nadie en la casa?
No salieron y ya vienen tarde.
Sólo estamos nosotros.
Ah, bueno,
si es así, platiquemos con toda confianza.
¿Qué me decías?
Lo que pasa es que la maestra me
habló en la salida y que si más
me cacha con el teléfono, vos pudiese.
Parece película de terror.
¿Cómo va a ser eso?
¿Es que te acordás de la foto de la chava
y el chavo que me enseñaste?
Simón, la maestra preguntó
si sabíamos cómo se hace un bebé.
Y yo le iba a contestar.
No me digas que contaste en la clase
lo que viste en las fotos.
No se lo iba a decir. ¿Cómo lo hacen?
Chica, vos estás bien loco.
Vaya que no te suspendieron.
Es que la maestra no me dejó terminar.
Lo que sí
te digo es que te vas. ¿Y las de Manu?
Esas cosas no se mencionan
delante de la maestra.
Por eso fue que me llamó y me preguntó
si alguien me estaba enseñando
de relaciones sexuales.
Ah, se dice el milagro,
pero no el santo Vos.
¿Cómo así?
¿No le dijiste que fui yo? Para nada.
Así me gusta.
¿Seguís haciendo puntos conmigo, chavo?
Por eso ya no les enseñé las fotos
aquellos. Sí.
Es mejor esperar a que se le olvide.
¿Será que se le olvida a la maestra?
Tienen tanto que hacer que al rato
ya ni se fijan en uno.
A la seño
Sonia no sé si se la voy a olvidar.
Mirá vos Ángel, Yo lo estuve pensando
y creo que ya es tiempo que te encuentres
con una chava en vivo
y a todo color para verla desnuda.
Ese nivel ya lo pasaste.
Ahora hay que ir a la práctica
como los de la foto del celular de plano.
Este es el chiste.
Vos tenés que empezar ya.
Mi abuelita dice que todavía estoy pequeño
para hacer muchas cosas.
Así habla la gente grande.
Vas a llegar a viejo
y te van a decir lo mismo.
Será vos, Carlos, que vos querés hacerte
un hombre de verdad o ser un debilucho.
Un hombre de verdad.
Entonces no te preocupes, que yo conozco
una muchacha que es re buena onda
y que tengo que ser lo primero.
Esta aventura no es gratis, hay que pagar.
Yo sólo tengo 15 quetzales.
¿Será que con eso alcanza?
¿Con eso
te alcanza sólo para tocarle la mano?
Entonces mejor me espero.
No tengas pena.
Yo te voy a pagar tu primera vez.
Te lo ganaste, manito. A la que
buena onda.
Vos, Carlos.
Y la muchacha Ya es grande.
Todavía es chavita.
Y me va a dar precio especial. ¿De veras?
¿Y por qué vos?
Le enseñé una foto tuya
y me dijo que estás bien, chulito.
¿Y ella cómo es?
Así me gusta que te estés entusiasmando.
¿La querés conocer?
Pero no puedo. No, ahorita no.
En foto.
Aquí tengo una en el celular.
Qué bonita es.
Y vino de la capital.
Tiene bonitos ojos de los ojos.
¿De veras? Sí.
Y la vas a tener en persona
aquí en la casa.
Ángel.
¿Cómo vas a creer si haces eso?
Tu abuela le da un ataque.
¿Entonces cómo le vamos a hacer?
Yo te voy a llevar al lugar
donde ella trabaja.
¿En dónde?
El lugar se llama el Crisanto Dorado.
¿Y qué digo aquí en la casa?
Eso ya te toca a vos.
Mira qué mentira
Le metes a tu abuela y a Lucía.
Te voy a decir, Erick, que me ayudes.
Pero no le vayas a contar
lo que vamos a hacer.
Él es mi amigo. No hay problema.
Tal vez después le contaste.
Ahorita es un secreto entre vos y yo.
Está bueno. Acompáñame.
Vamos a tomarnos unas agüitas
a la tienda de doña Candelaria.
Hay que celebrar, manito.
Gracias, Carlos.
Vos vas bien.
Buena onda.
¿Y qué hago?
¿Será que se lo digo a doña Esperanza
y a Lucía?
¡Ay, angelito!
¿En qué clavos te estás metiendo?
Toma mi mano.
Hola, Mariana.
¿Cómo estás?
Bien, gracias. Jefferson. Dígame.
¿Cómo les fue en San Juan?
Muy bien. Fíjate.
Logramos muchas cosas y la licenciada
regresó muy contenta.
Ay, qué bien.
Ojalá que se le dé lo de la sucursal.
Yo digo que sí.
Todas las personas con las que
nos reunimos mostraron mucho interés.
Ay, me imagino que de eso han
de estar hablando con la junta directiva.
¿Todavía no han terminado?
No. Ahí siguen reunidos.
Sí, Pues.
Y la licenciada me citó hasta ahora.
Bueno, te va a tocar
esperar un rato. Cabal.
Y contame
como estuvo la semana pasada por acá.
¿Atareada? Bueno, al menos para mí.
Me imagino.
¿Y qué tal con los chavos? ¿Quiénes?
¿Con Oscar y Ricardo?
Pues aunque no lo creas, todo bien.
Que buena onda.
Así me estaban contando ellos.
Ah, por cierto, fíjate
que te vinieron a buscar tres veces.
¿Cómo así?
¿Es que te vinieron a dejar unos sobres?
Por aquí los tengo, Los acabo de ver.
Permitime.
Ya están saliendo de la reunión.
Cierto. Te los voy a buscar en un rato.
Solo termine un reporte
que le tengo que entregar a la licenciada.
Sí, Dale. No hay problema.
Ahí viene ella.
Buenos días, Jefferson.
Todavía es de mañana. ¿Verdad?
Sí. Son las 12 -10.
Es que ando mera desubicada con la hora.
Licenciada.
Disculpe. ¿Tiene unos mensajes?
No sé si se los doy de una vez.
Son muy importantes.
No necesitan respuesta inmediata.
Bueno, entonces los vemos
después de almuerzo.
Está bien, licenciada.
Gracias, Mariana.
Jefferson, pasemos a la oficina.
Como usted diga.
Échele.
Le tengo buenas noticias, Jefferson.
¿En serio?
¿Me van a subir de puesto a Jefferson?
Pues no es eso.
No todavía.
Entonces No son muy buenas que digamos.
Pero para mí sí.
A ver, dígame.
Le cuento que se va a abrir la sucursal
en San Juan.
A la que alegre. Sí, ya la autorizaron.
Esa es una buena noticia. Mire.
¿Pero tan rápido la autorizaron?
Según yo, que les iba a llevar una semana.
La pensada dijo aquel.
Lo que pasa es que todos los días
le envía informes al gerente
para ponerlo al tanto de los avances
y resultados del día.
Y tuvimos un par de conferencias
virtuales.
¿La gran Usted sí
que trabajó 24 siete, verdad?
Casi.
Pero eso ayudó a que el licenciado Sánchez
tomara la decisión de abrir la sucursal
cuanto antes.
Esas fueron sus primeras palabras.
Ay, qué bien, Michelle.
Esto, sin duda es
gracias a todo su esfuerzo.
Suyo también Jefferson.
Su trabajo fue muy importante
en este proceso. Sí.
Pues yo solo lo acompañé.
Déjese de cosas.
La gente ya lo conoce y confía en usted.
Eso ayudó a que las reuniones fluyeran
y se lograron buenos resultados.
Lo que hace la fama va.
Bueno, de algo sirvió.
Ah, bueno, ya bromeamos para que vea que
no solo usted sabe hacer bromas.
Bueno,
hay que empezar a ver toda la logística
necesaria para la nueva sucursal.
¿Y cuándo se empezaría? Ya, el otro mes.
El licenciado Sánchez quiere que el 2
de noviembre esté instalado en San Juan.
Que usted está en San Juan. Sí,
qué emoción.
Pero eso quiere decir
que solo tengo estas semanas
para dejar coordinado todo por acá.
¿Y por cuánto tiempo se va a quedar en San
Juan?
Depende de cómo avancen las cosas.
Pero mínimo un par de meses.
¿Entonces va a pasar la Navidad por allá?
Pues vamos a ver.
Tengo familia aquí en la capital.
Y por lo regular para esas fechas
viajamos allá.
¿No, hombre, mejor que se lleguen
todos a San Juan, No cree?
No es mala idea, pero ya veremos.
Lo que sí quiero es que vaya pensando
en la posibilidad de que usted cree
como representante de mercadeo
en San Juan, Renacimiento.
¿De verdad? Claro.
La semana pasada confirmé su potencial.
Tiene muy buenas relaciones públicas
y eso sin duda ayudará
a que la sucursal tenga buenos socios.
¿Y si él es la oportunidad
que siempre estuve buscando?
Pues usted mismo se
está abriendo las puertas.
Pero hay un par de cosas que debo decirle.
La escucho, Jefferson.
Es necesario
que demuestre su responsabilidad
y su capacidad
de tomar las decisiones correctas.
No sólo en lo profesional, también
en lo personal.
Lo sé. Bien.
Está arriesgando demasiado, Jefferson.
Incluso su familia. ¿Por qué dice eso?
Vi a Andrea muy triste.
Preocupada por usted.
Se asustó mucho cuando la policía se lo
llevó.
Es cierto.
Bueno,
la cuestión es que usted debe demostrar
que es responsable no solo en su casa
o en el equipo de fútbol.
También en su trabajo.
Tiene razón, Michelle.
Le voy a demostrar
que soy capaz de hacerlo.
Y también
necesitamos que continúe con sus estudios.
Yo estoy segura que puede lograrlo,
pero está en sus manos.
Usted decide si aprovecha la oportunidad.
Permítame.
Dígame, Mariana.
Licenciada. Disculpe que la moleste.
Es que buscan a Jefferson
de la empresa Fast Credit.
Dice que es por esos pagos atrasados.
Y quieren hablar ahorita con. Ajá.
No tenga pena.
Ahorita le digo.
Jefferson,
Lo buscan de la empresa Fast Credit.
Dicen que es por pagos atrasados
y quieren hablar ahora mismo
con usted.
Toma mi mano.
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