Toma Mi Mano USA

Episodio 74: Desgraciado

Episode Summary

Carlos agrede a Verónica sin importarle que ella esté embarazada, además amenaza a Lucía. Don Raúl golpea a Concha, y cuando Jefferson intenta defenderla Raúl lo golpea y cae este inmóvil. Concha llora desconsolada.

Episode Transcription

Toma mi mano.

No hay tono.

Si te hubieras quedado en Estados Unidos,

no sufrirías estas penas.

¿WhatsApp? Sí. ¿Qué pasa?

Es que eso de andar en bus no es para

mí Por pereza.

¿Por eso no quieres que esté aquí?

No, no es eso.

Pero prefiero andar en taxi y

con los dolores que me dan en las piernas.

Eso saldría carísimo.

Pero si traes dinero.

Si lo gasto así.

Dentro de poco ya no habrá nada.

Ay, no te preocupes.

Ya te dije que Raúl te va a conseguir

trabajo o un buen negocio.

Doña Teresa.

Buenas noches, don Antonio.

Ay, Rogelio.

Ay, no sabes el gusto que me da verte.

Que bueno que andas por acá.

Van para su casa.

Súbanse. Los voy a dejar.

La mejor

decisión que Root ha tomado

es la de aceptarte como novio.

Pues gracias.

Oh, pues vaya que no voy a caminar.

Con eso de que retengo líquidos,

se me hinchan los pies.

Puede ir con mi mamá

para que le recomiende algo.

Gracias, pero prefiero ir con el doctor.

Hermanita, ve con doña Marta.

Todos saben que es una buena comadrona.

Mi mamá sabe mucho de medicina natural.

Lo voy a pensar. ¿Y Ruth?

Qué raro que no ande contigo.

Ahora que son tan inseparables.

Hace rato la fui a dejar a su casa.

Yo tenía que comprar unas cosas para mi

mamá.

Espero que ahora que aceptó ser tu novia,

no se anden perdiendo por ahí.

No queremos una sorpresa.

Por supuesto que no, don Antonio.

La verdad es que cuando los hombres al fin

tienen lo que quieren,

pierden el interés en la mujer.

¿A que se refiere doña Teresa?

Ay, no te hagas el tonto.

Tú sabes de que te estoy hablando.

Bueno, bueno, Ya llegamos.

Gracias por el raid, Rogelio.

Buenas noches. Buenas noches.

Tiernito.

Perdóname, Silvia.

No. Y no me abraces. Escúchame.

Ni siquiera me lo probé.

Tú sabes que yo te quiero.

No fue mi intención.

No es cierto.

Sos una envidiosa.

Cuando venga mi mamá,

le voy a decir lo que me hiciste.

Silvia,

yo solo quiero protegerte. ¿De qué?

De estrenar un vestido.

No es por el vestido.

Es por quién te lo dio.

Ya no quiero hablarte.

Por favor, no te enojes conmigo.

¿Qué es este escándalo?

¿Por qué estás llorando, Silvia?

Es que rompí mi vestido.

¿Y quién te dio ese vestido?

Me lo regaló el tío Tono.

¿Por qué lo rompiste, Ruth?

No te quedes callada y decime.

Fue un accidente.

Con el esfuerzo que habrá hecho tu tío

para regalarle el vestido.

Tranquila, ya compraremos otro.

¿Te parece, Silvia?

Sí, tío.

Siempre tenés que arruinar todo, Ruth.

Ahora vas a mandar arreglar este vestido.

Pero, mamá, yo. Mamá,

Eso es para que te acuerdes.

Quién manda en esta casa.

Y para que no se te olvide

que debes respetar a tu tío.

No le pegues, mamá. Cállate, Silvia.

Vos te quejaste.

Ahora no te metas. ¡No!

Por aquí.

Silvia, que por tu culpa le pegué a Ruth.

Discúlpame, Ruth.

Vos no te vas de aquí, Ruth.

No hemos terminado.

¿Y qué más va a hacer mamá?

No ha sido suficiente.

¿O sí?

Esa no es la forma de tratar a Ruth.

Dale tiempo para que piense

en lo que le hizo a su hermanita.

Es que tanto que le cuesta aceptar

todo lo bueno que hace.

Es todo.

¿Y qué pasa?

¿Estás celosa?

¿Cómo se le ocurre?

Lo único que yo puedo sentir es asco.

¡Cállate!

¿O quieres que te dé otra cachetada?

Discúlpate con tu tío.

No, Discúlpate.

O tu noviecito

va a saber de una vez por todas.

¿Quién es la dulce Ruth?

Haga lo que quiera, mamá.

¿Estás segura de lo que decís? Sí.

Entonces, anda, tráete a la Silvia.

Y para que no digas que soy una mentirosa

que sepa de tu boca

lo que pasó con tu tío y que lo que estás

haciendo es por celos.

Toma mi mano.

Mi Luci.

Nos vamos a ver hoy.

Salí a caminar con Verónica.

¿Y dónde están?

En el parque.

Quédense ahí.

Ahorita voy para allá.

Vos si que la friegas, Carlos.

¿Y ahora qué te pasa, mamá?

Espera que la muchachita esa te llame.

Déjame.

Yo sé como hago las cosas. Sí, cómo no.

Mientras tanto,

ella se siente la princesa.

Porque el mejor partido de San Juan,

Renacimiento

la sigue como perro detrás de longaniza.

Ay, mamá.

Sí, Soy el mejor partido de San Juan.

Y claro que ando detrás de ella.

Pero ya sé por qué. ¿Vos qué vas a saber?

Si la que te trae como quiere es ella.

Vos confía en mí.

No es por gusto.

Todo lo que me has enseñado, mamita chula.

Mmm, eso espero.

Que va a venir el Carlos.

Ajá. ¿Te vas a quedar conmigo, verdad?

Sí, hombre.

Yo me quedo con vos. Gracias, Vero.

Mirá, el que me dejó preocupada fue Alex.

Tiene unos grandes clavos

para que no le haya puesto coco

a lo del teatro.

También

dejó el trabajo que tenía con don Cruz

allá y con eso se ayudaba

para tener sus centavos.

Y además me

dijo que ya no quiere que seamos amigos.

Y yo digo que el Gabriel lo

ha de estar jalando para que ande con él.

Por eso yo traté de hablar con Don Cruz,

pero no estaba.

¿Le dejaste el mandado con doña Betty? Sí.

Ojalá ellos puedan ayudar a Alex.

Allá viene Carlos Muñecas.

¿Cómo les trata la vida aquí? Platicando.

Y de plano también esperando a este.

Tu cachorro. ¿Verdad? Lucy.

En eso quedamos, no cultivos.

¿Y qué mosco te picó?

¿Por qué lo decís? ¡Uy!

Un hielo no te gana.

Lo que pasa es que está preocupada

mi Lucy.

Linda.

¿Que tenés?

Vení,

que te voy a dar un buen apapacho. Mmm.

No, Carlos, a mí no me estás despreciando.

Tenemos que hablar.

¿Y que estamos haciendo?

Pues explícame por qué te llevaste

a mi hermano a un prostíbulo.

Por lo que te enojas.

El ángel necesitaba una clase práctica.

Aprender de esas cosas.

¿Que no fue suficiente

con la revista que le diste?

Mira, un favor le hice a tu hermanito

porque ni sabe para qué sirve

lo que lleva en los pantalones.

Porque hablas así.

No conocía esa tu forma de pensar.

Pues acostúmbrate,

porque así soy y me siento orgulloso.

Él es un niño y confió en vos.

¿Cómo pudiste?

Bueno.

¿Y eso cómo lo sabes?

El ángel me quemó. Ángel no dijo nada.

Y entonces, si yo no hablé con él

y nadie más lo sabía.

Eso no importa.

Que mala onda sos, Carlos.

Mala onda por ayudar a tu hermano

para que se ponga pilas y se haga hombre.

Carlos, no quiero volver a verte.

¿Y sabes qué? Aquí terminamos.

Ni se te ocurra dejarme.

Vos no me puedes hacer eso. Sí que puedo.

¿No me puedes decir que se acabó todo?

Mira, mi Lucy.

¿Si vos me dejás, Yo?

¿Vos qué? Si me dejas, me mato.

¡Que yo me mato!

¡Lucía! ¡No me dejes!

¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?

Lucía, perdóname. Perdóname.

Es que yo no puedo vivir sin ti.

Si de verdad me quisieras, no harías cosas

como lo que le hiciste a Ángel.

Otra vez

con lo mismo. Bueno, y a todo esto.

Si no fue Ángel.

¿Quién te contó que fui yo el que lo

llevó?

Se lo dije yo.

¿Y vos de qué cuenta? ¿Lo sabías?

Yo estaba en la casa

el día que hablaste con Ángel.

Y sin querer oí lo que estabas diciendo.

Es una loca floja.

Ay, Carlos.

¿Por qué le empujaste?

Verónica. ¿Estás bien?

Ay, me duele. Está embarazada.

Sos un desgraciado.

A mí no me hables

así. ¿Qué te pasa, Carlos?

Lucy, mi amor, Perdóname, por favor.

Yo te necesito. Andate. ¿Querés?

Pero, Lucy.

Es que vos me pones loco.

Ahora la culpa la tengo yo.

No sé qué te pasa, Carlos,

pero lo mejor es que te vayas.

Vero, te llevo con el doctor.

De vos no quiero nada.

Discúlpame, Vero.

Lucía pensando por favor.

Yo te amo.

¡Carlos, andate ya!

Verónica.

¿Te duele mucho?

No tanto.

Vamos a la casa. ¿Y te acostaste?

Nunca había visto así a Carlos.

Sí, se puso violento.

Ay, Lucía.

No regreses con él.

Te puede hacer daño.

No creo que vuelva a hacer algo como esto.

Yo me asusté mucho.

No te confíes, Lucía. Sí, Así empieza.

Imagínate cómo va a ser después.

Toma mi mano.

Hola, mi amor.

Hola, Canche.

Otra vez tarde. Sí, tú.

Tuve que ir con mi papá a la finca.

Pero ya todos los días.

Mira la hora que venís.

No sé, Andrea, pero como te conté, mi papá

está bien clavado.

Y como no sólo a

él se le ocurre apostar la finca.

¿En serio?

Yo no sé cómo fue capaz de hacerlo.

Para que

te des cuenta lo que hace el licor.

Pero hoy sí que se pasó.

Y lo peor,

con la gente que se fue a meter.

Por eso te digo, Canche.

No me gusta que estés viendo

todos los días con ese señor González.

Es de guardar distancia.

Vaya, sino ese don

y su familia no se andan con mates.

Hasta aquí no sé cómo fue que me

le paré enfrente el domingo.

¿Imprudencia tuya también?

No, que tu papá

se la lleva de muy machito.

Él tuvo que afrontar su problema. Caval.

Pero ya ves que casi empujado

me llevó a la finca.

Ya estando ahí me tocó poner la cara.

Ay, Jefferson,

yo sé que también lo haces por tu mamá.

Pero no quiero que te metas

en más problemas.

Por favor. Tranquila, sequita.

Te prometo que no voy a hacer nada más

que tratar de ayudar a mi papá.

Al final, ese señor perdió interés

en la finca al ver cómo está.

Me imagino con lo que me contaste.

Si tu hasta ganas de llorar me dieron.

Yo no entiendo como perdió todo

a puras apuestas.

Pero qué siempre perdía.

No, lo que pasó es que

se malgastaba el dinero cuando ganaba.

En ese mismo rato se lo terminaba.

Así me contó mi hermano Mario.

Tarde o temprano se va a enterar tu mamá.

La verdad, sí.

Ni me quiero imaginar cuando pase eso.

¿Y tus hermanos qué hacen en la finca?

Aquellos lograron criar gallinas.

Y esa es la única entrada

que tiene ahorita la finca.

Pero no es nada comparado

con lo que se necesita de plano.

¿Y qué piensas hacer?

Pues lo primero que hemos estado haciendo

es limpiar y ordenar,

porque ni siquiera tiene cara de finca.

Y tal vez vender las pocas vacas

que quedan.

Que complicado.

Sí. También Por eso es

que ya no le llevo carne a mi tía Olga.

Ay, no, Jefferson, que triste.

Cabal. ¿Y sabes qué es lo peor?

Que no me digas que hay más todavía

que mi papá tiene otros hijos.

Pero eso ya lo sabía.

Sí, pero el domingo llegó una chava

con un niño a pedirle dinero a mi papá.

Y resulta que es hijo de él.

¿En serio?

Bueno, la verdad, no te voy a extrañar

que resulten más problemas.

No lo dudo.

Mario me contó que lleva

mujeres a la finca cuando está bien.

Bolo.

Eso ya es demasiado. Canche.

Don Raúl le hace tanto daño a tu mamá.

No entiendo porque ella

siempre se sorprende por lo que él hace.

Y creo que se

seguirá sorprendiendo. Cabal.

Ay, lo siento por mi mamá.

Ay, Canche, mi amor.

Yo sé que a pesar de cómo es tu papá,

tú lo eres.

Pero date cuenta del daño

que le está haciendo a todos.

Hay que ponerle un alto. Lo sé. Andrea.

¿Pero cómo?

Si hoy que le veníamos

platicando con Mario sobre todo eso.

Bravo se puso.

Va a llegar el día que tendrá

que pagar por las consecuencias.

Como dice el dicho,

nadie se va de este mundo

sin pagar los elotes que se come.

Eso es cierto. Igual que tú.

Ajá. ¿Cómo así?

Son bromas tus chistes

respondiendo por lo que hiciste.

Quiero ser más responsable, así como dice.

O sea que

solo por lo que ella te ha dicho.

No más por lo que tú me decís.

Pues no pareciera.

Siempre la mencionas a ella.

Otra vez estás celosa.

No te pongas así, mi amor.

La verdad, ella me aconseja.

Y escuchar cómo fue que salió adelante

después de la muerte de su esposo.

Me hace pensar mucho.

Entonces ya te cuenta cosas personales.

Ay, se quita.

Tú ya la conoces y te diste cuenta que es

una buena persona y que siempre me apoya.

Ahí te está llamando tu consejera.

Mira, no creo saber quién me está

llamando.

Es mi hermano Mario.

¿Qué pasó? Vos.

Ajá. Ahorita voy.

¿Qué pasó?

Mi papá le está pegando a mi mamá.

Quédate aquí.

Ya regreso.

Ya no.

Raúl, por favor.

¿Por qué andas revisando mis cosas?

Esto es para que aprendas.

Oh, el papá no le pega a mi mamá.

¿Y vos qué haces aquí?

Cállate, Concepción.

Ya suéltela. Suéltela.

No se asuste, hombre.

Ya te digo que no vas

a darle a mi hijo.

Ya no sé quiénes son.

Toma mi mano.

Entérate más sobre. Toma mi mano.

El audio novela

y los recursos disponibles en Triple W.

Punto.

Toma mi mano, Punto F o síguenos en

Instagram y TikTok como toma mi mano VSA.

No te pierdas nuevos episodios

cada miércoles.

Escúchalas en Spotify, YouTube

y Apple Podcast.

Este proyecto fue desarrollado

por Population Media Center.