Antonio intenta manipular a Silvia para ponerla en contra de Ruth, lo que podría generar más tensión en la familia. Mientras tanto, Ángel y Lucía deciden salir de madrugada para intentar irse a Estados Unidos con sus padres. Jefferson sorprende a Andrea con excelentes noticias.
Es el momento de empezar de nuevo juntos.
Volver a nacer.
Toma mi mano.
A ver, Silvia, repite.
After my.
I like watch television.
Hey, like watch Televisión.
No, no se dice television.
Hey, like what the legion.
Hey, hermanito. Que pasa si.
Ya te dije que cuando el libro de inglés
va a aprender.
Silvia. Hermanita.
Así empezamos todos.
Yo no perdería mi tiempo.
Yo soy muy inteligente, mamá.
Vas a ver como aprendo del tío.
Ay, pues ojalá
le aprendas todo lo bueno a tono.
Así es, hermanita.
Bueno, los
dejo antes de que se me haga más tarde.
¿A dónde vas, mamá? ¿Qué te importa?
Hago hermanita.
Te ves muy guapa.
¿Te parece?
Solo me puse lo primero que encontré.
Se te ve bien ese vestido.
Ojalá no te vayan a robar.
Hey, Tono. Ponte tus cosas.
Y eso. Mamá. ¿Qué cosa?
¡Uy! Últimamente salís muy elegante
y regresas muy tarde.
¿Desde cuándo te interesa ver cómo salgo?
Mejor concentrate y aprende todo lo que te
está enseñando tu tío.
Tranquila.
Aquí me quedo enseñándole a Silvia
todo lo que necesita.
Ay, Bueno, Adiós.
Y no me esperen a cenar.
Mi mamá cada día está más rara.
¿Verdad? No nos preocupemos por ella.
Mejor sigamos con las clases en inglés.
Pero ahora enséñame otra palabras
porque ya se me quedaron
todas las que tienen que ver con la casa.
I love you.
Qué chistoso se oye.
¿Significa te quiero, verdad?
Significa te amo.
Repítelo varias veces, pero con emoción.
I love you. I love you.
Con más cariño. Así.
Ay, love you.
I love you. Así es.
¿A ver si te sabes esta Jimmy aquí?
Eso está fácil.
Significa. Significa. Dame un beso.
Eso me da risa.
A ver.
¿Está ahí Miss You?
Esa no me la sé.
Significa Te extraño.
La dices
cuando extrañas mucho a una persona.
Ay, Miss You.
Claro.
Así me gusta que ya estés aprendiendo.
Pero se dice así.
¡Ay! Repite.
Ay, Miss You.
Mejor si se dice al oído así.
Mira, hay misterio.
Ay, tío. ¿Qué le pasa?
No estoy sorda.
Solo te estoy enseñando
cómo tienes que hablarle a tu novio.
¡Ay, no!
¿Cómo crees, tío?
No tengo ni me interesa tener novio.
No, todavía ninguno. Nada que ver.
Seguro que hay alguien de la escuela
que te gusta.
Mmm. Todavía no, tío.
Algún día
un hombre te va a llamar la atención.
Pero tiene que ser mayor que tú. Ok.
¿Y por qué?
Porque así te puede proteger siempre.
Ah, ya.
Así como Rogelio, que es mayor que Ruth.
No es un buen ejemplo. Silvita. ¿Por qué?
Porque ella se merece un verdadero hombre.
Rogelio quiere mucho a mi hermanita.
Ruth ha
cambiado mucho desde que
es novia de ese muchacho.
Será.
Sólo acuérdate del vestido.
Pero eso fue un accidente.
Ruth ya se disculpó conmigo.
¿Ah,
y habías peleado así con tu hermana antes?
Nunca.
Siempre habíamos sido las mejores hermanas
y las mejores amigas.
Ya ves, lo que pasa es que Rogelio está
poniendo a Ruth en contra de su familia.
Pero ella no se ha dado cuenta.
Entonces por eso
Ruth quiere irse de la casa.
¿Cómo está eso, Silvia?
Es que Ruth quiere ir a vivir a Xela
y quiere llevarme con ella.
¿Y por qué?
¿Ella dice
que tiene una oportunidad de trabajo allá?
No sé. Tal vez.
Yo no quiero separarme de mi hermana.
¿Y qué pasaría con tu mamá?
Sabes que ella está enferma.
Ah, pero para eso está
usted. Para cuidarla.
Ah, vaya.
Pero no le vaya a decir a nadie
que yo se lo conté.
No quiero que Ruth piense
que soy chismosa.
Yo confío en usted, tío.
No pasa nada. Será nuestro secreto.
Espero que nos vaya a visitar.
No creo que sea necesario.
¿No nos quiere ir a ver?
Si se fueran,
claro que las iría a visitar.
Pero no creo que ninguna
se vaya de San Juan.
¿Y eso por qué?
Tu hermana se va a dar cuenta
y va a tomar la mejor decisión,
que es quedarse con nosotros,
que somos su familia.
Será tío.
Claro, mi niña.
Y si se va, la vamos a extrañar.
Pero nosotros vamos a cuidar de ti.
Porque tú no puedes dejar a tu mamá.
Y a mí tampoco.
Que ya te quiero tanto. Sí.
Toma mi mano.
Ay, bueno, Patojos.
Buen provecho.
¿Ustedes se encargan de lavar
y guardar los trastos, verdad?
Sí, abuelita.
Usted descanse.
Si quieren, yo lavo los platos.
Yo los seco y yo los guardo.
Se ve que tu abuelita vino más cansada
que otros días.
Es que en las casas donde trabaja
están preparando lo de las posadas.
Le ha tocado más duro.
Lo bueno es que ya se fue a dormir.
Y vos también te ves cansada, Verónica.
Es que el bebé ya pesa y se mueve mucho.
De seguro que va a ser un buen futbolista.
Y si es niña, una buena futbolista.
Si querés nos quedamos con Ángel
y terminamos de lavar.
Gracias. Muchas.
Si me quiero ir a acostar, ya.
Que bueno que nos quedamos solos.
Mira, aquí
tengo la dirección de un señor en WeWork
que lleva gente para los estados.
Mmm. ¿Estás segura?
¿Lucía?
Sí, yo estuve averiguando
y mucha gente de aquí se ha ido con él.
Ya cuando vayamos de camino
llamamos a mis papás para que le paguen
y lleguemos allá con ellos.
Yo tengo miedo, Lucía.
Dicen que es muy peligroso el camino,
que pueden pasar muchas cosas malas.
Ya no nos podemos hacer para atrás.
Ángel es lo mejor para todos.
¿Ya tenés lista tu mochila?
Ya casi recordaste
que nos vamos de madrugada.
¿A qué hora?
No más de las 05:00.
¿Y si mejor nos vamos a las seis?
No, porque a esa hora
ya hay más gente en la calle.
Y si nos miran,
van a venir a decirle a mi abuelita.
¿Le despertás?
Sí, Ángel,
pero termina de preparar tus cosas.
¿Y vos ya tenés todo listo?
Sí, porque no quiero despertar a Verónica.
Bueno, me voy a dormir a mi cama.
Por última vez.
Ángel.
Ángel. Mmm.
No, yo no quiero ir a estudiar.
Tengo sueño.
¡Cállate!
Vas a despertar a mi abuelita.
Nos tenemos que ir.
Ya casi son las cinco.
Vamos con nuestros papás. Levántate.
Yo no quiero ir. Lucía.
Acordate que dijimos
que íbamos a estar mejor con ellos.
Y ya no vamos a hacer una carga
para la abuelita.
¡Ay, no! Es que tengo miedo.
Lucía.
Lucía. ¿Le pasa algo a Angelito?
Verónica. ¿Te levantaste? Sí.
Oí que tu hermano se quejaba.
Y cuando no te vi en la cama, pensé
que algo estaba mal.
No te preocupes.
Todo está bien.
¿Y esas mochilas?
No preguntes. Anda, acostate.
Lucía. ¿Qué está pasando?
Es mejor que no sepas nada.
No quiero que te metas en problemas.
¡Ay, no!
Se van a escapar si vos
ya le damos muchos dolores de cabeza
a mi abuelita.
¿Pero a dónde se van?
Nos vamos a los Estados Unidos
con mis papás.
No, Lucía es muy peligroso.
Pero es mejor que estar aguantando tantos
problemas.
No, vos.
No se vayan.
No le hagan esto, doña Esperanza.
Pero tal vez por eso estás aquí.
Para que la abuelita no se quede sola.
Lucía. Verónica tiene razón.
Mejor quedémonos.
Acordate que la abuelita ya no va a oír
cosas malas de nosotros.
Vámonos. Ya lo habíamos decidido.
Bueno, adiós, Verónica.
Verónica.
Me sentí mal, doña Esperanza.
¿Qué tenés, mija?
Es que Lucía y Ángel acaban de salir.
Dicen que se van a los Estados Unidos.
¿Qué estás diciendo, niña?
¿Estás dormida?
No, le digo que se acaban de ir.
Dicen que se van a ir
a buscar a sus papás.
Lucía.
Ángel.
Ahí viene mi abuelita.
Apúrate, Ángel.
Que no nos alcance.
¡Ángel! Él. ¡Lucía!
Vengan para acá.
¿Qué les pasa?
No se vayan.
Abuelita, déjenos ir.
¿Pero por qué se van?
Ya no queremos ser una carga para usted.
Ustedes no son una carga.
Yo los quiero mucho.
Usted va a estar mejor sola.
Y nosotros queremos estar con nuestros
papás.
Vamos, Ángel. Lucía.
Ese viaje es muy peligroso.
Si les pasa algo, yo me muero.
No nos va a pasar nada.
Yo sé que hemos tenido problemas,
pero esta no es la solución.
Usted se enoja mucho por nuestra culpa.
Acuérdese que usted me
tuvo que ir a sacar del prostíbulo.
Y con todo lo que pasó
por lo del embarazo.
Las dos sufrimos mucho.
Yo sé que me enojo
y que hay muchas cosas que no entiendo
y no sé cómo hablarlas con ustedes.
Pero eso no quita el amor que les tengo.
Abuelita.
Nosotros también la queremos.
Entonces ayudémonos los tres.
¿Qué voy a hacer yo?
¿Si ustedes se van?
Ni toma
mi mano.
¡Papi!
Hola, princesa.
¿Todavía despierta?
Sí, pero ya es hora de dormir, mi amor.
Ya estoy ayudando a mami.
Hola, Canche.
¿Cómo te fue? Bien.
Un poco cansado.
Ahí hay café y pan.
Solo voy a acostar a Emma y regreso
contigo.
No, mami, todavía no tengo sueño.
Emma, ya es tarde. Hay que ir a dormir.
Yo quiero que juguemos en nuestra casa
nueva.
Mi amor.
Mañana voy a venir más temprano
para que juguemos.
¿Te parece?
Está bien.
Emma. Papi viene cansadito.
Vamos al 4.º y te leo un cuento así.
Vaya, mami.
Hasta mañana, papi. Hasta mañana, Emma.
Al fin se durmió.
No hay que dejar que se duerma tan tarde.
Sí, lo sé.
Es que según ella, me estaba ayudando
a terminar de sacar unos trastos.
Hizo un desorden.
Vaya que eran pocos.
Bueno, los pocos que no quiero.
Ya sabes quién
me pasa lo que me hizo mi papá.
Mi amor.
Yo sé que todo es muy difícil,
pero mirémoslo como una nueva oportunidad.
Pero es que no puedo creer
que nos haya echado de la casa.
Y de esa manera.
En eso tienes razón, Canche.
La verdad es que se pasó.
Jamás pensé que haría eso.
Para que termines de darte cuenta
de lo que es capaz tu papá.
Para él no hay límites.
Bueno, pero por ahora
ya no pensemos en eso, mi amor.
Pero como flaquita,
no puedo dejar de pensar en eso.
No solo en la casa, también en mi mamá.
Pues en la casa
vamos a encontrar la manera Canche.
Mira que encontramos este apartamentito.
Y al fin estamos solos,
aunque algo apretados.
Pero ya nadie nos va a molestar.
Ahora con tu mamá también
vamos a ver cómo la ayudamos.
¿Lo decís tan fácil?
Es que hay que ser optimistas,
ver el lado positivo de las cosas.
Lo bueno es que ya no tenés
que ir a la finca.
Ahora vas a dedicarte solo a tu trabajo.
Bueno, eso sí, ya ves.
Vamos a salir de ésta
como lo hemos hecho siempre.
Gracias por animarme, flaquita.
Tú también lo has hecho.
¿Y sabes otra cosa? ¿Qué?
Que ahora vamos a dormir juntitos.
Será porque sólo 1/4 hay.
Vaya que no me dijiste
que duerma en el sillón.
Lo pensé,
pero después dije No,
no voy a ser mala onda.
Gracias por considerarme. ¿Oíste?
Yo siempre caché
un mensaje diciendo que le contaste a ella
lo que pasó. Sí.
Saber qué cara me dio que
hasta se preocupó y le tuve que contar.
Y ya sabes cómo es.
Ella trató de animarme también.
Y al final me ayudó a tomar la decisión.
¿Decisión de qué? Adivinar.
Ay, Jefferson.
No sé.
Hoy te preparas para una sesión de fotos.
¿En serio? Sí.
Vamos a hacer la imagen de la campaña.
No lo puedo creer.
Jefferson ahorita me escribió ayer
confirmando que el miércoles
es la sesión de fotos.
Ay, qué nervios.
Y eso que te decidiste.
Pues como dijiste, la verdadera
por miedo que no me decidía.
Pero después de lo de ayer
me di cuenta que mi papá nunca va a estar
de acuerdo con lo que hago.
Pero ya no me importa.
Y como hay que llegar vestidos, digo yo.
Sí, hombre,
pero es como algún color en especial.
Eso lo vamos a definir
mañana con Michelle.
Pero busca el huipil más nuevo que tengas.
Hace más de un año que no compro,
pero ahí tengo unos que no he usado mucho.
Ahorita en diciembre te voy a comprar uno.
Vas a ver.
Sí, Pues así dijiste el año pasado.
Es que son caros, que conste.
También estaba pensando
en que fuéramos al centro de salud,
ya que a pedir información
sobre los métodos de planificación.
¿De veras? ¿Jefferson?
Ay, sí, me sorprendiste.
Pues lo único que hago es hacerte caso,
mi amor.
Después de cinco años, tampoco.
Pero de veras la quita.
No quiero que estemos preocupados por
cómo vamos a resolver las cosas.
Quiero que nuestra familia esté bien.
Que tú estés bien.
Toma mi mano.
Entérate más sobre. Toma mi mano.
El audio novela
y los recursos disponibles en Triple W.
Punto.
Toma mi mano, Punto F o síguenos en
Instagram y TikTok como toma mi mano VSA.
No te pierdas nuevos episodios
cada miércoles.
Escúchalas en Spotify, YouTube
y Apple Podcast.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.