Alex y Diego ya están en la pandilla de Gabriel, una situación peligrosa que solo parece empeorar. Crece el conflicto en la familia cuando Doña Olga vuelve con sus malos consejos y Doña Esperanza la escucha, una situación que deja a todos mal parados.
Es el momento de empezar de nuevo juntos.
Volver a nacer.
Toma mi mano.
Bueno, llegamos al centro de salud.
¿Donde será?
Preguntemos con alguna enfermera. Seño.
Buenas tardes.
Buenas tardes. Dígame. Disculpe.
La charla sobre planificación familiar.
¿Dónde es?
Es en el salón del fondo.
Ahí está la promotora de salud.
Muchas gracias.
Vamos, Canchita.
Buenas tardes.
Permiso.
Buenas tardes.
Pasen adelante, por favor.
Gracias. Mucho gusto.
Alejandra. Cuak para servirles.
Jefferson Orellana
y mi esposa, Andrea Shantanu.
Es una pena.
Creo que solo ustedes
van a estar en la charla.
Pero los felicito porque vienen en pareja.
No vienen muchas parejas.
La mayoría de las veces
vienen las mujeres solas.
Pero cuéntenme.
¿Ustedes conocen alguno
de los métodos de planificación familiar?
Este.
Hace unos meses
estuvimos en una charla en el ICS,
pero la verdad
no nos quedamos hasta el final.
Está bien.
Yo les voy a hablar de manera general
sobre los diferentes métodos,
pero si algo no queda claro de una vez
me lo dicen.
¿Les parece? Está bien.
Bueno, les cuento que hay
varios tipos de planificación.
Entre ellos están los modernos,
que son los que más se recomiendan
y los tradicionales.
Disculpe. ¿Y cuál es la diferencia
entre sus métodos?
Los métodos modernos previenen
más embarazos que los tradicionales.
Y ahorita les explico por qué.
Ay, perdón.
Les voy a pedir que pongan
en vibrador sus teléfonos, por favor.
Para que no interrumpan la charla.
Sí. Disculpe. No, no tenga pena.
Les doy un ejemplo.
Un método moderno. Es el implante.
Y es efectivo porque de 100 parejas,
una puede quedar embarazada.
Mientras que utilizando
los métodos tradicionales
27 de cada 100 parejas
pueden quedar embarazadas.
Es bastante la diferencia. Así es.
Pero siempre existe riesgo.
¿Qué tal si somos nosotros esa pareja?
Jefferson tiene razón.
Le puede pasar a cualquier pareja.
Pero a lo que vamos es que reduce bastante
la posibilidad de embarazos.
Licenciada.
Y aparte de ese implante,
hay otros métodos.
Claro que sí.
Existen otros métodos modernos,
como las píldoras,
las inyecciones mensuales y trimestrales.
También está el DIU, que
es el dispositivo intrauterino.
Todos son dispositivos
que se introducen a la mujer
y para el hombre está
el condón y el condón.
Es recomendable.
Hay dos aspectos relacionados
con el uso del condón.
Uno que para prevenir
enfermedades de transmisión sexual
es el único método por el momento.
Y el otro aspecto
es que para prevenir embarazos
no es tan efectivo
porque no siempre se usa como debe ser.
¿Cómo así?
Muchas veces no lo saben colocar.
Al destaparlo lo pueden romper.
Puede estar vencido y no se dan cuenta.
Lo llevan dentro de la billetera
y se arruina la gran.
¿Y entonces? Es muy útil.
Pero si se usa junto a otro
método, puede ser más efectivo.
Digamos que una pareja se decide
por las píldoras.
La mujer las debe tomar todos los días a
la misma hora para que cumplan su función.
Pero al mismo tiempo,
el hombre puede usar el condón.
Y a eso se le llama método combinado.
Pero usar cualquiera de esos métodos
puede causar alguna enfermedad.
Buena pregunta.
Siempre hay efectos,
como algún dolor de cabeza,
pero no producen cáncer
o cualquier enfermedad mayor.
El miedo de mucha gente es eso.
Pero todos los métodos son seguros.
Y en caso de esos dolores
que dijo que se puede hacer
tomar una pastilla para el dolor.
¿Solo eso? Sí.
En este folleto
se explica cada uno de los métodos
y se van a dar cuenta
que todos son confiables.
Muchas gracias.
Imagino que según el método también.
Así es el precio.
En hospitales privados, sí, pero también
hay organizaciones de ayuda social
que ofrecen estos servicios
a precios muy bajos.
Aquí, como en todos los servicios de salud
pública, no tienen costo.
¿En serio?
Eso mucha gente no lo sabe,
pero pueden acercarse y solicitar
estos métodos de planificación.
Y si no estuvieran disponibles
en el lugar,
deben buscar el próximo más cercano.
Es más, si no le prestan el servicio,
pueden hacer una denuncia.
Yo no lo sabía.
Ustedes pueden venir
cuando hayan tomado una decisión.
Y también deben saber
que cualquier método que elijan lo
pueden suspender
en el momento que deseen tener un hijo.
¿Y cuánto tiempo se tiene que esperar
para quedar embarazada?
Pues no tienen que esperar mucho más.
Si son jóvenes como ustedes.
Bueno, la verdad es que
mi esposo ha tenido algunas complicaciones
y costó bastante
cuando nació nuestra hija.
Con más razón
deben pensar en espaciar los embarazos
y decidir cuántos hijos quieren tener
y no solo por cuidar de su salud,
que es importante, sino también
por lograr los planes que tengan a futuro
como familia y de forma individual.
Y eso sí, licenciada.
Uno se puede operar
para no quedar embarazada.
¿Si esos son los métodos definitivos,
en el caso
que decidieran no tener más hijos,
qué operaciones son esas?
En el caso de la mujer
es la ligadura de trompas
y para el hombre es la vasectomía.
Y hay riesgos.
Siempre existen riesgos mínimos.
Habría que hacer algunos exámenes antes
para saber
el estado de la persona,
pero son operaciones seguras.
Bueno, en ese caso creo que tendría
que ser mi esposo quien se opere.
¿Que que?
Toma mi mano.
Ya viste que trancas.
Ya te peguemos panqueque.
¡Ah! Tuviste suerte hoy.
Vos, Alex,
Casi nunca me ganaste en este juego.
Pues desde ahora te voy a ganar siempre.
Ya vas a ver
mucha. Vamos a comernos unos trucos.
Yo no puedo.
Es que mi papá quiere que cargue
unas láminas del mercado a la casa.
No hay clavo panqueque. Órale, muchacha.
Nos platicamos al ratón.
¿Entonces qué?
Nos lanzamos por los jugos, Simón.
Yo tengo un hambre que vamos rápido
porque al rato
tenemos que seguir
la casaca en la rotonda.
Ya viste que te dije que no
nos iba a pasar nada
por andar con el Gabriel ahorita,
porque solo de bandera nos tienen.
A mí lo que me da algo de clavo
es cuando pasan los policías.
¿Simón Pero alguno te ha preguntado algo?
No solo pasan y ni coco me ponen.
Por eso hay que fijarse en todo.
Yo no me quiero echar mucho
color. González.
Mira, Diego, ahorita que estamos
empezando, vos todavía te puedes zafar.
Yo sí que no puedo salirme.
Acordate
que el Gabriel me tiene amenazado.
Si vos que ganas, imagínate le vaya
pasando algo a la Lucía.
Por eso me alejé de ella.
¿Y no sabrá
que ya estás en tranzas con el Gabriel?
¿No, Cómo vas a creer?
¿La Lucía no es babosa vos?
Yo sé que no, porque Don Cruz me contó
que fue a platicar con él.
Esa chava si te quiere vos,
prefiero caerle mala que por mi culpa
le pase algo malo a ella o a su familia,
porque aunque yo quisiera,
no podemos estar juntos.
Uy, qué romántico.
Pero tenés razón,
mientras menos la veas, mejor.
No vaya a ser que el diablo
los encuentre juntos.
Simón. Como ahorita que ahí viene.
¿Que onda muchá?
¿Dónde van? ¿Qué onda, diablo?
Vamos a comprar unos trucos
ahí a la vuelta.
¿Y vos de dónde venís?
Así que fui a ver al Judas, al tambo.
Debe ser difícil estar en la cárcel.
Va el Judas
es fuerte, pero yo necesito que salga ya.
¿Tan rápido se puede salir de la cárcel?
Pues recordá a Diego.
Nosotros nos cuidamos,
somos una familia y nos apoyamos
cuando alguno de nosotros cae en el bote.
Que buena onda, Diablo.
La movida
va a estar más fuerte en estos días.
Necesito que estén bien abusados.
¿Ah, y eso por qué?
Hay que hacer más billete
para sacar al Judas.
Así que pilas va. Está bueno.
Tomen estas varas
y vayan a comerse sus jugos.
Y luego se van a vigilar la rotonda.
Ahora nos chocamos al rato.
Bueno, bola de carnales.
Vamos, Alex.
Con lo que nos dejó tu hermano.
Podemos comer chicos toda la semana.
No sé vos. Ni lo conté.
Son buenas varas. Vos.
Mira, Alex, la policía para acá, el chavo.
Y le están registrando la mochila.
Hacete loco,
porque es peor que salgamos corriendo.
No es con nosotros el clavo a la gran.
Mirá todo lo que le encontraron.
Vos tranquilo, guarda el pisto.
Mira, ahí viene el comisario.
¿Qué tal, patojos?
¿Cómo está, jefe? Aquí, trabajando.
Los vi desde lejos
y me bajé a saludar a los futuros
campeones de la Liga Municipal.
¿Ah, sí?
Pues que buena onda.
Ya teníamos rato de no verte, Alex.
¿Qué te pasó?
¿Te lesionaste?
No, es que andaba enfermo.
Estaba enfermo. ¿Verdad, Diego?
Sí, muy enfermo.
Pero parece que ya te mejoraste.
Porque esos goles estuvieron de lujo.
Ah, gracias, jefe.
Lo que le digo a Don Cruz
es que Renacimiento Juniors
es un gran ejemplo para todo el pueblo
porque tiene puros patojos buenos y sanos.
¿Verdad que sí?
Bueno, patojos, sigan así y nos vemos
en la posada del centro comunitario.
Sí. Nos vemos.
Jefe José. Que le vaya bien.
A vos, Alex.
Yo pensé que ya nos venía a jalar.
No seas baboso.
No estábamos haciendo nada malo, Alex.
¿Y si la pensamos mejor
y ya no la seguimos con el diablo?
Yo no quiero irme a la cárcel
como el Judas.
Toma mi mano.
Ángel.
Abrí la puerta que estoy moviendo
la masa para los tamales. Voy.
Hola, doña Marta.
¿Qué tal, angelito? ¿Está tu abuelita?
Se fue al mercado a comprar
lo que le falta para los tamales.
Pero pase. Gracias, mijo.
¿Y ustedes haciendo la masa?
Sí, doña Marta ya va a estar lista.
Yo también tengo que ir al mercado
a comprar mis cosas.
¿Y cómo les ha ido?
No le ha contado a mi abuelita.
¿Contarme qué?
Nos queríamos ir con mis papás
para los Estados Unidos. Ah.
¿Y por qué dices nos queríamos?
Porque mi abuelita nos agarró cabal
cuando acabábamos de salir.
Ay, mis niños. Eso es muy peligroso.
¿Por qué lo iban a hacer?
Es que tantos problemas
por lo del supuesto embarazo.
Y después hasta se enfermó del enojo
que tuvo cuando pasó lo del prostíbulo.
Ya no queríamos que la abuelita sufriera.
Ustedes saben que doña Esperanza
los quiere mucho.
Sí, doña Marta, Por eso estamos aquí.
Qué bueno que no se fueron.
Muchos niños que quieren cruzar
a los Estados Unidos lo pasan muy mal.
Patojos.
Algunos desaparecen o mueren en el camino.
Yo sé que es peligroso, doña Marta,
pero es que ya no aguantaba
aquí en San Juan, Renacimiento.
Hay gente que lo desespera uno,
pero también hay personas que te apoyan
y en todos lados hay gente buena y mala.
Lucía. Yo le creo a doña Martha.
Pues yo me alegro mucho
de que su abuela los haya alcanzado.
Sus papás se fueron por necesidad
en otro momento.
Pero ustedes están más seguros
aquí con ella
que aventurándose
a ver cómo cruzan la frontera.
Yo tenía mucho miedo,
me imagino, Angelito.
Pero están aquí y eso es lo importante.
Ahora seguir echándole
ganas al estudio y al deporte.
¿Verdad? Sí, doña Marta.
Bueno, y ahora me voy al mercado
a ver si miro a su abuelita.
Nos vemos más tarde. Sito.
Doña Tencha.
¿Me da 5 £ de carne de cerdo
para hacer los tamalitos?
Ay, sí, Los tamales con carne de cerdo
son los que más nos gustan.
Pues a ver si me trae uno para probar.
Espero que sí, doña Tencha.
Es que ya me encargaron unos
y voy a aprovechar la venta.
Así que bueno, doña Esperanza.
Aquí está su carne y su ganancia.
Vaya, vaya, Quemándome la canilla. No.
¡Ay, doña Olga!
Usted solo vende carne de res.
Véngase un rato a mi puesto y me cuenta
si al fin decidió mandar a sus nietos
al norte. No, doña Olga.
Y no insista con eso.
Ay, yo lo hago solo por ayudarla
y que se evite problemas.
¿Problemas de qué?
Ya ve que Lucía
no deja en paz a mi Carlitos.
¿No será al revés? Claro que no.
Mi hijo, por educación, la considero
y se aguanta sus provocaciones.
Pero Lucía ya no sale con su hijo.
Eso le dirá a usted.
Pero su nieta siempre lo anda buscando.
¡Ay, doña Olga!
Yo ya estoy cansada de todo esto.
Usted no. Cansada.
Harta estoy. Esperanza.
¿Pero qué me queda?
Tengo que cuidar a mi hijito.
Y yo a mis nietos.
Pues un favor me haría usted
si manda a esos patojos lejos.
No tengo por qué hacerlo.
Entonces pídales que dejen de meter
en problemas a mi Carlitos.
Ya ve lo que pasó con su angelito.
Fue su hijo el que lo metió en problemas.
Él solo quería
ayudarlo a hacerse hombrecito.
Pues la verdad,
no necesitamos esa clase de ayuda.
Allá usted.
Yo cumplo con decirle la verdad.
Y a las pruebas me remito.
Así que no se asuste
cuando Lucía le resulte embarazada.
Igual que su amiga Verónica.
Este es un caso diferente.
Yo solo le digo que el que anda entre la
miel algo se le pega.
Buenos días. Eran buenos.
Doña Esperanza ya va para su casa.
Disculpe, doña Marta,
pero ella está hablando conmigo.
Es que doña Olga insiste en que mande a
mis nietos a Estados Unidos con sus papás,
que van a estar mejor allá.
Eso deben pensarlo y decidirlo
ustedes como familia.
Ay, por favor.
Esos niños son responsabilidad de Armando.
Que agarren sus zapatos y que se vayan.
Eso no es tan fácil, doña Olga.
Si es por dinero.
Ya le dije, Esperancita,
que se lo puedo prestar.
Doña Olga, Disculpe.
Ese es un tema muy delicado.
Y doña Esperanza
no puede actuar a la ligera.
Pero qué atrevida, Esperancita.
Yo quiero lo mejor para usted.
Mis intenciones son buenas.
Gracias, doña Olga,
Pero es mejor que me vaya.
Que tenga buen día.
Ay, pero se va a arrepentir, Esperancita.
Tarde o temprano va a necesitar dinero.
Y a ver quién se lo va a prestar.
Toma mi mano.
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