Don Cruz intenta convencer a Alex de que regrese al equipo, pero se entera de algo muy preocupante. Mientras tanto, Rogelio habla con Ángel sobre las dudas que le atormentan, en un momento que podría definir el rumbo de su vida.
Es el momento de empezar de nuevo juntos.
Volver a nacer.
Toma mi mano.
Pablo, Están tocando.
Ya voy, mamá.
Hola, Pablo.
Feliz año. ¿Qué tal, Pablo? ¿Cómo está?
Feliz año.
Bien, gracias.
Feliz año para ustedes
también. Hola, Emma.
Bueno, Anna, que este. Pasen adelante.
Voy por mi mamá. Gracias, Pablo.
Que conste que estoy aquí
solo porque es tu jefa.
Pero no se me ha olvidado
lo que pasó ayer con el sombrero.
Chau, flaquita. No sigas enojada.
Siéntense. Gracias, Pablito.
Ay, qué bonita música tienen.
A nosotros
nos gusta mucho la música navideña.
¿Qué tal?
¿Cómo están?
Bien, gracias. Y feliz año.
Feliz año y feliz año.
¿Y qué tal pasaron la Navidad?
Bien, gracias. Ahí, en nuestra nueva casa.
Qué bueno. ¿Y a ustedes cómo les fue?
Muy bien.
Nos reunimos con toda mi familia.
Estuvo tan
alegre que ya no quería regresarme.
Me imagino.
Si hubiera quedado una semana más. Hombre.
¿A lo que usted
no quieres ir a trabajar mañana?
¿Cómo crees?
Yo decía.
Para que compartiera más con su familia.
Sí, Pues yo también le dije eso,
pero no me hizo caso.
Ustedes como que se pusieran de acuerdo.
Por algo nos llevamos bien. Pablo Pues.
Pues sí.
Será mejor.
Ayúdame a preparar la mesa, por favor.
Vaya, Mamá quiere que le ayudemos en algo
y no tenga pena.
Andrea. Ustedes son mis invitados.
Pero podemos ayudar.
Bueno, ya que insisten.
Andrea, si quiere me acompaña a la cocina.
Sí, con gusto.
Ah, qué rico huele.
¿Qué está preparando?
Es algo muy tradicional. Désela.
Ya me dio hambre.
Espero que les guste.
Aunque mi mamá dice que
cuando hay hambre, todo sabe rico.
Ah, pero seguro que su comida sabe bien.
Gracias, Andrea. ¿En que la ayudo?
Pues ya solo estoy esperando
que termine de cocerse el arroz
y me falta hacer una ensalada.
Si quiere yo la preparo.
Ahí están los pepinos y los tomates.
Aquí encuentro
todo. Israel no se preocupe.
¿Y qué
tal les está yendo donde viven ahora?
Pues más o menos. Es muy pequeño.
No es tanto el espacio.
El lugar está bonito,
pero Jefferson no quiere estar ahí
porque es donde quiere estar
con sus papás.
¿En serio? Sí.
No se acostumbra estar sin ellos.
Debe ser difícil para él. Dele tiempo.
Tal vez Israel.
Yo también lo viví cuando me
separé de mi familia.
Pero lo superé.
Y no sé por qué. A él le cuesta mucho.
A pesar de que su papá
nos echó de su casa.
Y eso no fue todo. ¿Por qué lo dice?
No ve, pues que el 24 llegó ahí
con nosotros para hacer un gran relajo.
No puede ser.
Ese señor no conoce límites.
¿Y como no le abrimos la puerta?
No. Mira que empezó a disparar al aire.
¿Qué?
No le puedo creer que peligroso. Andrea.
Si mi tiempo de llamar a la policía
me dio.
Uy, qué miedo.
Así es como pasan los accidentes
con las balas perdidas.
Ni pensarlo. Es bueno.
Y si no es porque llegan los hermanos
de Jefferson que se los llevaron.
Hubiera terminado en tragedia.
Lo bueno es que no pasó nada grave.
Y todavía el sábado, Jefferson quería
comprarle un sombrero a este Jefferson.
Entiendo que quiera a su papá,
pero tiene que abrir los ojos
y ver que su familia son ustedes.
Es lo que yo pienso.
¿Pero cómo le hago entender eso
a Jefferson?
La separación es difícil, Andrea.
Pero juntos lo van a superar.
Disculpe que le cuente todo esto.
No tenga pena. Al contrario.
Yo los aprecio y quiero que estén bien.
Gracias.
Yo necesitaba hablar con alguien.
Pues le agradezco la confianza.
Y ya verá, Andrea,
que las cosas se van a resolver.
Solo dele tiempo.
Toma mi mano.
Pues, Alex, descansemos un cacho.
Ya está algo oscuro.
Y aquí en el campo ni los hay todavía.
¿Que ya te vas?
Ambos. ¿Para qué diablos, Diego?
Es que tengo que ir a hacer
unos mandados, mano.
Pero acordate que dijimos
que íbamos a entrenar toda la tarde.
Va pasarte la bola pues.
Pero solo un rato más.
Ay, sí, me cansé de vos.
¿Y qué mandados tenés que hacer?
Cosas de mi viejo.
Ya sabes cómo es mi papá.
Al menos tenés papá.
Bueno, Polo. Pero ahí está.
No sé qué es peor.
Vos tenés a tu papá, aunque chingue mucho.
Y yo, mi papá.
Mi mamá.
Pero tenés al Gabriel. Ajá.
No me molestes vos.
Bueno, hoy sí me tengo que ir
porque también me
tengo que tomar fotos para la inscripción
en el instituto.
Yo también quiero regresar a estudiar,
pero no creo que el Gabriel me deje.
De repente cambia de opinión. ¿Quién sabe?
Todavía hay tiempo. Eso sí.
Bueno, hoy sí me voy.
Ándate a la vez
y pues nos acercamos al ratón.
¿Qué tal, Don Cruz?
¿Que hace por el campo a esta hora?
Voy para la casa.
Acabo de salir de una reunión.
Y vos aquí pasando el tiempo, profe.
Venite a los entrenos del equipo, hombre.
Ahora estamos juntándonos los martes.
Ya le dije que no me interesa
seguir en el equipo, Don Cruz.
No me des casaca patojo.
A vos te encanta el fútbol,
pero las cosas no son como antes.
Ajá. ¿Y eso por qué?
Don Cruz.
Qué bueno que lo encuentro. Dígame, Noé.
¿Qué hay de nuevo?
¿Cómo va lo de la pavimentación del barrio
El Calvario?
Cabal para eso necesitamos de su ayuda.
¿Para qué soy bueno?
Hoy llegan a descargar los materiales
y queremos que usted supervise.
¿Nos hace la campaña?
Sí, por supuesto.
Que alegre que ya van a empezar
los trabajos de asfaltado.
Viera que la gente ya está apuntada
para ayudar con la mano de obra.
Hasta hicimos tres turnos de trabajo.
Es que solo así
se pueden hacer las cosas en la comunidad.
No se preocupe, Noé. Al rato les llego.
Allí nos vemos entonces.
Ah, y dale mis saludos a doña Betty.
¿Profe, usted no se cansa
de estar ayudando a la gente?
Siempre que se pueda.
Hay que ayudar a la comunidad, Alex.
Pero la gente no lo agradece.
No lo hago para que me agradezcan.
Lo hago porque al ayudar,
nos ayudamos todos. Mmm.
Si usted lo dice.
Bueno, pues, Alex,
Entonces estamos para el martes.
Que hay el martes.
No te hagas el loco.
El entreno con el equipo A la profe.
Usted si que es necio.
Nada de pretextos, Patojo.
¿Quién es el goleador de la liga?
Pues. ¿Ah, pues quién más?
Este es el mero gallo.
Pues fíjate que hay un patojo de
San Jacinto que casi te alcanza.
¿Quién será ese que le dicen el frijol?
En un par de partidos
seguro que te alcanza.
No le creo. Así es.
Pero mantendrías el récord
siempre y cuando sigas jugando.
Ya lo caché, profe.
¿Usted me está diciendo todo esto
para que regrese al equipo? No.
¿Cómo vas a creer?
Yo solo te digo la verdad.
Estás perdiendo todo lo que has
logrado, Alex.
Ya le dije,
no quiero saber nada del equipo.
Se las llevan de cracks.
Y la verdad, no saben jugar.
Pues ya es un hecho que somos
los campeones de la Liga Municipal.
Vos sabes
que muchos lo debemos a tus goles.
Y el otro año
vamos a competir en la departamental.
Es otro nivel.
Ojalá en la departamental.
No sé, don Cruz.
Además, te tengo otra noticia que será.
Hace tres días me llamó Memín Funes.
Me dijo que en enero podrías empezar
ya a entrenar en su escuela de fútbol.
Pero yo no tengo dinero
para pagar una escuela de esas.
Alex, la beca es completa.
Podés ir sin pagar un centavo.
La verdad, Cómo me gustaría ir.
Pues no lo pienses tanto.
Ándate a cumplir tus sueños.
Me tendría que ir a vivir a la capital.
¿Verdad? Así es.
No creo que el Gabriel me deje hacer eso.
Y menos ahora que. ¿Que qué? ¿Alex?
Vos ya estás metido
en la pandilla con Gabriel.
Toma mi mano.
¿Quieren chocolate o café?
Yo quiero chocolate para mi cafecito.
¿Y los nietos?
Terminándose de cambiar.
Poniéndose el estreno.
¿Qué es la emoción
de recibir el Año Nuevo con ropa nueva?
Doña Marta. Rogelio.
Que bueno que vinieron.
Hola, Lucía.
Aquí. Contentos de recibir con ustedes
el año Nuevo.
Y Verónica
está dormida con esa panza que tiene.
Se siente muy cansada.
Hola. Hola.
Ya viene el que faltaba.
¡Pero qué niño tan guapo!
Mira, Ángel, aquí traje atronadores
el de pitos, volcanes.
Y estos que dicen que zumban
y tiran luces.
Hala, Qué buena onda, Rogelio.
Vamos a quemarlos.
Los quemamos todos.
Yo digo que dejemos unas luces
para las 12.
Ah, está bueno.
¿Ah, Están chilero estos?
La verdad que sí.
¿Y contame cómo te fue este año?
Mmm, yo creo que bien.
Salió un poco raspado en la escuela,
pero bien.
Y como estuve jugando pelota
me enfermé menos.
Solo eso.
¡Ah! ¿Te acordás
que hasta hicimos un mural?
Ah, me acuerdo que quedó chilero.
Buen mensaje.
¿Era sobre el respeto, verdad?
Sí, el respeto a los demás.
El respeto a las mujeres y a la comunidad
humana.
Qué vida
tan agitada para alguien de 12 años.
No le digas a nadie.
Pero lo más agitado fue cuando mi abuelita
me sacó del crisantemo dorado.
Sí, algo escuché.
¿Y qué pasó?
Ah, mi abuelita me dio una regañada.
Es que ese lugar
no es para alguien como vos.
Pero Carlos me dijo que en ese lugar
iba a empezar a hacerme hombre.
Ángel, vos sos hombre.
Y eso de tener una relación sexual
a tu edad no te hace más hombre.
Pero algunos de mis compañeros de clase
me dicen que eso es bueno.
Mira, Ángel,
cuando estamos creciendo
y entramos a la adolescencia,
hay muchas presiones
de parte de los cuates
y no todo lo que te dicen es bueno.
¿Pero por qué?
Porque la información que recibes
de tus amigos no siempre es la correcta.
¿Ah, pero decime, vos
no pensaste en sexo cuando tenés mi edad?
Mira, te voy a contar en confianza.
A los 14 años tuve una novia.
Ella tenía 16.
Yo sentía
que estaba muy enamorado de ella.
Yo tengo 12.
Sí, esa es la edad en la que empezás a ver
de una manera diferente a las patojas.
¿Y ella estaba enamorada de vos? Mucho.
Casi solo pensábamos en estar juntos
todo el día.
Eso sí, no me ha pasado para que veas.
Es un sentimiento
que no has experimentado.
Pero como te digo,
era tanto el enamoramiento que sentíamos
que tuvimos relaciones sexuales.
Entonces sí se puede.
De que se puede, Se puede.
Pero después nos entró miedo.
¿Miedo de qué?
De que ella podía estar embarazada
porque no usamos protección.
Y tuvo un retraso.
¿Y qué pasó?
Fue una falsa alarma.
¿Pero te imaginas el susto?
Yo hubiera sido papá a los 14 años
y ella mamá a los 16.
Entonces entendimos que debíamos esperar.
¿Cuánto esperaron?
Ya no esperamos.
¿Por qué?
Porque los dos nos dimos cuenta
que solo era una ilusión.
No estábamos enamorados y terminamos.
Pero un montón.
Lo hace solo para sentirse bien.
¿Por eso van a los prostíbulos? No.
Ahí no tenés compromiso de nada.
Así piensan muchas personas.
Pero una relación sexual
es para compartir tu intimidad,
que es muy valiosa
con alguien que realmente ames a la.
Tanto así.
Pero muchos hombres buscan a las mujeres
solo para tener sexo.
Cierto.
Pero yo no creo que vos querrás
ser de ese tipo de hombre.
Además, para todo hay tiempo, Ángel.
Y por ahora, todavía no es tu tiempo.
¿Por qué será que pensás
igual que mi abuelita,
que a veces dice que el sexo es malo
y sucio?
No, para nada.
El sexo no es ni malo ni sucio,
pero experimentarlo a tu edad
te va a complicar la vida
porque no estás listo.
Y no quiero que te quedes
con la idea de que no lo vas a hacer.
Pero cuando llegue ese momento tenés
que estar preparado y ser responsable,
cuidarte vos
y a esa persona con quien estés.
Yo pensé que todos esos problemas
eran solo de las mujeres.
Pues ya ves
que no es una responsabilidad compartida.
Pero deja de preocuparte por eso.
Ahorita tenés más cosas que hacer,
como ir a la escuela, hacer deporte,
divertirte. Ay, sí, ya lo entendí mejor.
Y ya sabes, cuando tengas dudas,
podemos platicar.
No hay pena.
Rogelio. Ángel.
Entérense, Ya vamos a comer.
Me siento muy contenta
de celebrar con mis nietos
y nuestras amistades.
Les deseo feliz Año Nuevo.
Feliz Año Nuevo, Lucía.
Feliz Año Nuevo, Abuelita.
Hermanita.
¡Feliz Año Nuevo!
Me alegro muchísimo.
Toma mi mano.
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