Carlos le miente a Lucía, intentando que regrese con él, jugando con sus sentimientos. Por otro lado, Ruth queda impactada al escuchar la manera en que Silvia habla de Rogelio, revelando sus verdaderos sentimientos. Alex cumple órdenes del Diablo y pone en jaque la vida de Don Cruz.
Es el momento de empezar de nuevo juntos.
Volver a nacer.
Toma mi mano.
Mira a mi hijo.
Quiero hablar contigo un ratito.
Lo que te quiero decir es importante.
Después seguís viendo la tele.
Ahora que dice No, mi hijo no es eso.
Ah, bueno.
Solo quiero saber cómo te sentiste
platicando con Rogelio.
Abuelita,
le juro que yo no empecé a hablar de sexo.
Fue Rogelio el que empezó.
No me regañe, por favor.
Yo sé que fue Rogelio el que empezó.
¿De veras? Sí, angelito.
Yo creo que es bueno que platiques con él
porque puede escucharte
y aclarar tus dudas.
Además,
es un muchacho respetuoso y sensato.
Como. Así
que no todos piensan como Carlos.
Ah, eso sí, Rogelio piensa muy diferente.
¿Y ahora qué piensas?
Que para todo hay un momento
y debo hacer lo que es mejor para mí
No hacer las cosas solo porque los demás
me digan que lo haga.
Así es mi hijo
y que una relación sexual no es algo así
nada más que primero
es una responsabilidad con uno mismo.
Mira qué interesante.
Y también me dijo que el sexo no es malo
ni sucio, pero soy yo el que debe decidir
cuándo y con quién.
Además que todavía no estoy en edad
para llevar esa responsabilidad.
Y Rogelio dice que cuando yo quiera
podemos seguir con esa plática.
Sí, angelito, estoy de acuerdo con eso.
Me parece bien.
Hay que hablar de esos temas.
¿Lucía mija, Qué te pasó?
¿Por qué tenés esa cara?
No es nada, abuelita.
Creo que me va a dar gripe.
Me voy a recostar.
Bueno, mijita, descansa.
En un rato te voy a llevar una limonada
bien calientita.
Gracias, abuelita.
¿Qué pasó, Lucía?
¿No vas a contestar?
No, ya se perdió la llamada.
Voy a contestar afuera.
Lucía, no me digas que es Carlos.
No te preocupes, Vero.
¿Qué pasó?
¿Carlos
Porque le contestas así a tu pimpollo?
Mira, Carlos, mi abuelita
ya no quiere que te vuelva a ver.
No me hagas esto.
Mira que no estoy ni para Navidad
ni por Año Nuevo.
Ya no, Carlos. ¿Sabes qué?
Solo deja que te mire esta última vez.
Pero mi abuelita se va a enojar.
Venite al parque.
Ana. ¿Si?
No seas malita. Vaya, solo esta vez.
¡Carlos!
¿A dónde vas?
Voy con los cuates a platicar un rato.
A mí no me engañas, muchachito.
Hala, mamá.
¿Vas a empezar otra vez?
¿Ya te llamó la patoja esa, verdad?
Mejor me voy. No tengo ganas de pelear.
Pero qué necedad de la Lucía
de estar sacándote.
Ahí vengo.
Mi Luci.
Como me hacía falta verte.
Vení, que tenemos pendiente
el abrazo de Navidad y Año nuevo.
Te quiero dar un abrazote.
Yo vine a platicar. ¿Eso querías, no?
No te hagas la difícil.
Vos sabes que yo te quiero.
Vine porque sabía
que no ibas a dejar de estar llamando,
pero mi vida, tenés los ojitos hinchados.
Estuviste llorando, mi amor.
¿Tus lágrimas son por mí, verdad?
No te creas tanto, Carlos.
No seas orgullosa, Lucía.
Perdóname por todo lo que ha pasado.
Yo sé que te he dicho cosas feas.
También has hecho cosas feas.
Y no solo a mí. Tenés razón.
Pero yo te necesito.
Quiero que regreses conmigo.
Mira que no duermo por pensar en vos.
Ya me cansé de lo mismo.
Carlos, vos no me respetas.
Ni a mí, ni a mi hermano,
ni a Verónica, ni Lucy.
No me hagas esto,
Carlos. Ya no me molestes.
De veras. Te prometo que voy a cambiar.
Lo veo difícil.
Además,
no quiero tener más problemas con tu mamá
ni que mi abuela me siga regañando.
No te preocupes.
Yo hablo con ellas.
No voy a dejar que nadie te moleste.
Y si no cumplís,
vas a ver que no te voy a fallar.
Vos sos todo para mí.
Entonces no hables otra vez.
Sí, Carlos.
Está bien.
Toma mi mano.
Bueno, quiero
bien limpio aquí cuando regrese.
Saben que el polvo me da alergia.
Tampoco quiero trastes sucios en la pila.
Ahí. No se les olvide servirle
la comida a su tío cuando regrese.
Y ahora también salís los domingos. Mamá.
Voy a traer unas cosas del mercado.
Y para ir al mercado, te pones el vestido
que estás para fiestas.
Sí que tiene.
Nada.
Ya se lo decía mamá.
En la tarde voy a salir a visitar a Jenny.
Ojalá que no estés buscando otra vez
a ese Rogelio.
Rogelio y yo ya no somos novios.
Eso espero.
Búscate a alguien que tenga pisto.
Que viva bien y nos saque de penas.
No estoy para pensar en eso.
Ese es tu problema.
Mira. Por no pensar en nuestro futuro.
¿Te fijaste en un muerto de hambre
como Rogelio?
Bueno, ya me voy, que se me hace tarde.
No cierres la puerta, mamá.
Me voy a quedar un rato afuera.
¿Y eso?
Quiero ver si pasan mis amigos
que vienen del campo.
Pero no te estés mucho tiempo.
Acordate que tenés que hacer.
¿En un ratito me entro
y Eric?
Eric, vení.
¿Qué onda, Silvia?
Contame como estuvo el partido.
Estuvo bueno.
¿Y vos por qué no fuiste al campo?
Pues no tenía con quién ir.
Y no me dejan ir sola.
Te lo perdiste.
Estuvo bien, chileno. Ganaron.
Lo perdieron.
Bien. Es que por poco y perdemos.
¿Y contra quién jugaron?
Fue un amistoso
contra el Deportivo de Mixco.
Porque el Renacimiento Juniors
va a empezar el próximo año
en la Liga Departamental, a la que
buena onda.
¿Y ustedes jugaron?
Todavía no, pero don Cruz
logró juntar suficientes equipos
para empezar una liga sub15.
Y en un mes empezamos.
Espero poder verlos jugar.
Ah, y además tenemos un nuevo jugador
que vino de la capital.
¿Está entrenando con nosotros? Sí.
¿Y cómo se llama?
Pablo dice que es el hijo
de la jefa de Jefferson.
Ah, bueno, a ver. Cuando lo conozco.
¿De qué hablan ustedes?
Del partido que nos perdimos
porque alguien no quiso llevarme.
Ya ves. ¿Y quién ganó el Renacimiento?
¿Juniors? Pues. ¿Quién más?
Ah, qué bueno.
Íbamos empatados y ya casi al final,
el capitán metió el último gol.
Jefferson es buen capitán.
Jefferson ya no es el capitán.
¿Y ahora quién es?
Ahora es Rogelio.
¿En serio? Rogelio es uno de los mejores.
Me alegro por el equipo.
Nos vemos, Eric. Silvia, cuando se vaya.
Eric, por favor.
Te entras.
No te vayas a quedar sola en la
calle. Vaya.
¿Por qué se puso así tu hermana?
No sé.
Solo menciona Rogelio. Se fue.
No es su novio.
Pues ya no son nada.
Cortaron. ¡Híjole!
Entonces metí la pata.
No te preocupes por eso.
Bueno, pues ya me voy a entrar.
Está haciendo algo de frío. Nos vemos.
Ruth.
¿Dónde estás?
Aquí estoy en la cocina.
¿Qué te pasa?
¿Estás llorando por Rogelio?
No, es que me duele la cabeza.
Ya basta.
Qué mentira. En serio, No te hagas.
Vos estás así porque escuchaste
lo que dijo el Eric de Rogelio.
Deja de molestar.
¿Lo querés verdad, Ruth? Sí.
¿Y entonces por qué lo cortaste?
Es que es mejor así.
Bueno, que a mi mamá
nunca le ha caído bien Rogelio.
Hasta se me hizo raro
que los dejara ser novios.
Sí, pero ya no
va a tener de qué preocuparse.
La verdad,
yo no estoy preparada para tener novio.
Mmm.
Tal vez fue lo mejor. ¿Por qué lo decís?
Porque él no vale nada.
Como dice mi mamá,
el Rogelio es un muerto de hambre.
No digas eso, Silvia.
Olvídalo entonces y sigamos como antes.
Como solo las dos. Como hermanas.
Somos hermanas. Silvia.
Ah, pero cuando estabas con Rogelio,
te olvidaste de mí.
¿No es cierto?
Bien, acordate que estabas como loca.
Hasta rompiste el vestido
que me dio el tío Tono.
Ya te pedí perdón por eso.
Y no tiene que ver con
que fuera novia de Rogelio.
Pues como dice mi tío,
a lo mejor lo único que estaba haciendo
Rogelio era separarnos.
¿No es así?
Yo lo único que sé
es que ahora con mi mamá y el tío Tono,
nuestra familia está unida
y no necesitamos a nadie más.
Y menos a Rogelio.
Toma mi mano.
¿Estás seguro de eso, Gabriel?
¿Y si no lo hago?
Si no lo haces.
Ya sabes lo que le pasa a tu Lucía.
¿Ya vas con eso otra vez? ¿Manu?
Ya te dije que estoy con ustedes.
Yo no te veo. Vivo con nosotros.
Te lo juro, Gabriel.
Tienes que ser igual de cabrón que yo.
Está bueno. ¿Qué hago? Vení.
Tomaste mate con clavos
y te digo cómo está la movida.
Bueno, después de la última
votación este año
yo estaré como secretario.
Y la presidenta
de los vendedores del mercado es
doña Tencha.
Gracias, don Cruz.
Y también esta reunión
es para hablarles de varios temas.
De seguro nos van a pedir más pisto.
¿O me equivoco?
No, doña Olga.
La mensualidad se paga
como siempre, a la municipalidad.
Eso es lo que dicen.
Pero luego le sacan más pisto a uno.
Pero el tema de esta reunión
son las extorsiones que hemos sufrido
todos los puestos del mercado.
Es un tema delicado, así
que esperemos que entre
todos pensemos en soluciones a esta
problemática.
Si me permiten la palabra,
yo no quería contar nada porque da miedo.
Pero me han pedido el doble de dinero
para este mes.
Ah, y si a mí también
son unos desgraciados.
Yo siento que ya no puedo más
con esa carga.
Creo que voy a cerrar mi venta
por un tiempo.
Ustedes vamos de mal en peor.
Y el famoso Comité
de seguridad del Mercado no hace nada.
¿Verdad, Don Cruz?
¿Por qué no están resolviendo el asunto?
Dígame.
Con todo respeto, doña Olga,
hasta ahora hemos implementado
todas las acciones
que acordamos en la reunión anterior.
Ay, sí.
Pero ni la radio interna del mercado
ni las visitas de la policía
han servido para anunciar
lo que están haciendo.
Las opuestas.
La policía hace todo lo que se puede,
pero son pocos agentes
para un pueblo tan grande como éste.
Pretextos quiere la vida.
Tenemos que exigirles
que estén permanentemente en el mercado.
Díganle a ese comisario
que se ponga las pilas.
Ya saben lo que le pasó al pobre de
don Goyo.
Y todo por resistirse a la extorsión.
¿Qué quieren?
Que todos estemos en el hospital.
Medio moribundos.
No peleemos, por favor.
Me parece bien que doña Olga
plantee sus inconformidades y sus temores.
Todos tenemos derecho a hacerlo.
Yo no tengo miedo, Don Cruz.
Enojada
estoy yo solo lo veo ocupado con ese.
Su centro comunitario y el equipito
ese de fútbol.
Pero no veo que haga nada
por la seguridad para el mercado.
Todos esos esfuerzos con los jóvenes darán
su fruto, pero no ahorita, Doña Olga.
Hay que tener paciencia.
Necesitamos soluciones.
Ya no para saber dentro de cuánto.
Don Goyo está todavía muy grave
en el hospital.
Si el pobre viejito se muere,
su sangre va a pesar
sobre la conciencia del comité
que no hizo nada.
Sí, tienen razón.
La seguridad tiene que ser responsabilidad
de todos.
Así es, doña Tencha.
Un ataque como el que sufrió Goyo
no debe volver a pasar.
Tenemos que pensar en alguna acción
que funcione para evitar la violencia.
Podemos organizar rondas de seguridad
y estar armados con palos para
cuando intenten golpear a alguien más.
¿Cómo se le ocurre?
Si nosotros usamos palos,
esos van a traer pistolas.
La violencia no es la solución.
Debemos tener una mejor
y más rápida comunicación con la policía.
Miren, pues lo que le pasó a Goyo
fue porque nadie se metió a defender
lo que mató.
Si tenemos que unirnos, como dicen.
La Unión hace la fuerza.
No digo pues son ustedes unos inútiles.
Nada bueno han propuesto.
Mire, doña Olga, si no quiere colaborar,
mejor váyase.
Más ayuda el que no estorba.
Con esta solo le dan un cargo
y ya se siente la dueña del mercado.
No es eso.
Pero no he escuchado ninguna idea suya.
Pues aunque no de ideas,
tengo derecho a estar aquí.
Y que doña diga todas y nunca proponen.
Por favor,
señores, Señoras, Orden, por favor.
Mejor nos tranquilizamos
y nos reunimos mañana.
Como si hubieran
entendido todo.
Por la cruz del Calvario.
¿Qué fue eso?
¿Qué está pasando?
Es en el parqueo.
Vamos a ver.
Hola, Don Cruz.
Es su carro.
Le están
quebrando todos los litros de su carro.
Aunque tenga la cara tapada, a mí
se me hace que es el Alex.
No puede ser él.
Alex.
¡Alex!
Toma mi mano.
Entérate más sobre. Toma mi mano.
El audio novela
y los recursos disponibles en Triple W.
Punto. Toma mi mano.
Punto F.
O síguenos en Instagram y TikTok
como toma mi mano U.S.A.
No te pierdas nuevos episodios
Cada miércoles
escucharás en Spotify, YouTube
y Apple Podcast.
Este proyecto fue desarrollado
por Population Media Center.