Toma Mi Mano USA

Episodio 89: Irrevocable decisión

Episode Summary

Gabriel está satisfecho con Alex quien ha superado la prueba que lo convierte oficialmente en parte de la pandilla. Mientras tanto, Rogelio busca a Ruth en su trabajo para hablar con ella, pero se encuentra con una enorme sorpresa.

Episode Transcription

Es el momento de empezar de nuevo juntos.

Volver a nacer.

Toma mi mano.

La semana del 12 de marzo,

un bueno, un cruce.

Usted dice que no vio al muchacho

que le quebró los vidrios de su carro.

Entonces.

No, en verdad fui muy rápido.

No le vi la cara.

La tenía tapada.

Además, no se robaron nada.

Estos son daños y perjuicios

a la propiedad privada, Don Cruz.

Y quien lo hizo

debe atenerse a las consecuencias.

Sí, entiendo, comisario.

A ver, a ver, a ver.

La gente está diciendo que fue Alex

Ramos el del Renacimiento Junior.

Ya sabe cómo es la gente.

Pudo haber sido cualquier patojo.

Entonces no va a poner la denuncia.

¿Pero a quién

voy a denunciar? A Don Cruz.

Recuerde que la primera acción

contra la delincuencia es la denuncia.

Apúrate vos, Diego.

Tranquilo, hombre.

Ya estamos llegando.

Será.

¿Qué será que me reconocieron vos en él?

Si llevabas tapada la cara.

Deja de estar.

Son matando tu espalda. Vos, Alex.

¿Por qué no abrís rápido? Pues.

Estaba en el baño.

¿Cómo querías que te abriera?

Aléjense adentro.

Mejor Mucha.

¿Y qué onda?

Pues. Nos está siguiendo la jura Miguel.

El Alex que zampa la gran carrera.

Como que si hubiera matado a alguien.

¿De veras, carnal?

Ni modo que me iba a quedar ahí parado.

¿Entonces qué?

¿Le quebraste todos los vidrios?

Creo que sí.

No le quedó ni un solo vidrio.

Bueno.

Me llegas, Alex.

Ese es mi carnalito.

Ah, ya, Gabriel.

Qué felicitándote estoy, hombre.

Vamos a celebrar que pasaste la prueba.

Vos, Diego, traete las chelas.

¿Dónde están? En la refri, digo yo.

¡Apúrate!

Yo no voy a tomar.

Gabriel.

No me vengas con babosadas vos, Alex.

Aquí solo chelas y guaro.

Tomamos un par de

pruebas más y van a estar listos.

Muchas.

Llegan las chelas.

Y solo tres.

Una para cada uno.

Tráete la caja, hombre.

Voy a ir yo y vos no vas a traer nada.

Deja que el Diego vaya. Voy.

Vos sos mi carnal, Alex.

Tenés que aprender a mandar.

El único que te puede dar órdenes

aquí soy yo.

¿Quién será?

La policía.

Tranquilo, No te mueves.

La policía no viene hasta aquí.

Será Gabriel. Simón, hombre. Abrí.

Alguien de la banda Debe ser.

Ojalá.

Que pumas al éxito.

¿Y vos qué onda, Judas?

Ahí, saliendo del bote.

Está el diablo, Simón. Ahí está.

Buena onda ese.

Judas.

Apareciste, compadre.

Vivito y coleando.

Me llegas.

Sirvió el pisto que solté.

Aquí está la caja de chelas.

¿Que onda?

Es mi fiesta de bienvenida. Nel Judas.

Estamos celebrando que mi carnal ya pasó

la primera prueba.

Derecho a huevo.

Bien. Al éxito.

¿Y qué lo pusiste a hacer?

A cobrar. Visto.

Nel. Alex con el jugo

a lo que acabas de hacer.

Le quebré los vidrios

al carro de Don Cruz.

Te lo hubieras quebrado a él de una vez.

Tranquilo, Judas.

Solo fue una advertencia.

Eso lo dejamos para después.

Ahorita celebremos.

Diego, tráete otra caja

porque esta no va a alcanzar y te apurar.

Venite, Alex.

Agarra una tutela.

¿Y con qué

le quebraste los vidrios, Alfonsito?

¿Con un bate

y el bate?

Lo dejé tirado cuando salí corriendo.

A pata Lo mandaste Diablo.

Simón, este es bien cabrón para correr.

Pues con el equipito también

corrías bastante.

¿Verdad? ¿Ese?

Con el Renacimiento Junior.

Pero ahora vas a jugar con nosotros, Alex.

Y aprovechando que ya está el Judas,

vamos por el otro brete.

¿Cómo así?

Vamos a darnos unas buenas chivas

a Chela, que yo no estoy listo para eso.

Gabriel.

No te me espantes, Alex.

Con lo que hiciste hoy

ya demostraste que sos capaz de todo.

Como tu hermano el diablo.

Pero todavía me están temblando

las manos de los nervios.

Vos eso con un par de chelas se te pasa.

Además, no te estoy preguntando.

Vos hacés lo que yo diga.

Y de que jalas con nosotros

la chela Galaz.

Mano.

Toma mi mano.

A la Hoy

ni la puerta tiene ganas de trabajar.

El que no quiere trabajar hoy es usted.

Jefferson.

Es que siempre, a principio de año,

cuesta agarrar ritmo.

En eso tiene razón.

Pero nosotros desde hoy,

tenemos que estar animados.

Si usted lo dice, claro.

Esta semana arrancamos

con la campaña de planificación.

¿Hoy?

Pues fíjese que eso es lo que me preocupa.

¿Y por qué?

¿Si ya todo está listo?

Sí, pero es por las vallas

que se van a poner en el pueblo.

A usted lo que quiere decir es

que todos lo van a ver.

Cabal Jefferson.

Feliz debería estar.

Pues la verdad, no veo por qué.

Igual ya no se puede hacer nada.

Ya no piense en eso.

Mire, hoy vienen las personas que contraté

para la instalación de la publicidad.

Necesito que hagamos un

listado de los puestos del personal

que se contratará en la nueva sucursal.

Bueno, voy a traer mi agenda.

Entonces vamos a ver.

Son diez personas las que

tenemos que contratar en esta semana.

Lo bueno es

que ya tiene algunos seleccionados

para la mayoría de los puestos.

Pero todavía no tengo a nadie

para que sea mi asistente.

Sí, pero para esa plaza

vinieron como cinco hojas de vida.

Sí, pero ninguna me termina de convencer.

Para ese puesto

no conozco a alguien que pueda ocuparlo.

Lástima.

Lo que voy a hacer es pedirle a Mariana

que se venga por unas semanas.

Pues no sería mala idea.

Y de paso, que venga a capacitar

a quien se quede con la plaza.

Esa es la idea.

No puedo estar más tiempo

sin alguien que me ayude.

Y este mes

la gerencia ya quiere resultados.

¿Definieron alguna meta?

Sí. Para finales de enero, Tec

debe tener diez clientes.

Ah, pero tienen que ser negocios grandes.

No pueden ser pequeños.

La gerencia

lo que quiere es que haya más movimiento.

El año pasado

solo logramos trabajar con Exam.

Bueno, pero el año pasado, Hace un mes,

acabamos de arrancar,

así que tocará salir

a buscar nuevos clientes.

Así es, Jefferson.

Y con las buenas relaciones públicas

que se tiene, vamos a llegar a la meta.

Eso espero.

Ya va a ver que sí. Lo vamos a intentar.

Acuérdese que usted podría quedarse

como representante de esta sucursal.

Imagino que es una de sus metas

para este año.

La verdad, ni he pensado en mis objetivos.

No puede ser al menos una meta.

Debe tener presente. Ay, no sé.

Tal vez reconciliarme con mi familia,

con Andrea o con su papá.

Este.

Pues con Andrea estamos bien.

No se confíe mucho, Jefferson.

¿Por qué me dice eso?

Creo que debe tener en cuenta que no solo

usted le afecta lo que pasa con su papá.

¿Le ha preguntado a su esposa

cómo se siente?

No. Hemos hablado un par de veces

del asunto, pero no terminamos tan bien

que digamos.

Tal vez lo primero

es arreglar las cosas con ella.

Es que a veces Andrea no me entiende.

No puedo dejar de preocuparme por mi mamá.

Y también por mi papá.

Jefferson,

el hecho que no viva con sus papás

no significa que los deje de querer

o de apoyar.

Pero usted tiene su propia familia

y ellas deben ser su prioridad.

Y lo son. Y él.

No sé por qué Andrea duda que no sea así.

No sé.

A lo mejor lo que siente Andrea

es que usted se preocupa más por sus papás

que por ellas. ¿No es así?

No, no es así.

¿Pero cómo hago para que me crea?

Desde mi experiencia le puedo decir que

a nosotras nos da confianza

la seguridad de nuestra pareja,

sea cual sea el problema que se tenga.

Demuéstrele a Andrea que la ama.

Yo la amo y a mi hija también.

Demuestre. Sirve.

¿Entonces lo hago?

¿O será que las he descuidado?

Eso debe responder usted mismo.

Y disculpe que le diga todo esto.

No quiero parecer yute,

pero lo hago porque lo aprecio mucho.

Y a su familia también.

No, para nada, Ángel.

Yo le agradezco todo lo que me dice.

La verdad.

Usted es de las pocas personas a quienes

les comento lo que me pasa

y que no me juzga, sino que me aconseja.

La vida nos golpea fuerte en el momento

menos pensado.

No pierda el tiempo, Jefferson.

Vaya y luche por lo que es importante para

usted, su esposa y su hija.

Toma mi mano

en uno de estos.

Señorita,

ya tengo rato de estar aquí esperando.

Lo sé. Qué pena.

Es que la encargada de ese departamento

no ha venido.

Pero la señorita me dijo

que solo faltaba un trámite más

para que nos dieran el crédito

para el proyecto.

Así es.

Pero ahí viene la encargada.

Que bien. Solo permítame un momentito.

Ahora mismo le atienden.

Yo espero.

Gracias, Ruth.

¿Puedes venir un momento? ¿Hola?

Dime, Jenny. ¿Qué pasa?

La señora te

está esperando desde hace media hora.

Ella es del proyecto

de Tejedoras de Sololá.

Ay, sí, es cierto.

¿Su préstamo ya fue aprobado Hoy

Le puedes dar todos los papeles

y acompañarla, por favor?

Ya está todo listo.

Solo faltan las firmas.

¿Qué te pasó? Pensé que no ibas a venir.

No, no pasa nada.

Pues como ya son las nueve y tú

nunca vienes tarde.

Es que tengo unos problemas en la casa.

¿Puedo ayudarte?

No te preocupes.

¿Jenny está segura?

Sí, pero te agradeceré

que me apoyes con la señora.

Los papeles están en mi escritorio.

Está bien.

¿Algo más?

Solo eso. Gracias.

Yo Tengo que hablar con Rogelio.

Bueno,

voy con la señora antes de que se moleste.

Adelante.

Permiso. Rogelio.

Hola, mi amor.

Disculpa. ¿Qué tal, Ruth?

Pasa. Adelante.

¿Puedo hablar contigo? Claro.

Sabes que siempre tengo tiempo para ti.

Gracias. No te vi temprano. ¿Todo bien?

Todo bien. ¿Estás preocupada por algo?

Me conoces bien.

¿Hay algún problema

con el crédito de las señoras de Sololá?

No. Todo está en orden con eso, Rogelio.

Necesito hablar de otra cosa.

¿Sabes? He pensado mucho en ti.

¿En qué hice mal para que decidieras

terminar nuestra relación?

Tú no hiciste nada.

Eres un hombre maravilloso, Rogelio.

Cualquier mujer estaría

feliz de tenerte en su vida.

Pero a mí solo me interesa una.

Ruth.

Estos días, sin verte,

se me hicieron eternos.

No quiero hablar de eso.

Pero yo te amo. Por favor, Rogelio.

Ya no sientes nada por mí.

No quiero hacerte daño. Solo dime.

¿En serio? ¿Ya no sientes nada por mí?

No es eso. Es que

estoy muy confundida.

Está bien.

Discúlpame.

Dime si puedo ayudarte en algo.

Esto es muy difícil para mí.

Pero. ¿Qué te pasa?

Me equivoqué.

No creo estar enamorada como pensaba.

Y no quiero esto en mi vida.

No por ahora.

Mírame.

¿Estás segura?

Todo fue una ilusión, Rogelio.

Para mí no lo fue, Ruth.

Pero respeto tu decisión.

Y no voy a insistir más.

Gracias.

Solo espero que sigamos siendo amigos.

No creo que eso pueda ser.

¿Por qué?

Tal vez ya no sigamos siendo novios.

Pero soy tu amigo y tu jefe.

Ni una cosa ni la otra.

Rogelio.

Toma.

¿Qué es esto?

Es mi carta de renuncia.

¿En serio, Ruth?

¿Por qué no puedo seguir trabajando aquí?

Sería muy complicado para los dos.

Una cosa es que ya no quiera ser mi novia,

pero otra cosa

es tu trabajo, tu carrera,

todo por lo que te has esforzado.

¿Lo vas a dejar así nada más?

No te preocupes.

¿Cómo no preocuparme, Ruth?

Aquí has logrado avanzar

y tienes la oportunidad de seguir

en la universidad.

Rogelio, En este momento

tengo otros planes.

¿No te parece que es algo precipitado? No.

Ya lo pensé bien.

Y estoy segura

de la decisión que he tomado.

No entiendo, Ruth.

Es lo mejor.

Antes de aceptar esta carta.

Te pido por favor que lo consideres

una vez más.

Ya lo hice. Rogelio.

Y como dice mi carta, mi renuncia

es irrevocable.

Toma mi mano.

Entérate más sobre.

Toma mi mano.

El audio novela

y los recursos disponibles en Triple W.

Punto. Toma mi mano Punto F o síguenos

en Instagram y TikTok

como toma mi mano U.S.A.

No te pierdas nuevos episodios

cada miércoles.

Escúchalas en Spotify, YouTube

y Apple Podcast.

Este proyecto fue desarrollado

por Population Media Center.