Toma Mi Mano USA

Episodio 94: Baby Shower

Episode Summary

Mientras atraviesa un momento difícil, Ruth busca consuelo en Andrea. Por su parte, ella le ha contado a Jefferson acerca de su nuevo trabajo y se ha sorprendido de su reacción. Verónica se despide de Esperanza, Lucía y Ángel, un adiós que marca un cambio importante en sus vidas.

Episode Transcription

Es el momento de empezar de nuevo juntos.

Volver a nacer.

Toma mi mano.

Lo siento, Rogelio,

pero ya tomé mi decisión.

Y es mejor que me vaya.

Ruth, espera.

Ruth, por favor.

¡Uy! Creo que la fiesta se terminó.

Con permiso.

Lo siento, Rogelio.

No sabía que ustedes ya no eran novios.

No te preocupes, Jenny. ¿Qué pasó?

Pero si se veían tan felices.

¿Discutieron?

Si Puedo preguntar. Eso es lo más extraño.

Nunca peleamos.

Quizá Ruth está confundida.

Puede ser Jenny.

Puede ser.

Buenas amigas.

Vamos a premiar a las mejores vendedoras

por catálogo de San Juan, Renacimiento.

¿Están listas?

Agradezco

a cada una por su esfuerzo en las ventas

para llegar a las metas.

Ya sabes, Andrea, que todas formamos

parte de este grupo para ayudarnos.

Lo sé, Susana.

Gracias.

Ahora, lo más importante de la

tarde, los premios del año.

Qué buenísimo.

Voy a estrenar una tablet

para ampliar mi cartera de clientes.

Trabajemos con más ánimo y así vamos

a tener más ingresos en nuestras casas.

Pues es verdad, Andrea.

La mayoría de nosotras hemos podido

cubrir gastos gracias a este trabajo.

Me alegra mucho escuchar eso.

Y ya para terminar de

una vez les entrego el catálogo de enero

y las hojas para el pedido.

Sigamos adelante

y las espero el próximo mes.

No es buena para pedir permiso.

Hola, Andrea. Ruth.

Ya terminamos, pero pasa.

Ay, qué pena. Andrea. Se me hizo tarde.

No te preocupes.

Qué bonito.

Dejaste el apartamento.

Es pequeño, pero muy tranquilo.

Y es lo que buscaba. ¿Sí, Verdad?

Todas las vendedoras

se llevaron buenos premios.

Y aquí tengo el tuyo.

Mira, Un juego de sábanas. Me encanta.

Justo lo que necesito.

Me alegra que te guste.

Gracias, Andrea.

A todas las vi bien contentas.

¿Verdad que sí?

Aunque no puedo decir

lo mismo de ti, amiga.

Ay, Andrea.

¿Qué tienes? Ven, siéntate.

Es que hoy me hicieron una despedida

en la cooperativa.

Sí, La idea era

que sintieras el cariño de todos.

¿Y tú cómo lo sabes?

Es que fui a dejar mi papelería y platiqué

un rato con Rogelio.

¿Es cierto, Andrea?

¿Y cómo te fue? Me dieron el trabajo.

¿Estás

viendo a una

de las nuevas cajeras de la cooperativa?

Ay, qué bueno.

Andrea, me alegro mucho por ti.

Yo también.

Pero al mismo tiempo, me siento triste por

esto que está pasando contigo y Rogelio.

Fue muy difícil despedirme de él.

¿Y por qué no pueden seguir siendo novios?

Mi mamá no quiere que lo vea más.

¿Y por eso renunciaste?

¿La cooperativa?

Pues la verdad,

somos amigas.

Nos tenemos confianza. Andrea.

La verdad es que hoy estoy desesperada.

Mi mamá nunca quiso que fuéramos novios

y no quería verme con él.

Y sí.

Por eso decidí irme de la cooperativa.

Lo sabía.

Pero debes tomar tus decisiones.

No es tan fácil, Andrea.

¿Por qué?

Tú siempre has luchado para salir

adelante.

¿Sabes lo que es bueno para ti?

Dile a tu mamá que no

quieres dejar a Rogelio o el trabajo.

No puedo, Andrea.

Pero si estabas haciendo planes para

irte de tu casa para ser independiente.

Lo sé.

Pero todo se está complicando para mí.

¿Qué te detiene, Silvia?

No quiero dejarla sola. Ay, Ruth.

No sé cuáles son tus problemas,

pero tú tienes derecho a hacer tu vida.

Desde que te conozco, siempre estás

trabajando y ocupándote de tu familia.

Pero. ¿Y tú? ¿Yo?

A veces.

A veces quisiera desaparecer. Andrés.

Nunca digas eso.

Tú eres una hermosa persona.

Y somos muchos los que te queremos.

Incluyendo a Rogelio.

Me siento muy triste, Andrés.

Apenas lo acabo de dejar y ya lo extraño.

Entonces date tiempo para pensar

si de verdad eso es lo que quieres hacer.

No lo alejes de ti.

Después de lo que le dije,

no creo que me busque otra vez.

Si algo tiene Rogelio,

es que no se rinde por nada.

Hay tanto que quisiera decir,

pero no puedo.

Otra.

Tranquila, Ruth.

Si ahora

no puedes hablar de lo que te pasa,

tómate tu tiempo y cuando quieras.

Sabes que estoy aquí.

Gracias, Andrea.

Tómate esto y trata de calmarte.

Recuerda que para todo hay una solución.

Eso espero.

Ánimo. Y piensa en lo que te dije.

No de Rogelio.

Él te ama y siempre estará ahí para ti.

Toma mi mano.

Ya están preparados los panes y el fresco.

Yo terminé de poner los adornos.

Los juegos ya están listos.

Entonces vamos a empezar el baby shower.

¿Y vos, Ángel,

Te vas a quedar a la fiesta de Verónica?

Sí, para ayudarlas en lo que haga falta.

Y Eric viene con doña Chica.

Qué razón.

Pero me parece bien.

Arregla las sillas de una vez.

Con permiso.

Pasa, doña Concha.

Siéntese. Gracias, mija. Ve.

Soy la primera en venir.

Ya no tardan en venir los demás invitados.

Qué bonitos arreglaron.

Tienen celeste y rosado. ¿Cómo?

No sabemos si es nena o nene.

Pusimos de los dos.

Buenas tardes, doña chica.

Véngase conmigo y platicamos un rato

en lo que empieza la fiesta.

Ahí viene doña Marta con Verónica.

¿Listos?

Felicidades.

¡Hala! ¡Qué sorpresa!

Esta fiesta es para ti y para tu bebé.

Gracias, doña Esperanza.

Y a todos.

Bueno, vamos a empezar con los juegos.

Queremos cuatro voluntarios,

dos mujeres y dos hombres.

Les vamos a tapar los ojos a los chavos

y las señoras

les van a dar de comer a los compañeros.

Como si fueran bebés.

Y el que termine primero

y no se manche, gana.

Fíjate bien, Verónica.

Es para que aprendas a darle de comer a tu

bebé.

Pasen el hilo y cada uno

agarre un pedazo pequeño o grande,

como usted quiera.

Y agarre uno pequeño,

porque ya sé de qué se trata.

Bueno, el asunto es así.

Cada uno

le va a dar un consejo a Verónica

mientras se enrolla en el hilo en su dedo.

Y cuando se les acabe, terminan de hablar.

Que comience doña Concha.

Ah, pues mira,

mija, es cierto que eres muy jovencita,

pero vas a ver que aprenderás

a cuidar bien a tu bebé.

Tienes que seguir estudiando

porque tu hijo o hija.

Ay, se me terminó el hilo.

No tenga pena doña Concha, Usted termine.

Pues la cosa es que tu hijo o hija

necesita ver un buen ejemplo en ti.

No lo olvides.

Ahora, doña Chica.

¿Verónica tú

no fumas ni tomas licor, verdad?

No. Una chica.

Así es. Bien, hija.

Eso es dañino para tu bebé y para ti.

Se me acabó el hijo.

Ay, perdón. El.

Doña Marta, le toca a usted.

Verónica, ya hemos hablado muchas veces.

Yo lo que quiero

es que busques oportunidades para seguir

mejorando en tu vida.

Que junto a tu bebé

busques un mejor futuro y.

Y se acabó el hilo.

Gracias, doña Marta.

Bueno, vamos a ir pasando la refacción

mientras siguen dándole

consejos a Vero.

¿Cómo te sentís, Verónica?

Muy contenta, doña Esperanza.

No me imaginaba que me iban a celebrar

la venida del bebé.

Ya sentíamos que el bebé iba a nacer

antes de hacerte la fiesta.

¿Y piensas tener otro bebé?

Ángel Por Dios, ni preguntarlo. Es bueno.

No creo, Ángel.

Primero

debo aprender a cuidar a este bebé.

También quiero seguir estudiando.

Y ahora que hablé con mi mamá.

Es cierto.

En las carreras ya no te preguntamos

qué te dijeron tus papás.

Eso les quiero contar que me dijeron

que podía regresar a la casa, pero

que no siguiera estudiando y me dedicara

a cuidar al bebé y a trabajar.

Y tanto que costó

arreglar las cosas con el director.

Eso no puede ser.

¿Y por qué tenés esa cara de que ya te

reís, Verónica?

Es que lo mismo le dije a mis papás.

No puede ser.

Y ya iba a llorar cuando mi mamá

me explicó que así de duro le toca

a muchas patojas que tienen que afrontar

la vida solas con sus hijos.

¿Cómo así?

No entiendo que mis papás

no me van a dejar sola

y yo voy a asumir la responsabilidad

que me toca.

Lo que tus papás querían que entendieras

es que puede ser muy difícil

ser mamá siendo tan joven

y no saber cómo salir adelante.

Sí, hablamos mucho y me dijeron que

aunque también va a ser difícil

para ellos, vamos a salir adelante

y voy a seguir estudiando.

En serio, a la que bueno.

Me alegro por ti, mija.

Muchas jovencitas que resultan embarazadas

no tienen el apoyo que tú has recibido.

Ha sido muy duro, doña Esperanza,

pero he aprendido que

debo ser responsable conmigo misma

y el bebé.

Yo voy a regresar pronto a mi casa,

pero estoy muy agradecida con ustedes.

Los quiero como si fuéramos familia.

Yo te quiero como a una hermana.

No se pongan tristes. No se va lejos.

Te vamos a seguir viendo

porque ese bebé ya es nuestro sobrino.

Bueno.

¿Qué les

parece si abrimos los regalos? Si.

Toma mi mano.

Llegamos, Papi.

Sí, mi amor.

Y lo bueno es que no hay gente buenas.

Me regala dos quetzales de tortilla,

por favor.

Quiera del canasto o va a esperar.

Lléveme del canal.

Mami dijo que quiere del comal.

Ay, es cierto.

Mejor deme del comal. Disculpe.

Bueno, ahorita salen.

¿Para qué te acordaste, mamá?

¿Y cómo te fue en el colegio?

Bien. ¿Ay, aprendía

de veras?

También la de oveja.

Pero esa es la misma letra.

No son dos letras, papi.

No, son dos animales

que se escriben con la letra o.

Aquí tiene, joven. Gracias. Feliz noche.

Una carrerita, Emma.

¿Qué pensaste anoche

en la campaña de planificación?

¿Pasó algo?

No, Malaya, que hubiera pasado algo.

Entonces es que mañana todo San Juan

nos va a ver.

Qué nervios. ¿Verdad?

Pues no sé si son nervios o qué,

pero me imagino que lo decís por tu papá.

Por todo el pueblo.

Andrea. Después me van a estar molestando.

Será. No lo creo, Canche.

Y si es así,

Unos cuantos pelones, tal vez.

Ahí vas A ver.

Ay, flaquita.

Me gustaría tener tu ánimo.

Pues yo creo que estoy

más nerviosa que animada.

Pero al menos te sentís mejor que yo.

Igual ya no se puede hacer nada.

¿O sí? Solo que nos quedemos encerrados.

¿Tan exagerado, Canche?

Si quieres, mejor nos vamos de San Juan.

No tanto así tampoco.

Ya vas a ver, flaquita.

Al menos te saque una sonrisa.

¿Además, quién quita que después

nos contraten como modelo?

Así pues, tal vez a mí,

porque a ti sí Va a estar

difícil la cosa.

Baboso.

Ahí sí. ¿Verdad?

Son mentiras, mi amor. No te enojes.

Como que ya te animaste.

Gracias a ti, flaquito.

¿Y qué es lo que me ibas a contar

antes de que se durmiera?

¿Emma? Ay, cierto.

Bueno, la verdad son dos noticias.

Una mala y una buena.

¿Así? Sí. ¿Cuál quieres escuchar primero?

La mala, digo yo.

Igual ya hemos recibido un montón de malas

noticias.

Te gusta exagerar y no es cierto.

Pues no, hombre. Hay que ser positivos.

Si tú lo

decís. ¿Y cuál es la mala noticia?

Pues que la otra semana

hay que entregar todos los útiles de Emma.

¿De veras?

Sí. Canche.

Alacrán.

¿Será que no darán chance

para la primera semana de febrero?

Eso es.

Le pregunté a la maestra,

pero me dijo que la otra semana

ya empiezan a trabajar con los libros.

Pero ahorita

no tengo para comprar lo que hace falta.

¿Ya viste Jefferson?

No le hubieras comprado

el sombrero a tu papá

con ese dinero más de algo

se le habría completado la nena.

Bueno, es que ya te dije porque lo

compré.

Sí, pero todavía faltan unas semanas

para el cumpleaños de tu papá.

Quise tener listo el regalo de una vez.

Bueno, está de más seguir hablando de eso.

Le voy a decir a la maestra que en febrero

completamos los útiles.

Sí, mi amor,

es lo primero que vamos a comprar.

Pero no te pongas así.

Mejor cuéntame la buena noticia.

Ahora ya no.

Ay, no seas así, mi amor. Contame qué es.

Bueno, hoy fui a la cooperativa

a dejar mi hoja de vida.

¿Qué cosa?

Mi hoja de vida.

Es que Ruth me animó a que fuera porque

están contratando gente en la cooperativa.

Pero porque fuiste.

Ay, Jefferson.

Acabamos de hablar de los útiles de Emma.

Y aparte,

todos los gastos que tenemos en la casa.

Te dije que yo me voy a hacer

cargo de todo.

Lo sé, Canche, pero yo quiero trabajar,

tener ingresos y apoyarte con los gastos.

Pues siempre me has ayudado.

Pero hay que ver la realidad, mi amor.

Yo no quiero que te la pases

siempre preocupado.

Y ahora que me salió la oportunidad,

podemos estar mejor.

¿Cómo así? ¿Te contrataron de una vez? Sí.

No te creo.

¿Puedes creerlo?

Me hicieron unas pruebas

y de una vez me dijeron que me quedaba

con la plaza de cajera.

No, Andrea,

no quiero que trabajes. ¿Por qué?

¿Qué vamos a hacer con Emma?

¿Quién la va a cuidar?

¿Y la casa?

Esperaba que te alegraría, Jefferson.

Además, si nos organizamos

bien, podemos resolver las cosas.

Yo quiero demostrarte que soy capaz

de hacerme cargo de todo.

Pues la decisión

ya la tomé y empiezo a trabajar

la otra semana.

Toma mi mano.

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